Dr. Mario Guerrero Acuña:
“La sangre es vida y la donación, un acto de conciencia”
La medicina transfusional enfrenta una creciente complejidad clínica, generada por la demanda de hemocomponentes modificados, nuevas terapias celulares y la necesidad de una indicación racional por parte del equipo médico.
En Chile, alrededor del 36,8% de las donaciones de sangre provienen de donantes altruistas [1], cifra que contrasta con el estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere alcanzar el 100% para garantizar un suministro seguro y sostenible.
La demanda continúa aumentando debido a cirugías complejas, trasplantes, accidentes graves y el envejecimiento poblacional. A esto se suma la creciente complejidad en el manejo de hemocomponentes, lo que exige un conocimiento clínico actualizado por parte de los equipos médicos.
El doctor Mario Guerrero, hematólogo de Clínica Los Carrera con amplia trayectoria en medicina transfusional, aborda en esta entrevista los avances en la seguridad y racionalidad de las transfusiones, los desafíos post pandemia y el rol crítico de los profesionales de la salud para optimizar el uso de este recurso vital.
- ¿Cuál es el principal desafío en medicina transfusional?
La primera barrera sigue siendo la escasez de donantes. En Chile, la donación es voluntaria; por lo tanto, las unidades siempre son limitadas. Por eso el sistema se reorganizó siguiendo el modelo inglés, es decir, ahora existen espacios en ciudades clave, como Santiago, que cuenta con el Banco Central de Sangre y Tejidos, ubicado en Providencia. El resto de los establecimientos funciona como organismo de transfusión.
Esta centralización mejora la trazabilidad y calidad, pero exige más coordinación y logística, especialmente cuando se requieren hemoderivados modificados o preparados específicos, como irradiados o desleucocitados.
- ¿Qué realza en el uso de hemocomponentes modificados?
Hoy se utilizan con mayor frecuencia para responder a necesidades clínicas específicas y minimizar riesgos transfusionales. Entre ellos, destacan los glóbulos rojos desleucocitados, que reducen la cantidad de leucocitos residuales, disminuyendo así la probabilidad de reacciones febriles no hemolíticas, aloinmunización y transmisión de virus intracelulares. Estos son particularmente útiles en pacientes oncológicos, inmunosuprimidos y politransfundidos.
También es clave el uso de glóbulos rojos irradiados, especialmente en pacientes que recibirán trasplantes de progenitores hematopoyéticos o aquellos inmunocomprometidos.
Estas técnicas, aunque bien establecidas, requieren una logística compleja. Deben planificarse con antelación y realizarse en centros autorizados, como el reactor que hay en la comuna de La Reina, lo que impone una coordinación estrecha entre clínicos y bancos de sangre para asegurar disponibilidad oportuna.
- ¿Han cambiado los criterios transfusionales en pacientes críticos u oncológicos?
Sí. Aunque tradicionalmente se hablaba de un umbral de 7 gramos de hemoglobina, hoy se considera un enfoque más individualizado. En jóvenes y estables, se puede postergar la transfusión si no hay compromiso cardiovascular. En cambio, en neurocirugías o situaciones críticas, como pacientes cardio operados, se eleva el umbral a 8 gramos, debido a la alta demanda de oxígeno del tejido cerebral. También se evalúan parámetros adicionales como presión arterial y lactato, para determinar la necesidad de oxigenación tisular.
- ¿Existe evidencia respecto a transfusiones en sepsis, trauma o neurocríticos?
En personas con sepsis, se ha abandonado el concepto de hemodilución controlada. Actualmente, los umbrales se mantienen entre 7 y 8 gramos, dependiendo del contexto clínico. Lo importante es evitar tanto la hipoxia como la sobretransfusión, que puede provocar complicaciones respiratorias graves.
- ¿Cómo ha impactado la tecnología en la seguridad transfusional?
Chile mantiene un estándar alto de seguridad. La incorporación de inteligencia artificial en trazabilidad y la genotipificación extendida permiten minimizar peligros. Sin embargo, nunca se alcanza el 100%, existen riesgos no infecciosos o agentes emergentes. Es fundamental mantener una hemovigilancia activa, liderada desde los bancos centrales, como el de Santiago, y con participación de tecnólogos y personal clínico.
- ¿Cuáles son los avances en componentes alternativos o sangre artificial?
El enfoque no está en fabricar sangre artificial, sino en reponer exactamente lo que falta. Por ejemplo, ante anemia ferropénica se administra hierro intravenoso, que ahora es más seguro y eficaz. En trastornos hemorrágicos, en lugar de plasma fresco se usan factores recombinantes incluidos en el GES, como los factores VII, VIII y IX. Esto reduce riesgos inmunológicos y mejora la eficacia terapéutica.
- ¿Qué relación hay entre medicina transfusional y terapias celulares como CAR-T?
Si bien han mostrado resultados espectaculares, especialmente en linfomas refractarios, sus costos son altísimos, incluso para países desarrollados. Desde la logística transfusional, esto implica una mayor demanda de componentes específicos y un manejo muy preciso del inventario, considerando las múltiples etapas de tratamiento.
- ¿Dejó la pandemia aprendizajes sobre la cadena de donación?
Se observó un aumento en la motivación de parte de los jóvenes. Muchos se sensibilizaron frente a la importancia de este acto. Sin embargo, no hubo un incremento significativo en la donación de órganos. Aun así, la reposición por reemplazo sigue siendo una práctica común, y no alcanza a cubrir la demanda.
- ¿Qué aspectos deben fortalecerse en la formación de médicos respecto a la solicitud de hemocomponentes?
Todo clínico debería conocer los principios básicos de la medicina transfusional. No se trata de temer a las transfusiones, pero sí de usarlas racionalmente. Saber cuándo irradiar, cómo interpretar un recuento plaquetario y reconocer riesgos como la sobrecarga de hierro en pacientes politransfundidos es esencial. No se debe transfundir por protocolo, sino por indicación concreta.
- ¿Qué mensaje dejaría para este Día Mundial del Donante de Sangre?
La sangre es un órgano, y la sangre es vida. La tecnología nos ha puesto al nivel de países desarrollados, pero si no hay donantes, no hay transfusión posible.
Referencias:
[1] Donación de sangre altruista: una necesidad para Chile. https://www.ucchristus.cl/blog-salud-uc/articulos/2022/donacion-de-sangre-altruista-una-necesidad-para-chile?utm_source=chatgpt.com
Por María Ignacia Meyerholz
