Con una amplia sonrisa, el doctor Jaime Cisneros se pasea por los pasillos de Urgencia de la renovada Clínica Cordillera, institución que ha creado un convenio con la Municipalidad de Las Condes, en pos de entregar un servicio de salud asequible y de calidad para los vecinos de la zona. 

"Tengo alma de niño, quizás por eso me decidí por la pediatría y tengo tanta cercanía con mis pacientes", señala el doctor. Y no es raro, ya que a diario se levanta alrededor de las seis y media de la mañana con el objetivo de hacer feliz a quien sea que visite su consulta ubicada en providencia, a la cual llama "su lugar de batalla". 

“Mi profesión me ha dado la responsabilidad de tener que levantarme todos los días porque hay mucha gente que cuenta conmigo. Esto no es mi trabajo, es mi manera de vivir, mi forma de contribuir", enfatiza.

- Doctor, usted ha desarrollado una conexión muy especial con su profesión de pediatra ¿a qué se debe esto?

Eso tiene que ver con mi labor de médico, el entender que si yo no me levanto nadie podrá ayudar al otro como uno lo puede hacer. Los pacientes vienen con la esperanza de verte, porque confían en ti, y por eso se me hace imposible la idea de fallarles. Hay que levantarse siempre y ofrecer lo mejor de uno mismo.

- Ha trabajado en distintas instituciones, además de su consulta privada. ¿Qué espera de esta nueva labor?

Siempre he mantenido mi consulta, es mi pilar de trabajo, mi lugar de batalla. Ahora estoy aquí, trabajando en turno de urgencia, y como la clínica se renovó surgió esta posibilidad de hacerme cargo del Departamento de Pediatría. Pero yo no lo llamo jefatura, sino liderazgo. Aquí hay mucho por hacer, y si logro que se impregne un poco de la misma mirada mía, me sentiré muy orgulloso. Y hasta el momento las cosas han ido funcionando bien.

- ¿Cuáles son sus proyectos en específico?

Mi idea es formar un centro de cirugía infantil y broncopulmonar. También espero en un futuro próximo poder traer traumatólogos infantiles para así implementar un seguro escolar para el año 2017. En general la idea es traer más especialidades a la clínica, pero eso requiere de tiempo y de creer en el proyecto, mostrar que esto está hecho con amor y que puede crecer mucho.

- Y sobre los desafíos de la especialidad, ¿qué nos puede comentar?

Lo primordial es que el pediatra esté al día en los cambios que la medicina va generando a diario. Segundo -y  más importante- es que hay que ser un médico de familia, eso debe ser así por la fe que las familias depositan en uno.

- ¿Qué tipo de profesionales espera traer a su equipo?

Básicamente con visión de construir algo bueno, de luchar por el paciente y sus familias y de mostrar que aquí habrá un proyecto integral. Mi idea de crear un espacio de acogida tiene que ver con que el paciente pueda venir cuando quiera y sentirse seguro y digno. Si me entrevistan el 2017 de seguro habremos logrado muchas de estas cosas.

- ¿Cómo se distinguirá Clínica Cordillera de otras instituciones?

Por mi parte -y lo he planteado como mi labor- será mantener el sentido o la línea del trato familiar. Aquí en el sector hay mucha gente que por distintos motivos no tiene acceso a una clínica privada, pero tampoco quiere atenderse en un policlínico. En Clínica Cordillera les ofreceremos un espacio donde se sientan atendidos con calidad y a un costo muy razonable, esa es la promesa. 

- Por último doctor ¿con qué sello le gustaría identificar al Departamento de Pediatría?

Amor.

Por María Ignacia Meyerholz L.