Con mirada expectante y una amable sonrisa se presenta el doctor Guillermo Ananías, cardiólogo de Clínica Miguel de Servet para ofrecernos una entrevista sobre lo que ha sido su incursión en la medicina complementaria, específicamente la auriculoterapia.

Dejando muy en claro que “haber entrado en este mundo no significa que haya dejado de lado los métodos clásicos, la medicina alópata”, pero enfatiza en las positivas experiencias que ha presenciado junto a sus pacientes “que además de mejorar la condición por la que llegaron a la consulta, han visto una mejora en su calidad de vida y trato con las personas”.

Cabe destacar que las terapias y diagnósticos a través del pabellón auricular son conocidos en todo oriente, desde Egipto, pasando por Persia, hasta China y, más tarde, descritos algunos de sus tratamientos por médicos de Grecia, Portugal e Italia. Las técnicas se basaban en experiencias y eran transmitidas de forma oral, lo que limitó su desarrollo e importancia.

Actualmente, la auriculoterapia se define como un tratamiento que busca estimular puntos específicos del oído con el fin de diagnosticar y tratar enfermedades agudas y crónicas con rápidos resultados. 

- Doctor, cómo fue su acercamiento a las terapias complementarias…

Ya llevo algunos años dedicándome a esto, recuerdo que fue gracias a que entré a trabajar a distintos centros que las utilizaban. Abordaban terapias de tipo acupuntura, energéticas, florales, bioenergéticas, etc. Un campo nuevo para mí, pero que desde que las vi llamaron mucho mi atención.

En un principio me acerqué porque deseaba investigar sobre esta nueva veta que podría ayudar a mejorar a mis pacientes, y a medida que las fui desarrollando pude confirmar que tenía buenos resultados, era algo positivo, sin efectos colaterales y bien aceptado por los pacientes, además de ser muy  asequible. Comencé a estudiar de forma independiente y tomando cursos, el primero fue de Reiki en 2009 y posteriormente un diplomado en homotoxicología el 2011, que es una especia de prima de la homeopatía. Es una decisión que hasta el día de hoy me alegra mucho haberla tomado, porque en Chile ha ido agarrando fuerza, hasta tenemos sociedades de medicina biorreguladora, es algo que quizás antes no se hubiese pensado.

 - Su principal ventaja…

Yo rescataría que los medicamentos son muy naturales. Hay una frase que se acerca mucho a lo que hacen estas terapias “lo similar cura a lo similar”. En este caso, nosotros le administramos al paciente, en dosis muy pequeñas y dinamizadas, lo que le está causando la enfermedad, e increíblemente se mejoran de eso. 

- ¿Por qué decidió profundizar en la auriculoterapia precisamente?

Por mi espíritu investigativo, era una de las que más me llamaban la atención, además que durante mi paso por los otros centros, fue una de las técnicas que más resultados positivos demostraba y yo quería ofrecer eso a mis pacientes. 

- ¿Cómo define esta terapia en específico?

Es el tratamiento de muchas entidades a través de la estimulación de puntos en la oreja. Justamente, aurículo viene del latín que significa oreja y terapia es tratamiento. En la oreja están representados los distintos órganos del cuerpo, son cerca de 200 puntos y se estimulan con balines magnéticos, semillas de vaccaria, chinchetas o láser, que intentan reorganizar la energía para volver a otorgar vitalidad. Este tratamiento se puede entregar a cualquier persona,  y su principal objetivo es sanar dolores y síntomas de enfermedades, además que sirve como excelente complemento para el control del peso.

- Qué hay de los resultados…

Es bastante rápido, generalmente hago entre 5 y 9 sesiones a cada paciente donde se les van cambiando los elementos una vez a la semana aproximadamente. Claro que hay que poner de parte de uno, como en todo tratamiento. Pero quiero rescatar que los beneficios son múltiples y realmente mejoran la calidad de vida de las personas, entre ellos se ataca a los dolores causados por artritis, tendinitis y otras dolencias articulares y musculares. Disminuye el estrés, ayuda a controlar los desórdenes hormonales, retención de líquido, resistencia a la insulina y síndrome de ovario poliquístico, etc.

- ¿Existen contraindicaciones?

No es recomendado para pacientes que tengan que realizar un esfuerzo físico o mental. Actualmente no es recomendado para personas que ingieran altas dosis de psicofármacos, tengan enfermedades hereditarias o trastornos degenerativos, esquizofrenia, depresión endógena, anemias, principios de apendicitis o enfermedades contagiosas.

- ¿Cómo lucha con los prejuicios?

Justamente hace tres años asistí a un curso de prevención cardiovascular, donde se trató el tema del tabaquismo y un médico mencionó que en todos los trabajos que revisó, encontró que lo que más resultaba eran las terapias complementarias, esto dicho por un doctor ligado a la medicina tradicional, o sea, claramente es algo que se debe aceptar dentro de la medicina. Tampoco dejar de lado las terapias tradicionales, pero sí fusionar. Yo he visto resultados objetivos y eso me motiva a seguir 

- ¿Cómo considera ha evolucionado la medicina complementaria y cuál es el futuro?

Recientemente vengo de leer un estudio que muestra cifras que dicen que entre el 55 y 60% de la población ha recibido algún tipo de terapia complementaria. Hoy existen 125 instituciones públicas, entre hospitales y centros de salud, que trabajan por lo menos con alguna terapia complementaria, lo que no es poco. Mi forma de ver la medicina es que uno tiene que entregar a los pacientes todas las herramientas para sanarlos. La sanación es más que la curación, hay que sanar de manera integral. 

Hace un tiempo salió en un diario el caso de una paciente a la que le diagnosticaron lupus eritematoso, enfermedad que puede llegar a ser muy grave y antes de que terminaran de decirle, la paciente comenzó a sentirse muy mal y a experimentar todos los síntomas de la patología. Luego de un tiempo la llamaron para informarle del error, y apenas le dijeron pasaron todos sus malestares. Con este ejemplo queda claro que la parte emocional forma totalmente parte de la salud. Ese es el futuro, integrar ambas partes, medicina alópata y complementaria.

- Por último, qué siente como médico al mezclar ambas técnicas a favor a sus pacientes…

Yo quiero ser un médico integrativo, que conjuga sus conocimientos alopáticos y de medicina complementaria. Poder ofrecer distintas herramientas, y si efectivamente hemos visto que la gente mejora,  por qué apartarnos de eso, quizás no hayan papers que lo demuestren, pero nuestro paciente es la evidencia más importante y significativa que tenemos.