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Chile es uno de los países con mayor índice de ingesta alcohólica, siendo la edad de inicio los 12 años, junto a un 41% de personas fumadoras. Además, ocupamos el primer lugar en consumo de marihuana dentro de Sudamérica. Estas cifras son una fiel realidad del país, que no sólo afecta al sistema familiar del paciente, sino a toda la sociedad desde el punto de vista laboral y económico.

Actualmente, una de las realidades que se ha puesto en tela de juicio es la posibilidad de legalizar el consumo de marihuana, discusión que según la opinión del doctor Rolando Chandía, neurólogo y director de la Clínica Alfa "es una mala decisión que no apoyaremos jamás". Para el especialista, el debate de si acaso representa una sustancia nociva o no, está más allá de toda discusión, “esta es una droga adictiva, que provoca psicosis en personas jóvenes. Si se llega a legalizar, sin duda alguna aumentará su ingesta y se abrirían las puertas a otras sustancias".

En conversación con SAVALnet, nos relata sobre sus inicios en Alfa, su pasión sobre las adicciones, y de su postura inamovible frente al proyecto de legalización de la marihuana.

- Doctor, qué es una adicción y cuándo pasa a ser algo negativo...

La adicción es cuando una persona es incapaz de detenerse y no tiene control frente a ciertas sustancias. Para clasificar un comportamiento como adicción, se debe cumplir con ciertos criterios internacionales: deseos intensos de consumo, compulsión, síndrome de abstinencia, junto a otros fenómenos biológicos. Por otra parte, también están los criterios psicosociales, que es cuando las personas comienzan a derivar progresivamente a otras fuentes de placer y que a pese a sus consecuencias negativas, persisten en su consumo y centran su vida en ello. De manera más simple, un adicto es cuando el individuo no consume por agrado sino por alivio. A veces, querer no es poder.

Es interesante, la palabra adicción significa etimológicamente "sin voz", y antiguamente los que no tenían voz eran los esclavos, es así de simple, adicto es ser esclavo de una sustancia.

- Usted dirige un centro de adicciones llamado Alfa, cómo llega a esto...

Cuando hice la beca, desarrollé junto a otros compañeros un trabajo de terreno donde tuve la posibilidad de ejercer en Conchalí, en un campamento en la Pampilla. Ahí, en vez de ser el psiquiatra de escritorio, decidimos estar con la gente, indagar en sus problemas -que en esa época eran principalmente la marihuana y en losmás  jóvenes el neopreno-. Así, comenzamos a realizar un gran trabajo, que derivó en que nos pasaran una casa que se transformó en el primer centro de farmacodependencia, y resulta que eso me apasionó, me gustó, me di cuenta que la opción de ser psiquiatra me encantaba, y así seguí trabajando. 

- ¿Cuáles son las adicciones que más trata?

Por lejos el alcohol, luego la pasta base, cocaína y marihuana. Si hoy, uno hace un ranking, la marihuana es de lo más común, pero también veo mucha automedicación, y eso es muy grave, ya no vemos al adicto puro, sino al policonsumidor.

A propósito de la marihuana, invitamos a que los diputados revisen las fichas médicas, para que vean que no hay casi ningún paciente que llegue sólo por consumo de ella, sino que es una vía de entrada a otras sustancias. En los 33 años que llevo, creo que habré visto diez casos de marihuana pura, con suerte. Cuando se abre la puerta a una sustancia, inevitablemente se abren otras, es así.

- Es decir, usted está en contra de la legalización...

Tengo una sola postura, que es la médica y la de los tratados de psiquiatría, la marihuana produce dependencia psicológica y física. En una de cada dieciséis personas adultas genera dependencia, o sea, cumple con todos los criterios de adicción, lo que pasa es que en esta droga se nota mucho menos, porque la marihuana se libera lentamente, es liposoluble. Por ningún motivo podemos legalizarla, ya tenemos bastante con el alcohol y el tabaco.

- Ha postulado que no sólo debe haber preocupación por el alcohol y la marihuana, sino que también se debe combatir la automedicación...

Exactamente, hoy la gente compra pastillas en la ferias libres, por internet, o los van a comprar a Perú, etc. No somos solamente los médicos los que suministramos -independiente de que a veces no sea con mucha conciencia o conocimiento del paciente- sino que hoy se puede conseguir donde sea. Actualmente existe la automedicación y la medicación indebida de parte de los médicos, a esto me refiero: qué va a hacer el profesional en veinte minutos de consulta, ciertamente no se logra profundizar en el problema, entonces claro, se dan pastillas para dormir cuando la verdad es que ese no es el problema de fondo, esa es medicina irresponsable. Hoy, como docente, una de mis misiones, y también de la Universidad de Chile, es velar porque los becados que egresen no sean sólo "pastilleros", estamos siendo muy estrictos con eso.  

- También ha señalado que los psiquiatrías han contribuido en ciertas adicciones farmacológicas...

Sí, pero no digo solamente los psiquiatras, sino que todos los médicos. Pero en el lado de la psiquiatría, esta área no es sólo medicamentar, es pensar, reflexionar, dar una mirada más profunda. Y lamentablemente, debo decir que sí somos buenos para polimedicamentar y no pensar, nos olvidamos que la palabra "clínica" viene del griego "clinicus" que significa inclinarse, escuchar. Esa es la tarea para los psiquiatras y neurólogos, tenemos que enseñar a cómo tratarse, ya que la entrega de fármacos sin la adecuada instrucción también puede generar adicción, y eso el paciente no lo sabe.

- ¿Qué futuro tienen las adicciones?

Han existido de toda la vida, desde que el hombre existe y seguirán existiendo, de eso no hay duda. 

-Por último, cómo califica la contribución de Alfa a la comunidad...

Creo que la historia juzgará, pero por mi parte, siento que he realizado una buena labor. Lo que destaco de Alfa es que desde sus inicios ha basado su trabajo bajo la filosofía de que el adicto es persona, que detrás de él existe una familia, y ese siempre ha sido nuestro compromiso. Para mí las drogas son biopsicoespirituales, y los tratamientos deben incluir esas mismas áreas. Hay que buscar el fondo de la adicción, porque el problema real no es la droga sino la persona, y hay que hacer un trabajo de por vida. Me levanto y me acuesto pensando en adictos, mi rol es ayudar.