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“La ureterorrenoscopia flexible es una técnica quirúrgica endoscópica en la cual se utiliza un instrumento llamado ureterorrenoscopio flexible para acceder de manera ascendente al riñón. Se asciende por uretra, vejiga, uréter y se llega al riñón”. Así lo explica el doctor José Antonio Inzunza, jefe de la Unidad de Urología del Hospital de Villarrica, en la Región de la Araucanía.

Se trata de una cirugía mínimamente invasiva que utiliza las vías o conductos naturales para, de manera retrograda, acceder al riñón y de esta forma visualizar directamente la litiasis y fragmentarla. Según el facultativo, formado en la Universidad de La Frontera de Temuco, “su ventaja es que omite incisiones, tiene una mejor evolución postoperatoria y al observar directamente el cálculo se puede ver su fragmentación. En nuestro caso lo hacemos con láser”.

- Especialistas lo describen como un procedimiento con un gran potencial, que ha cambiado los paradigmas del tratamiento de los cálculos urinarios…

Estoy de acuerdo porque ofrece la posibilidad de resolver cálculos que con otras técnicas presentan un éxito menor. Pienso que los fundamentos de la cirugía de la litiasis no han cambiado, pero sí es una herramienta que amplía y mejora el arsenal terapéutico tanto para cálculos de características determinadas como para pacientes complejos.  

- Esta operación se llevó a cabo por primera vez en el Hospital de Villarrica y de paso fue la primera realizada en un establecimiento público del Servicio de Salud Araucanía Sur, ¿cómo se gestó la posibilidad de efectuarla?

Se inició la evaluación tras identificar la existencia de una demanda insatisfecha en nuestros usuarios, es decir, pacientes con indicación de esta esta cirugía, pero sin posibilidad de realizarla en el sistema público. Con esto se comenzó a evaluar la opción de implementarla en nuestro hospital. Tras conversar con nuestros directivos y obteniendo su apoyo se elaboró el proyecto que finalmente concluyó en la adquisición del equipo del ureterorrenoscopio flexible y litotriptor láser. En otras palabras, fue el fruto del correcto análisis de demanda, oferta y adecuada gestión.

- ¿Cuántos profesionales participaron en la operación?

Se requirió la capacitación de parte del personal de pabellón (enfermería y TENS) y de los profesionales urólogos, destacándose aquí el doctor Juan Francisco Araneda, quien realizó una visita en un centro de la capital que tiene experiencia en la técnica. En los primeros casos recibimos también el apoyo del colega urólogo Mario Orio Álvarez del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco, quien también posee experiencia en este tipo de cirugía.

- ¿Están satisfechos con los resultados?

Hemos tenido buenos resultados en la evolución de los pacientes ya intervenidos, los cuales no han presentado complicaciones y se encuentran sin cálculos residuales. Todo ha sido acorde a la literatura existente.

- ¿Qué pacientes pueden acceder a esta operación y cuáles son sus indicaciones?

Usuarios del Servicio de Salud Araucanía Sur, portadores de litiasis renal con indicación de cirugía retrograda intrarrenal (RIRS) con ureteroscopia flexible.

Las indicaciones de esta técnica están determinadas por una parte por características del cálculo (tamaño) y anatomía renal, Además de la presencia de comorbilidades del paciente que contraindiquen otro tipo de cirugía.  En forma muy general puede decirse que se plantea esta técnica en litiasis renales < 20 mm en los cuales no es factible resolverlas por otra técnica como litotripcia extracorpórea por características anatómicas (ángulo infundíbulo-pélvico cerrado, cáliz inferior largo o infundíbulo estrecho, litiasis radiolúcida, trastornos hemorrágicos, coexistencia con litiasis ureteral, múltiples litiasis renales, etc).

- ¿Qué nos puede comentar respecto a la prevalencia de litiasis renal en Chile? 

La prevalencia de litiasis renal es variable según la población que se estudió. Así tenemos cifras como de 7 a 13 por ciento en Estados Unidos, 5 a 9% en Europa, 1 a 5% en Asia. En nuestro país las cifras son disimiles, pero se observa una mayor prevalencia en el norte. La etiología es multifactorial, reconociéndose factores nutricionales, metabólicos, hábitos alimentarios, genéticos, etc.

El doctor Inzunza implementó la Unidad de Urología del Hospital de Villarrica, servicio que comenzó su funcionamiento en 2009. “Fui el primer urólogo de este establecimiento asistencial y como director organicé y desarrollé la especialidad hasta la llegada en 2011 del doctor Carlos Lobos Sepúlveda, egresado de la Universidad de La Frontera, quien el año 2014 se traslada al Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco. Luego, en 2015, se incorpora el doctor Juan Francisco Araneda, con quien conformamos la unidad actualmente. Durante abril, al finalizar su proceso de formación, se incorpora un tercer especialista”, relata el médico, magíster en epidemiologia clínica y un con MBA en curso con especialización en salud.

- ¿Cuáles son los principales logros y desafíos de esta unidad?

Creo que el crear la unidad de urología ya puede ser considerado un logro, porque permitió ofrecer la cartera de prestaciones de la especialidad a los usuarios del nodo lacustre de la Región de la Araucanía. También debo nombrar la primera cirugía prostática realizada, teniendo de ayudante a un colega médico general en etapa de destinación y formación, y la primera cirugía oncológica de próstata. Durante los primeros tres años fueron intervenidos 293 pacientes de hiperplasia prostática benigna (entre técnica abierta y técnica endoscópica resección transuretral), lo cual, tras los análisis de indicaciones y resultados, me permitió publicar un estudio y presentarlo como trabajo de ingreso como socio titular de la Sociedad Chilena de Urología.

Durante el desarrollo de la especialidad siempre conté con la cooperación de colegas de Temuco, pudiendo nombrar a los doctores Mario Gorena, Jorge Rodríguez, Roberto Valenzuela, Pedro Pastor y Mario Orio. Actualmente, con el doctor Juan Francisco Araneda resolvemos la totalidad de la patología urológica prevalente, con mínima derivación a nuestro centro de referencia, lo cual se realiza cuando por condiciones particulares de los pacientes o infraestructura de nuestro hospital no podemos resolver. Sin duda el implementar la ureterorrenoscopia flexible con litotripcia láser también es un hito, dado que los pacientes pueden acceder a tecnología de última generación para resolver su patología.

Nuestro desafío es continuar desarrollando la especialidad según estándares de calidad acorde a las exigencias actuales, satisfaciendo adecuadamente la creciente demanda de nuestros usuarios y potenciando un equipo humano de profesionales, administrativos y paramédicos comprometidos con el paciente.

Por Óscar Ferrari Gutiérrez