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La ecocardiografía fetal permite el estudio ecográfico específico del corazón del feto con el fin de diagnosticar anticipadamente y con precisión muchas enfermedades cardíacas favoreciendo el tratamiento y pronóstico en muchos casos.

Los continuos avances médicos y tecnológicos han mejorado la sobrevida, tomar acción y aconsejar a las familias cuando las expectativas de vida o de salud de los bebés en gestación no son positivas. Así lo explica el doctor Hernán Muñoz Salazar, ginecólogo obstetra de Clínica Las Condes, quien es además especialista en medicina materno fetal del National Institutes of Health, Estados Unidos.

Con la idea de contribuir a la difusión del conocimiento en esta materia, el doctor Hernán Muñoz en asociación con el doctor Mario Palermo, profesor titular de Obstetricia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, ha conseguido dar forma a un proyecto científico editorial: “Ecocardiografía fetal: del tamizaje al tratamiento”, testimonio tangible de los avances en la evaluación del corazón y circulación fetal.

- A veces, como analogía, se dice que escribir un libro es como tener un hijo. ¿Siente que es así en este caso?

Definitivamente sí. De hecho, cuando invité a mis hijas grandes al lanzamiento, la mayor que también es médico me contestó inmediatamente que para ella era un orgullo asistir. En cambio, a mis otras hijas que son ingenieras no les interesó demasiado, fue algo así como… ¿y tenemos que ir? Yo les contesté, entre risas, que este libro era casi como su hermano menor. 

Aunque suene demasiado “literal”, quiero decir que hay mucho corazón puesto en este libro sobre todo por el esfuerzo que significó hacerlo. Son 60 capítulos, horas y días de pensar y escribir, 600 páginas que tuvimos que leer con mucha detención, revisar, y en algunos casos, rehacer. En retrospectiva, siento que es la culminación de toda una línea de trabajo y resume un gran volumen de experiencia, investigación y docencia en ecocardiografía fetal.

- ¿Cuál fue la motivación para escribir sobre el tema?

En parte, aterrizar la trayectoria y toda la maravilla médica y tecnológica que ha ocurrido en estas últimas décadas. También plasmar la experiencia, no solo personal, sino de la gente con la que uno ha compartido trabajo, investigación y docencia. Recuerdo que cuando el doctor Mario Palermo me llamó hace poco más de un año para proponérmelo, me pareció una idea extraordinaria, era algo que teníamos que hacer sobre todo pensando en el desarrollo de la actual y futuras generaciones de especialistas.

- Pese al auge de los formatos digitales existen razones por las cuales escribir un libro impreso sigue siendo una buena opción. Y ustedes elaboraron uno mixto...

Combinar ambos formatos le agrega atractivo, lo hace más dinámico y didáctico. Los lectores encontrarán seis horas de videos y podrán apreciar el desarrollo de diversas técnicas, ver cómo se mueve el corazón, identificar lesiones, etcétera. Tiene análisis en torno a la complejidad humana del diagnóstico: hay un acápite del libro en donde se describe cómo aconsejar a las familias que están enfrentando estas situaciones difíciles. Y también incluimos una calculadora que facilita la evaluación biométrica. 

Respecto del formato escrito, mi opinión es que hay algo un poco romántico en ello. Se pueden tocar, palpar, disfrutar de las imágenes. Es todo un desafío, por ejemplo, diseñar una portada atractiva donde la fotografía atraiga al lector. Todo esto es lo que lo hace un texto valioso y que esperamos sirva de guía.

- ¿Cuáles son los aportes en comparación con fuentes anteriores?

Consolidar en una sola obra en español los aspectos de mayor relevancia y utilidad en ecocardiografía fetal y que, tal como dice el título, van desde el tamizaje diagnóstico al tratamiento. En el libro los temas son abordados en detalle. Se fortalece el concepto de trabajo multidisciplinario y la importancia de conocer en profundidad, tanto las terapias, como lo que se puede o no esperar en cada caso.

Otro aporte es la consejería para responder preguntas que son sensibles y difíciles de entender para las familias. El aprendizaje para el manejo clínico de esta dimensión ha sido un poco de ensayo y error. Siempre se debe acudir al respaldo científico estadístico que avala la opinión o el consejo que se está dando. Lo que hemos querido hacer a través del libro es profundizar en la forma y en el contenido para aconsejar, enfatizando la necesidad de comunicarnos de un modo lo más acogedor posible, cercano, dándonos el tiempo para explicar sin minimizar los hallazgos.

- Expertos de distintos países han colaborado en este proyecto. ¿Cuán valioso es el establecimiento de “redes internacionales” para el progreso del conocimiento en medicina?

Los contactos y la interacción son fundamentales. Estamos en un mundo global y el conocimiento también lo es. Actualmente, nadie duda que para dar respuesta a una hipótesis científica la cooperación multicéntrica es el mejor camino; esta estrategia ha permitido acortar dramáticamente los tiempos para llegar a conclusiones y lo que antes tardaba cinco años hoy se consigue en menos de 12 meses de trabajo. Esto es sumamente relevante. Además, con el desarrollo de la docencia e investigación, las redes potencian el nivel de conocimiento de un país, becados y médicos más jóvenes. Permiten que uno aprenda y enseñe a la vez, es un círculo virtuoso desde donde se obtiene lo mejor en todos los aspectos.

- ¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan los profesionales en relación con la ecocardiografía fetal?

El principal problema es que se trata de una temática difícil tanto en sus dimensiones técnicas como humanas, y para llevarla a la práctica de la mejor manera, el trabajo colaborativo entre cardiólogos y obstetras ha demostrado ser el camino correcto. Con esto no quiero decir que la estrategia debe considerar que todos los fetos sean vistos por “súper especialistas”, pero sí que todos sean evaluados por medio de un examen que permita identificar si el corazón está sano o no. Tampoco es necesario diagnosticarla de manera inmediata; lo que sí es importante es que, si no es normal, el caso sea derivado oportunamente al especialista. Ese es el mayor desafío.

Además, está en línea con lo que establecen las guías de la Sociedad Internacional de Ultrasonido en Obstetricia y Ginecología (ISUO), cuya última edición aparecerá en junio de 2023, y en la que nuestra experiencia como país líder regional ha sido incorporada de manera muy significativa. 

Un ejemplo que acredita este liderazgo regional, lo constituye el primer protocolo GES, que fue piloto y que lo hicimos en 2003. Nos enfocamos en cardiopatías congénitas operables en menores de 15 años y profundizamos en las estrategias a utilizar en niños antes de nacer. En la actualidad contamos con más especialistas en regiones y eso permite que en Chile logremos un 65% de diagnóstico de las patologías que requieren cirugía. Estos son números propios de países desarrollados.

Hubo ciertas circunstancias que confluyeron para alcanzar este nivel de resultados. Recuerdo que cuando partimos con la ecocardiografía fetal, comenzaba el boom del desarrollo tecnológico que ha transformado el diagnóstico por imágenes. No teníamos un proyecto y tampoco un diseño estratégico o programático. Simplemente sentíamos que era algo importante, teníamos las ganas y pusimos la voluntad. Nos dimos cuenta que la clave era ampliar el acceso al conocimiento para que la ciencia y tecnología pudiesen llegar a más médicos y ser conocidas y aplicadas en beneficio de las pacientes. 

- ¿Qué les diría a los profesionales de la salud que están interesados en esta área?

Que son bienvenidos y que todos están invitados a aprender. Existen programas formales, con estadías de perfeccionamiento para especialistas y subespecialistas. Este camino se puede hacer desde la vereda de la obstetricia o la cardiología infantil. Es un área difícil, pero muy bonita.

Por María Ignacia Meyerholz L