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El pterigión es un crecimiento triangular benigno de la conjuntiva que suele manifestarse desde el lado nasal en uno o ambos ojos. Si bien las causas de esta anormalidad son desconocidas, la radiación ultravioleta; los factores ambientales como el calor, viento, polvo y sequedad atmosférica; la irritación crónica ocular; los mecanismos inmunológicos; las anomalías en la película lagrimal; las inflamaciones crónicas con producción de factores angiogénicos; la ocupación laboral asociada con factores ambientales; la predisposición genética, así como una mayor proximidad de la inserción tendinosa al limbo esclerocorneal son algunos de los factores de riesgo.

A nivel mundial, es más común su presencia en países de climas cálidos y secos, con predominio en aquellos comprendidos entre los 40º de latitud norte y sur. Su frecuencia aumenta en el ámbito rural en comparación al urbano y no suele haber predominio entre sexos, cuando las condiciones de vida son similares. En Chile, en las zonas desérticas y en el norte la prevalencia puede llegar al 75 por ciento.

Un estudioso de este tema es el doctor Jorge Schwember Fernández, oftalmólogo formado en el Hospital del Salvador en Santiago y subespecializado en oculoplástica, una rama de la oftalmología que se encarga de la patología de la órbita y los tejidos perioculares. 

“Desde niño, me he caracterizado por ser muy curioso e hiperactivo. Me atrae saber la mecánica de los aparatos y reparar desperfectos. Eso me llevó a la oculoplástica, porque me gusta ver resultados a corto plazo y esta subespecialidad me lo permite”, confiesa el doctor Schwember.

El médico fundador de Centro Láser, una clínica especializada en oftalmología integral en la ciudad de La Serena, en su búsqueda por brindar soluciones reales a sus pacientes, junto a sus colegas y socios, viene desarrollando hace más de seis años una técnica alternativa a la universalmente aceptada: la extirpación y reparación con un injerto de conjuntiva. “Nosotros introdujimos otra que consiste en la extirpación y reparación con un colgajo de conjuntiva con muy buenos resultados”.

Para el equipo, la experiencia alcanzada era digna de ser compartida con la comunidad médica internacional. Escribieron un paper y lo presentaron a The American Journal of Cosmetic Surgery, que en abril de 2017 aceptaron el trabajo y lo publicarán en la revista impresa de la edición de diciembre.

Para conversar sobre este importante logro, el doctor Jorge Schwember Fernández invitó a SAVALnet a su consulta en Centro Láser de La Serena.

- Para iniciar nuestra entrevista, me gustaría que nos explicara brevemente ¿qué es el pterigión? 

Si bien gran parte del público objetivo de esta difusión es del área médica, intentaré ocupar lenguaje simple para mis respuestas. El pterigión es una carnosidad o crecimiento de la conjuntiva ubicada –de preferencia- en el ángulo interno del ojo que invade la córnea.

- ¿Cuáles son las principales causas de este crecimiento anormal de tejido de la conjuntiva? 

Sin lugar a dudas, la exposición prolongada y frecuente a la radiación ultravioleta es una de las causas más comunes. Sin embargo, lo puede provocar también quemaduras y ciertos tipos de cáncer de la conjuntiva pueden simular un pterigión

- ¿Qué personas tienen mayor riesgo de desarrollar pterigión? 

Las personas que trabajan al aire libre con exposición al sol, en ambientes contaminados y que no cuentan con la protección adecuada.

- ¿Cuál es la prevalencia de este problema en nuestro país y sobre todo en el norte de Chile? 

Hasta donde sé, no existen estudios formales que hayan cuantificado la presencia de la enfermedad en nuestro país. Pero la evidencia que tenemos nos indica que, definitivamente, tenemos una prevalencia mayor de esta anormalidad en el norte con respecto al sur del país, por razones climáticas y por presentar una mayor actividad minera y pesquera.

- ¿De qué manera esta condición afecta la salud visual de una persona? 

Cuando estamos en presencia de un pterigión pequeño, éste provoca enrojecimiento, sensación de cuerpo extraño, ardor y lagrimeo. Su curso natural es crecer y –al invadir la córnea- distorsiona su esfericidad, provocando alteraciones importantes de la visión

- Actualmente, ¿cuáles son los tratamientos disponibles para tratarlo? 

Sólo extirpación con cirugía y se recomienda por cuatro razones fundamentalmente: cosmética, que es una decisión del paciente; sintomática, por intolerancia a los síntomas del pterigión; visual, cuando provoca disminución o alteración de la visión; y médica ante sospecha que pudiera tratarse de un cáncer.

- ¿Qué tipo de técnicas quirúrgicas se están implementando en la región? 

Hasta hace unos años, la técnica universalmente aceptada era la extirpación y reparación con un injerto de conjuntiva. Nosotros en Centro Láser de La Serena introdujimos, hace unos seis años, una técnica que consiste en la extirpación y reparación con un colgajo de conjuntiva.

- En abril de este año, The American Journal of Cosmetic Surgery aceptó un trabajo sobre esta técnica implementada por usted y su equipo para eliminar esta anormalidad conjuntival. ¿Qué podría comentar sobre este estudio? 

Al realizar este trabajo, revisamos exhaustivamente la literatura mundial antes de enviarlo y no encontramos símiles. Tres de los cinco miembros del equipo editor lo aceptaron en primera instancia. Ninguno cuestionó la originalidad de la técnica, sólo dos revisores hicieron observaciones de la sintaxis y se nos solicitó que agregáramos fotografías de la técnica. 

- ¿Cuáles son las ventajas de la técnica realizada por su equipo? 

Se trata de una técnica sencilla y fácil de reproducir por terceros. Es rápida, no tarda más de 20 minutos en realizarse; preserva conjuntiva para una eventual cirugía de glaucoma; es económica; y cumple con la premisa de ser una cirugía reparadora: “colgajo mejor que injerto”.

- ¿Existe la posibilidad de recidiva? Cómo se aborda el problema en esos casos...

Si existe. No obstante, en la serie de 76 casos publicada no tuvimos ninguna. El tiempo de seguimiento abarcó entre los seis meses y cuatro años, con un promedio de nueve meses. Habitualmente, la recidiva se manifiesta antes de los seis meses, dato que tenemos gracias a la pesquisa bibliográfica. En esos casos, el tratamiento va a depender de la cuantía, sintomatología y estabilización de la recidiva. Si la recidiva ocurriese habiendo realizado esta técnica, complicación que no hemos tenido, la re operación no sería con esta técnica. Sin embargo, si se ha ocupado un injerto, nuestra técnica es totalmente realizable. En efecto, en la serie tenemos tres casos de recidiva operados con injerto por otros cirujanos.

-¿Dónde se puede leer el texto original completo de su trabajo?

El artículo se encuentra en nuestro sitio web www.centrolaserlaserena.cl, dentro de la sección de difusión para quien quiera consultarlo.

- ¿De qué manera se puede prevenir este trastorno? 

Este es un tema muy importante, porque lo principal para evitar el desarrollo de pterigión es la prevención. Evitar, hasta donde se pueda, la exposición al sol y permanencia en ambientes contaminados. Además, es mandatorio para todas las personas el uso de lentes oscuros con filtro UV, incluso en días nublados. Y la prevención laboral y la obligación de uso de elementos de protección son perentorias en áreas de alto riesgo.

- Por último doctor, ¿qué significa para ustedes que su trabajo haya sido aceptado por esta prestigiosa revista internacional? 

En primer lugar, constituye un orgullo personal que una revista de esta categoría haya aceptado nuestro artículo. Eso nos motiva a seguir publicando. Ya tenemos cuatro temas en preparación. Creemos que es un aporte para la oftalmología y nos sentiríamos plenos si los colegas replicaran esta técnica y consiguieran los resultados que nosotros hemos logrado.

Por Carolina Faraldo Portus