SAVALnet CL

El patógeno ataca al sistema inmunitario y puede causar la enfermedad del SIDA. Está presente en el cuerpo durante años sin que se manifiesten síntomas, mientras que el SIDA es la etapa avanzada de la infección.

Según los datos de ONUSIDA, a nivel mundial se reportaron 1,3 millones de nuevas infecciones por VIH y aproximadamente 630.000 muertes relacionadas con la enfermedad en 2023. Pese a que estas cifras marcan una pauta hacia la baja, existen diferencias significativas entre países, sobre todo, en América Latina. Los nuevos casos aumentaron un 9% entre 2010 y 2023, llegando a 2,3 millones de personas con VIH, mientras que a nivel global han disminuido en un 39% en el mismo período [1]. En parte, se atribuye a un porcentaje de diagnósticos tardíos en etapas avanzadas, lo que se relaciona con una mayor morbimortalidad y complicaciones.

El doctor Rolando Pizarro, infectólogo de Integramédica, docente y quien ha ejercido cargos directivos en el Hospital Lucio Córdova, comparte una mirada actualizada sobre el VIH/SIDA, señalando que "la gente le ha perdido el miedo".

- ¿Cuál es la prevalencia en Chile y cómo ha evolucionado en los últimos años?

Respecto a la cantidad de personas infectadas, en comparación a países como Brasil o del Caribe, nuestras cifras son más bajas. Pero lo que ha llamado la atención es la evolución progresiva de casos, sobre todo en el periodo de pandemia, donde se diagnosticaron un poco más de siete mil casos anuales.

Dicho contexto se puede atribuir a que, por motivos de confinamiento, las personas que acudían a hacerse los exámenes disminuyeron considerablemente. Pero, también, en 2022 comenzó una nueva alza de casos que se ha sostenido.

A raíz de este escenario, y considerando que está en una etapa de progresión importante, ha sido necesario fortalecer las políticas que apunten a la detección temprana y, por su supuesto, al tratamiento de los pacientes. 

El país ha tenido dos fenómenos relevantes en cuanto al incremento de la prevalencia. El primero tiene relación con el aumento de la población local y el segundo con los migrantes. A nivel nacional la población masculina representa alrededor del 85%. Y las mujeres, entre el 3% y 15%.

Algo que llama la atención, es que la gente se refiere al VIH y SIDA como sinónimos. Es importante reforzar en la población la diferencia. Cuando hablamos de VIH nos referimos a una persona que ha sido contagiada, pero que puede llevar una vida normal. En los casos de SIDA, el paciente tiene inmunosupresión y, por lo tanto, comienza a padecer ciertas afecciones que pueden provocar algún tipo de secuela o, incluso, la muerte. 

- ¿Qué otros factores han promovido el alza de casos? 

Pienso que se ha perdido el miedo. Hace años esta enfermedad era sinónimo de muerte. Hoy, se observa como una patología crónica, tal como la hipertensión o diabetes. Por eso la pérdida del temor. Incluso, el estigma social ha bajado. 

Muchas personas con parejas VIH positivo se acercan al consultorio a pedir el PrEP para incrementar su vida sexual sin riesgos. Pero es importante señalar que el fármaco se concentra de manera distinta según la zona del cuerpo. Por ejemplo, en la zona anal actúa eficazmente, disminuyendo al 99% el riesgo de contagiarse, pero no al 100%. 

También está muy presente el fenómeno "sex and drugs". Se trata del uso y abuso de sustancias vasodilatadoras que disminuyen la presión muscular, haciendo que las personas disfruten más del sexo. Entonces, además del PrEP, consumen cocaína, alcohol, etcétera. Desinhibidores de la racionalidad que claramente han aportado en esta pérdida del miedo. 

 - ¿Qué destaca de las terapias disponibles?

Con las alternativas que contamos, podría decirse que esto se transformará en una patología crónica. Si la persona toma sus medicamentos como corresponde, no va a tener ninguna complicación.

La triterapia es efectiva. Se logra elevar los linfocitos CD4, lo cual mejora la inmunidad y las defensas y, por otro lado, la carga viral baja hasta ser casi indetectable. Esos son casos de éxito total. 

También contamos con inyecciones subcutáneas diarias, tal como se hace con la insulina. Hay otras intramusculares y se está trabajando en una que podría ser administrada cada seis meses.

Desde el punto de vista de terapias para el control del VIH, contamos con alternativas exitosas. Pero no hay que olvidar que el riesgo de contraer otras enfermedades sigue. Es importante chequearse, por lo menos, dos veces al año si es que hay riesgo. 

Referencias:
[1] M, C. C. (2024, 12 diciembre). Día Mundial del VIH 2024. Cortés M. | Revista Chilena de Infectología. https://www.revinf.cl/index.php/revinf/article/view/2325

Por María Ignacia Meyerholz