Dr. Cristóbal Fuentes León:
“El quiebre biográfico es una manifestación temprana de esquizofrenia”
Durante un breve periodo, un adolescente con esta condición puede alterar drásticamente su comportamiento y forma de ser. Esta es la clave para distinguir entre los cambios típicos de esta etapa y esta enfermedad.
En un colegio de 100 alumnos, lo más probable es que al menos uno desarrolle esquizofrenia. Si el número de estudiantes aumenta a 600, cerca de seis podrían recibir este diagnóstico a lo largo de sus vidas. A diferencia de un profesional médico, un profesor tiene contacto directo con ellos y los ve interactuar con sus pares durante varias horas cada día. Es aquí donde se presenta una oportunidad privilegiada para contribuir en la detección temprana y la mejora del pronóstico de esta patología psiquiátrica.
Así lo señala el doctor Cristóbal Fuentes, médico psiquiatra de adultos en el Hospital San Martín de Quillota. "Si piensan que un adolescente puede tener esquizofrenia y, finalmente, se descarta el diagnóstico, lo peor que puede pasar es que se equivoquen. Sin embargo, si un médico llega a confirmarlo, es de gran ayuda para esa persona: es salvarle muchas neuronas y mejorar su funcionalidad a largo plazo", explica.
El especialista detalla que esta afección es más frecuente en hombres, con una presentación entre los 15 y 25 años. En la población femenina, puede manifestarse diez años después, entre los 25 y 35. Debido a que se expresa de forma heterogénea, el Dr. Fuentes decidió llevar a cabo charlas de concientización destinadas a sus colegas de la Unidad Infanto-Juvenil, médicos generales y de la atención primaria. Sin embargo, llevó la iniciativa un paso más allá.
Entre mayo y noviembre del 2024, recorrió prácticamente todos los establecimientos educacionales públicos de Quillota, alcanzando a más de cien trabajadores del área educativa que brindaban clases a adolescentes y adultos, considerando la edad de inicio del cuadro clínico. Su objetivo era dar a conocer los primeros signos de alerta y destacar la importancia de una detección temprana: "Si hubiera mayor información, probablemente habría diagnósticos más precoces, mejores tratamientos y, por ende, un pronóstico más favorable".
- ¿Cuáles son las primeras señales que un docente puede identificar en el comportamiento de un estudiante?
Eugène Minkowski, antiguo psiquiatra, decía: "Cuando ya hay delirio, ya hay deterioro". Entonces, idealmente, llegar antes. Otro autor antiguo, Klaus Conrad, hizo un estudio donde tomó muestras de soldados alemanes jóvenes y empezó a darse cuenta de ciertas manifestaciones y logró determinar que había etapas. Dentro de ellas, había algunas muy iniciales, que no incluían el delirio propiamente tal ni pseudoalucinaciones; en otras palabras, no incluían este tipo de síntomas psicóticos (alteración del juicio de realidad).
Sin embargo, sí había otros síntomas que llamaban la atención y eran inespecíficos. Cuando esto pasa, nace en psiquiatría el concepto de trema. Es lo mismo que refieren los actores antes de entrar en escena y es una sensación de expectación, de incertidumbre o de que algo malo puede pasar. Eso siente el paciente, pero no sabe por qué y es bien angustiante.
Desde afuera, los familiares y profesores ven a un adolescente que paulatinamente se empieza a aislar, ensimismar, dejar de relacionarse con los otros, sus pares, sus amigos o sus familiares. No solamente ya no se junta, sino que tampoco socializa. También, se empieza a despreocupar por los estudios, su aseo y cuidado personal. Es ahí, probablemente, donde comienza el trema.
Después, hay una sensación que uno podría calificar como un humor paranoide. Lo podríamos definir como una persona que se siente, coloquialmente hablando, "perseguido", que alguien o algo le puede hacer daño. Por ejemplo, en el colegio, al caminar cerca de un grupo que se está riendo, piensa que se ríen de él.
Por otro lado, pueden empezar a interesarse por ciertos temas más peculiares y llamativos. Por ejemplo, asociados a filosofía, existencialismo, religión o política. Es algo por lo que antes la persona no tenía interés. A veces, se puede confundir con el concepto de los intereses restringidos o profundos. Eso cabe dentro de otro diagnóstico, del trastorno del espectro autista (TEA), en donde hay temas que apasionan tanto, que profundizan y tienen tanta información que son verdaderos expertos. A diferencia del TEA, donde estos intereses se presentan desde la infancia, en la esquizofrenia aparecen al inicio de la presentación de la patología.
El problema es que los padres ven a su hijo de 15 años aislándose y ensimismándose, y simplemente piensan que es la "edad del pavo", la adolescencia propiamente tal o que está deprimido. Si bien puede haber algunos síntomas anímicos, el origen es otro.
- ¿Cómo puede un docente diferenciar entre cambios normales en la adolescencia y signos de alerta reales?
Una de las cosas que más les enfatizaba a los profesores era que prestaran atención cuando un alumno había cambiado de manera significativa en poco tiempo. Se habla del quiebre biográfico, que es muy importante. En la esquizofrenia, la persona tenía una forma determinada de ser pero, eso se quiebra y cambia de manera abrupta en un periodo específico, sin volver a ser la misma; afectándose el comportamiento, la conducta, la socialización disminuye de forma considerable y las funciones cognitivas (asociado al rendimiento académico) se suelen afectar.
Ahí, uno puede hablar más íntimamente, preguntar qué está pasando, si siente que algo extraño le sucede, si lo puede explicar, si piensa que alguien le quiere hacer daño o que algo malo le puede suceder sin explicación. En aquel momento, es posible que se dé cuenta que estas vivencias suenan extrañas y llamativas para el otro. Esta es la razón por la que muchos no suelen contar lo que les pasa.
Cuando aparecen los síntomas psicóticos, como las ideas delirantes y las alucinaciones, la persona no tiene conciencia de que está enferma ni de que lo que experimenta podría ser irreal, sino que lo vive como tal. Es una experiencia muy angustiante, dirigida específicamente hacia la persona y de carácter trascendental: puede creer que cambiará su vida o el mundo.
Hay algo clínico también, se habla del pseudocontacto, que es parte del examen mental. Mirarse a los ojos es una forma de comunicarse y prestar atención. Para interpretar a las personas con esquizofrenia, el pseudocontacto se muestra como una mirada que traspasa, como si estuviera mirando atrás del entrevistador. Existen algunos estudios que han demostrado que las personas con esquizofrenia suelen fijar su mirada. En cambio, las con trastorno del espectro autista fijan más su mirada hacia la boca.
La esquizofrenia altera el pensamiento y eso se manifiesta también en el lenguaje. Por eso hay una línea de estudio de psicolingüística. Por ejemplo, algunas personas con esquizofrenia dejan de utilizar el "yo", "me", "mi", "a mí me pasa".
Se ha tratado de hacer un diagnóstico precoz en distintos aspectos porque, si bien la psicosis no lo es todo, es muy importante. Mientras más tiempo exista una psicosis en el cerebro, mayor deterioro puede haber y eso dificulta, a veces, la recuperación en su totalidad.
- En etapas más avanzadas, ¿cómo pueden los docentes identificar posibles alucinaciones?
La alteración de la sensopercepción, que en esquizofrenia se denomina pseudalucinaciones, puede ser tanto auditivas, visuales, olfativas, cenestésicas o kinestésicas. Las más frecuentes son las primeras y las visuales son menos comunes, pero todas pueden presentarse.
Desde fuera, también se puede observar la presencia de los soliloquios, que quiere decir que hablen solos y podrían asociarse a las pseudoalucinaciones auditivas. También, lo que en psicopatología se denomina la musitación, que es murmurar, hablar bajito, como si estuvieran haciéndolo hacia dentro o consigo mismos. Otra manifestación es la risa inmotivada, caracterizada por episodios de risa sin causa aparente y puede acompañar las conversaciones en solitario. En un principio, puede ser sutil.
- ¿Cuál es el enfoque de tratamiento?
Si una persona confirma el diagnóstico, el pilar fundamental es lo farmacológico y, dentro de ello, los antipsicóticos son la base. ¿Es este tratamiento de por vida? Como decía una de mis profesoras: sí, hasta el día de hoy. Porque no sabemos cómo la ciencia va a avanzar en un tiempo.
La farmacología es esencial, pero también hay otros tipos de intervenciones que son fundamentales, como las psicológicas y la terapia ocupacional. La idea es que puedan llegar a generar la mayor y mejor autonomía e independencia, logrando llegar a estudiar, incluso en la educación superior; tener amistades, redes de apoyo, parejas y crear su propia familia.
Por Dominique Vieillescazes Morán
