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La alimentación saludable, su promoción e incorporación a las directrices de los sistemas sanitarios, es fundamental para garantizar el bienestar de las personas y comunidades. En este contexto, el rol del nutricionista es hacer un buen diagnóstico desde los puntos de vista clínico, alimentario, social y antropométrico contribuyendo al trabajo de los equipos de salud. 

“Está demostrado por numerosos estudios científicos que la nutrición adecuada es un pilar clave para el bienestar de los individuos. El consumo de frutas, verduras, legumbres, lácteos y ácidos omega 3 es indispensable. Varias enfermedades no transmisibles se pueden prevenir con una buena alimentación y muchos pacientes logran recuperarse si la incorporan a sus hábitos. Como dijo Hipócrates que tu medicina sea tu alimento y el alimento, tu medicina. Sin duda es la base para una mejor calidad de vida”, asevera Jacqueline Ibarra Peso, nutricionista, magíster en salud familiar y directora de postgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC).

Lograr que la mayor parte de la población incorpore una dieta saludable es un desafío de la Organización Mundial de la Salud (OMS), comenta la académica y miembro del Núcleo Científico Tecnológico UCSC, cuyo objetivo es favorecer y potenciar el ecosistema colaborativo entre la casa de estudios superiores y diferentes comunidades de la Región del Biobío, para contribuir a su desarrollo, gobernanza y resiliencia a través de la investigación, educación y la transferencia de conocimiento y tecnología.

- ¿Cómo impulsar la salud nutricional en la población?

Tiene que promoverse desde el embarazo. Es una tarea asignada a la atención primaria, pero debe existir un seguimiento en todas las instancias donde interactúa la persona como los sistemas educacionales y de salud, entre otros. El mayor desafío es mirar la nutrición como una inversión. Lograr soportes estructural y financiero, que permitan instaurar estrategias de cuidado a través de los medios de comunicación y con compromiso de la empresa alimentaria.

- La educación es un pilar fundamental…

Por supuesto, ya que toda persona debe tener el conocimiento y, por ende, la libertad de elegir alimentarse adecuadamente. Nuestro sistema educacional contiene algunos elementos relacionados con la nutrición que tienen que fortalecerse y ser integrados dentro de toda la comunidad escolar. Los esfuerzos deben enfocarse a abordar todo el ciclo vital individual y familiar. Es clave que este trabajo se inicie en las salas cunas promoviendo el aumento de la lactancia materna.

- ¿Cuáles son las bases de la promoción de salud?

Impulsar la elaboración de políticas públicas, la creación de ambientes o entornos saludables, el desarrollo de habilidades personales y una activa participación ciudadana, desde el diagnóstico a la intervención.

En Chile se ha trabajado mediante la Estrategia global contra la obesidad y programas como Elije vivir sano, entre otros. Todos los esfuerzos son necesarios y debemos reinventarnos en base a los contextos actuales. Desde la perspectiva académica tenemos la responsabilidad de la formación continua incorporando y reforzando habilidades en los profesionales que integran los equipos sanitarios.

- Gran parte de los países de la región enfrentan un grave problema de salud pública: la obesidad...

Fue declarada una pandemia por su alta prevalencia alcanzando en Chile a 31,2% de la población, según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017. La promoción de una nutrición saludable contribuye a evitar este problema. De acuerdo con la OMS, si los factores de riesgo fuesen eliminados, se podría prevenir al menos 80% de las enfermedades cardiovasculares disminuyendo la mortalidad y los gastos asociados. Eso nos invita a trabajar con los agentes protectores: estilos de vida saludables, actividad física y hábitos de higiene, sueño y alimentarios adecuados.

El equipo Prosalud del Núcleo Científico Tecnológico organiza el Primer congreso internacional Prosalud UCSC, evento que se llevará a cabo entre el 27 y 29 de abril en respuesta a la necesidad de sensibilizar a la población y comunidades académica y científica sobre la importancia del cuidado de la salud. “Existen pocas actividades que profundicen en la promoción, ya que la mayoría se centran en el manejo de las enfermedades. Nuestros objetivos son fortalecerla y potenciarla, prevenir la aparición de patologías e impulsar el bienestar de las comunidades mediante la difusión y socialización de temáticas relevantes que fomentan la sustentabilidad, buena gobernanza, el conocimiento en salud y ambientes saludables. Discutiremos sobre políticas públicas, formación de profesionales, metodologías participativas, salutogénesis, ciclo vital, estilos de vida, autocuidado, salud mental, actividad física y soberanía alimentaria, entre otros aspectos de interés”.

Por Óscar Ferrari Gutiérrez