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Durante el primer trimestre de 2022 se inaugurará el nuevo Hospital de Curicó, un edificio con nueve niveles -dos subterráneos- y equipamiento de punta, que aportará 400 camas a la red de salud de la Región del Maule y quintuplicará el tamaño del recinto de emergencia que funciona desde 2010, cuando el terremoto de ese año dejó inutilizable el antiguo edificio.

Dentro de sus características destacan 54 camas críticas, nueve boxes de urgencia, 12 pabellones quirúrgicos, cinco salas de parto integral, 17 estaciones de hemodiálisis, 13 sillones dentales y un helipuerto para el traslado de pacientes graves, además de una infraestructura sustentable y resistente a sismos de gran magnitud.

“Formará parte de la red nacional de hospitales de alta complejidad. Es una obra de líneas contemporáneas, eficiente, segura y amigable con el entorno”, destaca el doctor Luis Jaime Gaete, director del Servicio de Salud Maule, cargo que ocupa desde 2019, tras desempeñarse como jefe del Servicio de Pediatría del Hospital de Talca.

El médico formado en la Universidad de Concepción y especializado en la Pontificia Universidad Católica de Chile ha liderado las últimas etapas de la construcción. “Es un gran salto que implica necesariamente el desarrollo e implementación de nuevos modelos de gestión, siempre orientados a la mejor atención de nuestros usuarios, pero que permitan optimizar el uso de los recursos disponibles. Estos nacen desde los funcionarios, unidades y áreas de trabajo teniendo en vista la demanda de atención actual y proyectada, junto con las condiciones de calidad, oportunidad y eficiencia”, agrega el exconsultor de la OPS/OMS en enfermedades prevalentes de la infancia y exacadémico de las universidades Católica del Maule, de Talca y Autónoma. 

- ¿Cuál es el objetivo del trabajo de sociabilización que han realizado?

Primero que todo, tiene que ver con el sentido de pertenencia de la inversión pública que se está ejecutando. Es muy importante para el éxito de proyectos de esta envergadura que la comunidad los sienta propio, los conozca de forma integral y acompañe desde la construcción hasta su puesta en operación.

En este sentido, actores sociales de diferentes ámbitos apoyan y aportan a la concreción de estos megaproyectos. Los entes técnicos y administrativos, como hospitales, atención primaria de salud, gremios, municipalidades, centros de formación y todos los servicios públicos y privados complementarios permiten levantar necesidades asociadas a la operación del nuevo establecimiento y adelantarse a sus soluciones, lo que impacta directamente en una buena atención al paciente. Las organizaciones comunitarias hacen suyo el proyecto: aportan en su difusión, futura mantención y cuidado de las instalaciones. Por último, las entidades y actores políticos permiten mantener el proyecto en agenda y disponer de los recursos necesarios para su correcta ejecución y futura operación.

- ¿Qué balance puede hacer de este proceso de reconstrucción?

De acuerdo a las expectativas de la comunidad, se generaron dos ejes principales en esta etapa: mantener la continuidad en la atención y reponer la infraestructura perdida en base a estándares de calidad superiores.

El proceso ha tenido dos fases. Primero, la reconstrucción inmediata y la puesta en servicio del hospital luego del terremoto, entre los años 2010 y 2014. La segunda etapa ha sido la ejecución del proyecto del nuevo hospital, que se inició en 2013.

La prioridad fue efectuar diversas acciones dentro de las cuales estuvo la reposición de infraestructura a través de los Hospitales de Construcción Acelerada (HCA), que permitió rehabilitar servicios de Emergencia, Hospitalización, Pabellones, de apoyo clínico e industriales.

Posteriormente, a partir de 2013 comenzamos con la contratación del anteproyecto para el nuevo edificio, en el marco del segundo programa de concesiones hospitalarias. En 2014 se redefinió la política de inversión en salud y se desarrolló un convenio con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) para la ejecución de una cartera de proyectos dentro de los que se encuentra el Hospital de Curicó. A la fecha, las obras civiles se encuentran en proceso de recepción por parte de la Dirección Regional de Arquitectura – MOP y se espera iniciar su puesta en operación durante el primer trimestre de 2022.

La primera fase fue exitosa debido a que permitió mantener la continuidad de la atención, sin sacrificar servicios de alta complejidad como son las camas críticas. La segunda, no ha sido tan expedita. Esto asociado al alto nivel de inversión requerido y por el cambio en el tipo de contratación pasando del sistema de Asociación Público Privada (APP) a uno de financiamiento tradicional. A pesar de los inconvenientes, el Hospital de Curicó es resultado de un proceso exitoso.

- ¿Cuáles son los principales avances en infraestructura y tecnología?

El edificio crece de 20 mil a 109 mil metros cuadrados. Esto se refleja en mejoras en el proceso de atención y en las condiciones de trabajo. En la actualidad el hospital tiene 289 camas y aumenta a 400. 54 de ellas son críticas incorporando cupos para la atención de neonatos y pacientes pediátricos, aspecto que disminuye la brecha regional en estas áreas.

En su ejecución se consideraron propuestas orientadas a mejorar el servicio de usuarios y funcionarios y a alcanzar un alto estándar tecnológico tanto en el edificio como en su equipamiento. Contaremos con 800 estacionamientos y un helipuerto. Por otro lado se aplicaron conceptos de eficiencia energética como envolvente térmica, que son elementos arquitectónicos que permiten cubrir el edificio de los cambios de temperatura y mantener el estado de confort, paneles solares y aislación sísmica, de tal forma que pueda soportar movimiento telúrico como el de 2010.

La inversión contempló la reposición integral del equipamiento. Se desarrollaron específicaciones técnicas para realizar procesos de licitación que apuntaran a tecnología de alto nivel, en especial para los equipos destinados a la atención de pacientes. Un ejemplo son los pabellones quirúrgicos, en donde sus equipos pueden enviar y recibir información en caso que se requiera soporte de profesionales que no estén en el lugar.

Todo esto se debe acompañar con procesos de capacitación de los funcionarios, ya que son un eje principal dentro de este proyecto. A la fecha, se han otorgado 600 nuevos cargos, entre profesionales médicos y de otras áreas de la salud, lo que se traduce en un crecimiento de mil 200 a mil 800 funcionarios.

- Varios profesionales del Hospital de Curicó cursaron una pasantía en Clínica Alemana de Santiago para incorporar conocimientos en neonatología y pediatría. Coméntenos del alcance de esta alianza estratégica…

Efectivamente. Cuatro médicos, tres enfermeras y dos matronas cursaron una pasantía en ese prestigioso centro de salud y harán su aporte en las nuevas instalaciones adecuando e incorporando nuevas tecnologías en la atención médica de alta complejidad. También tendrán la tarea de replicar con sus pares, los conocimientos y destrezas adquiridas en la atención de camas críticas neonatales, servicio que no estaba disponible en el hospital antiguo. Este convenio se hará extensivo a otras especialidades no solamente clínicas sino también en el área industrial y administrativa.

Otras instituciones involucradas en esta modernización y puesta al día corresponden a las universidades y centros de formación técnica que mantienen un convenio docente asistencial en carreras de la salud, como las universidades de Talca y Autónoma, que forman profesionales en la enseñanza de pre y postgrado.

El objetivo principal de estos acuerdos, es aportar en el ámbito clínico mejorando la resolutividad con excelencia en calidad y seguridad en la atención, el uso de recursos en forma eficiente y otorgar acciones eficaces en los distintos ámbitos de la medicina.

- ¿Cómo vislumbra el impacto en la comunidad?

Pronto entregaremos un recinto de alta tecnología y eficiencia para dar atención a las necesidades de salud, no solo en cantidad y calidad, también en cercanía y calidez. Es nuestro compromiso y estamos muy contentos de poder cumplir nuestro sueño. El llamado es a cuidarlo como si fuera nuestro propio hogar.

Los funcionarios podrán realizar su labor en un entorno moderno, seguro y con un enorme potencial de crecimiento en lo profesional y personal. El trabajo en equipo es primordial. Debemos dar lo mejor de cada uno, con entrega y sacrificio porque nuestros pacientes lo necesitan.

Por Óscar Ferrari Gutiérrez