Dra. Gabriela Figueroa Tellez:
"El control sano pediátrico garantiza un desarrollo integral"
Esta supervisión tiene como objetivos promover hábitos de vida saludables, prevenir enfermedades o accidentes y detectar de manera oportuna situaciones que puedan afectar el bienestar y crecimiento.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la región se han logrado progresos significativos en la reducción de la morbilidad y mortalidad infantiles gracias a la implementación de enfoques integrales que disminuyeron los índices de neumonía, malnutrición y patologías evitables. Sin embargo, alcanzar una cobertura efectiva y garantizar intervenciones de calidad durante todo este ciclo sigue representando un desafío estratégico [1].
Desde esa perspectiva, el control sano pediátrico tiene un rol fundamental. Así lo plantea la doctora Gabriela Figueroa Tellez, especialista que se desempeñó por casi 20 años en el Servicio de Urgencias del Hospital Dr. Guillermo Grant Benavente y como académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción (UdeC). "El cuidado de la salud de los niños es, sin dudas, una de las empresas más ricas y útiles a las que puede dedicarle sus esfuerzos un grupo humano", comenta.
La profesional, formada en la UdeC y en la Universidad Austral de Chile (UACh), canaliza ese interés sumándose al trabajo de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe). La agrupación científica busca evitar que el control sano pierda su continuidad a medida que los niños y niñas crecen y se convierta -para madres, padres o cuidadores- solo en una instancia para consultar cuando surge algún problema o enfermedad.
"Esto debe mantenerse durante las distintas etapas de crecimiento, en las cuales se presentan riesgos específicos de patologías o desviaciones del desarrollo que requieren intervenciones precoces que eviten complicaciones a largo plazo. El primer mes de vida, por ejemplo, es un periodo crítico porque los pacientes tienen sus defensas muy inmaduras. Debemos ocuparnos del apego, promover una lactancia materna extendida y la incorporación desde el nacimiento de una serie de hábitos que favorezcan a los bebés. Es una oportunidad para contribuir en la crianza y educación".
- Iniciativas de este tipo están ligadas a esfuerzos internacionales impulsados por la Organización Panamericana de la Salud…
Efectivamente, porque es considerado un derecho del niño. En Chile tenemos un Plan Nacional de Inmunizaciones que es un lujo y está al nivel de países desarrollados. Este considera vacunas para la influenza, el COVID-19 (desde los tres años) y a partir de 2024 la inmunoglobulina intravenosa contra el virus respiratorio sincicial (VSR), que es una medida pionera en Sudamérica. Esto permitió una importante disminución de la mortalidad y hospitalizaciones durante el invierno pasado y esperamos que esta tendencia se mantenga.
El Estado entrega las vacunas de manera gratuita. Históricamente hemos sido líderes en este tema y contamos con una cultura que ha jugado un rol determinante en el desarrollo de nuestros niños. Una prueba reciente es su positivo papel en la disminución de la incidencia del Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico asociado a COVID-19.
- ¿Por qué se han ido incorporando enfoques familiares y comunitarios al control pediátrico?
Porque finalmente el entorno influye y determina las atenciones que necesitan estos pacientes. El cuidado de niños, niñas y adolescentes es una tarea de todos. Se trata de un esfuerzo complementario que no debe descuidar factores que influyan negativamente en el desarrollo como una alimentación familiar poco saludable que genere riesgo de obesidad infantil. Realizar un diagnóstico participativo permite una visión más amplia e integral que ayuda a identificar amenazas, priorizarlas y definir sus causas.
Mirar la realidad de esta perspectiva nos muestra que los problemas se interrelacionan y que una situación dada se presenta en cada familia o territorio de un modo diferente debido a sus características particulares. Este trabajo lleva a enfrentar las debilidades de mejor manera aprovechando las fortalezas, oportunidades y recursos existentes.
- En 2021 el Ministerio de Salud publicó una Actualización de la Norma Técnica para la Supervisión de Salud Integral de niños y niñas de 0 a 9 años en la Atención Primaria. ¿Qué beneficios ha traído?
Estas indicaciones son muy completas y se han convertido en un documento de referencia para los pediatras y funcionarios APS. Abarca las políticas y programas de salud detallando por edades y controles todos los aspectos que deben ser evaluados. Es un material que cuenta con cuatro tomos y contenidos abordados de forma práctica y amigable.
Esta actualización incorporó nuevos enfoques en la evaluación nutricional para niños y niñas con Síndrome de Down, mecanismos de evaluación cardiovascular desde el nacimiento y para la pesquisa del Espectro Autista en niños y niñas de 18 a 30 meses.
Otros elementos llamativos y muy atingentes son el establecimiento de herramientas para la prevención y abordaje del maltrato infantil, grooming y bullying durante toda la etapa pediátrica. La ley obliga a incorporar este tipo de evaluaciones y eso, sin dudas, contribuye a que el control sano sea mucho más completo.
Por ejemplo, el Modified Checklist for Autism in Toddlers (M-CHAT/ES) es un instrumento o test de screening que permite identificar factores de riesgo y conductas de autismo de forma muy precoz.
- Existen varias definiciones de control sano pediátrico, ¿qué representa para usted?
Es una acción multiplicadora que garantiza un desarrollo integral y que, en el largo plazo, contribuye a la disminución de la sobrecarga de los sistemas sanitarios. Considera actividades destinadas a la prevención, detección y tratamiento oportuno de enfermedades, además del acompañamiento y educación del niño y su familia.
Es un examen fundamental. Disfruto estar en contacto con los niños y apoyar a los padres o cuidadores en una tarea que no es nada sencilla. La prevención es un aspecto clave y debe ser incorporada desde el primer día de vida. Ahora, incluso, se implementa progresivamente la extensión de la edad pediátrica desde los 16 hasta los 18 años, lo que implica desafíos de infraestructura para los establecimientos asistenciales.
Representa una gran oportunidad para promover una nutrición saludable, prevenir la muerte súbita, accidentes en el hogar (caídas, intoxicaciones, atragantamientos y quemaduras) y de tránsito a través del uso de sistemas de retención infantil, una medida simple que reduce la mortalidad por esta causa en casi 80%. También incluye evaluaciones dentales, oftalmológicas, traumatológicas, psicomotrices y de salud mental. Además, nos permite incentivar la disminución del uso de pantallas, estimular la creatividad y la práctica de ejercicios.
Me genera mucha satisfacción ver que con pequeñas intervenciones se pueden lograr excelentes resultados. Aunque estas parezcan repetitivas, finalmente se transforman en hábitos saludables que definen el crecimiento.
Referencia:
[1] Salud del niño. Nota de prensa. https://www.paho.org/es/temas/salud-nino
