Dra. Magdalena Celis Bassignana:
“Debemos entender el proceso que vive el adolescente hasta lograr su individualidad”
A pocos días de iniciarse el III Curso de adolescencia organizado por la Facultad de Medicina de la UdeC, su directora detalló los principales desafíos de una especialidad próxima a alcanzar su certificación en Chile.
La Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción será sede los próximos 10 y 11 de abril del III Curso de adolescencia, encuentro que, como ha ocurrido hasta ahora, se desarrolla bajo la dirección de la doctora Magdalena Celis, integrante de la Unidad de Adolescencia del Departamento de Pediatría de la casa de estudios superiores. “Es cansador, pero como siempre ha sido una muy buena experiencia”, reconoce la pediatra, quien afina los últimos detalles de una instancia de actualización de conocimientos que paulatinamente se ha ido posicionando en la agenda científica del sur de Chile.
Estudió medicina en la UdeC y se especializó en esas mismas aulas, guardando valiosos recuerdos de su etapa formativa, forjada intensamente bajo la tutela de docentes y médicos asistenciales del Servicio de Pediatría del Hospital Dr. Guillermo Grant Benavente, donde conoció al ya fallecido doctor Julián Cofré, a quien califica como “un docente innato” que dejó una huella profunda en toda su generación.
“Siento que el trabajo con los niños es mucho más gratificante que el trabajo con adultos, además que con los niños uno puede hacer un trabajo de promoción y prevención que probablemente en la adultez sea tarde. La única manera de prevenir adultos enfermos psíquicamente, espiritualmente o biológicamente es haciendo buena promoción y prevención de salud en la infancia”, asegura la doctora Celis, pieza clave en la formación, el año 2008, de la Unidad de Adolescencia del Departamento de Pediatría UdeC, donde actualmente se desempeñan 12 docentes expertos en diferentes áreas como pediatría, dermatología, ginecología infantil, nutrición y psicología, entre otras. “Se trata de una unidad bien completa cuyo objetivo fundamental es desarrollar el tema adolescente y contribuir en la formación de becados de pediatría, con conocimientos y habilidades en este tema”, explica la facultativa, quien cursó un diplomado en la Pontificia Universidad Católica y un magíster en la Universidad del Desarrollo, ambos para aumentar sus competencias en adolescencia.
La labor de esta unidad llevó a la formación del Programa Interdisciplinario de Protección de la Infancia y la Adolescencia, PIIA, donde intervienen académicos de toda la Universidad de Concepción y depende directamente de vicerrectoría, instancia que además ha contado con la colaboración del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef.
- ¿Qué pasa con la especialidad de adolescencia en Chile?
Actualmente se encuentra en etapa de tramitación. Yo soy parte del Comité de Adolescencia de la Sociedad Chilena de Pediatría y en estos momentos estamos en conversaciones con la Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas, CONACEM, porque se quiere reconocer la especialidad de adolescentología. Todos los que nos dedicamos a este tema en Chile estamos en la posición de lograr el reconocimiento y la certificación correspondiente.
- ¿Este reconocimiento, junto con una serie de estudios y reuniones científicas sobre el tema viene a saldar una deuda con la adolescencia?
Probablemente. Era una deuda que teníamos en Chile hace bastante tiempo, y que el país ha tomado. También lo ha hecho a nivel gubernamental, ya que en 2011 comenzó el Programa de Salud Integral de Adolescentes y Jóvenes, vale decir, se está buscando cambiar el switch en el país y también a nivel latinoamericano, con respecto a una etapa que ha existido siempre pero que era bien invisible. Y el tema era bien invisible porque los adolescentes se enferman poco, al menos físicamente, y como no lo hacen, consultan poco. La adolescencia tiene mucha importancia porque es una etapa muy larga, de los 10 a los 20 años. Son 10 años de desarrollo en que pasan muchas cosas, sobre todo a nivel psicosocial, y estas conductas que el adolescente empieza a adquirir son las que finalmente pueden desencadenar enfermedades crónicas en la adultez o alteraciones que pueden influir en el resto de su vida, como los jóvenes que dejan de ir al colegio o las niñitas que quedan embarazadas. La idea de todo esto es poder promocionar la salud sana, tanto física como psicológica en estos jóvenes y en sus familias para que ellos tengan un desarrollo lo más normal posible y lleguen a la adultez de manera adecuada.
- ¿Hay interés en las nuevas generaciones por especializarse en esta área?
Poco, porque para especializarse en adolescencia hay que tener mucha paciencia. Una consulta con un adolescente puede durar más de una hora, mientras que una consulta neonatal generalmente no pasa de los 15 minutos. Además hay que tener estudios extras, porque hay varias disciplinas involucradas y hay que saber de todo un poquito. En general es más atractivo todavía la pediatría de choque. UCI, neonatal o urgencias siguen siendo más llamativas para los becados al ser más resolutiva, más rápida y tal vez por producir más satisfacción a corto plazo.
- En su rol de académica, ¿cómo trata de revertir esta tendencia y motivar el trabajo con adolescentes?
La verdad es que los estudiantes llegan a la rotación de adolescencia poco estimulados y se van súper contentos, porque en realidad empiezan a estudiar temas que no se ven nunca, ni en la carrera de medicina ni en otra instancia de la beca de pediatría, y que en el fondo nos explican por qué nosotros nos comportamos como nos comportamos, cuáles son las enfermedades más frecuentes, cómo yo puedo intervenir en el proceso de crecimiento. Para tener buenos adolescentes tenemos que empezar desde el embarazo de la mamá, fijarnos en los estudios parentales, en los estilos de crianza, fijarnos si es un niño con una enfermedad crónica o es un niño sano, etc. Y cuando están ya en la etapa de adolescente tratar de ayudarlos con la carga que vienen para que este proceso sea lo más fácil posible. Entonces son hartas las cosas que los alumnos tienen que estudiar como para poder lograr hacer esto, pero finalmente quedan súper contentos porque aprenden muchas cosas que estaban como invisibles.
- Cuéntenos de los objetivos del III curso de adolescencia que comienza el jueves 10 de abril
Este es el tercer curso que hacemos desde que la Unidad de Adolescencia se formó. Lo hacemos cada dos años y en realidad nuestro objetivo es seguir fomentando la preocupación de todo el equipo de salud, porque la adolescencia es una etapa que no puede ser vista sólo por un médico. Se requiere la intervención, por ejemplo, de un psicólogo, una matrona, asistente social y una enfermera, porque se trata de una etapa súper compleja. Este curso está destinado a todos los profesionales que trabajan con adolescentes, ya sea en la parte salud o en el aspecto educacional. Lo que buscamos es seguir favoreciendo que todos aquellos que trabajen con adolescentes puedan promocionar un desarrollo lo más normal posible.
- ¿Qué contenido destacaría de manera particular?
Durante el segundo día de este curso vamos a tratar específicamente los trastornos de conducta alimentaria, que es una de las enfermedades que se inician en la adolescencia y que es bien característica de esta etapa. En Concepción hay muy pocos centros y especialistas que se dedican a esto, y por lo mismo es una enfermedad bastante común y bien silenciosa también. Se puede detonar por distintos factores y cuando aparece se vive una catástrofe familiar, por lo tanto trataremos de ayudar a todos los que trabajan en los equipos de salud a estar un poco más pendientes y al día en este tema. También abordaremos todo lo que tiene que ver con los derechos de los adolescentes, el respeto a su individualidad, temática que en Chile está avanzando a pasos agigantados. Como especialistas tenemos que tratar de saber cómo piensan los adolescentes, cómo funciona la cabeza de un joven, que a veces puede ser tan niño y otras tan maduro. Debemos entender el proceso que vive el adolescente hasta lograr su individualidad. Conversaremos sobre cómo el adolescente interactúa con su entorno, con los adultos y sus pares, y cómo los profesionales del área de la salud debemos respetar los derechos del adolescente, como lo relacionado con la salud reproductiva y la toma de decisiones que ellos tienen sobre su propio cuerpo. A veces a los niños y adolescentes no les preguntamos sobre lo que nosotros les proponemos y ellos tienen mucho que decir.
- Doctora, ustedes esperan 150 personas y aún hay tiempo para inscribirse ¿no es así?
Efectivamente, todavía quienes deseen participar pueden hacerlo. Yo siento que este curso está bien estructurado, tiene de todo un poco y eso es un aspecto clave en esta materia. Este curso no está destinado sólo a médicos, pero está pensado especialmente en ellos porque buscamos atraerlos. Siento que en algunas oportunidades el área médica todavía es un poco reticente a la atención del adolescente en forma integral. Por eso, independiente del resto del equipo de salud que es muy relevante, en esta oportunidad mi llamado es particularmente al cuerpo médico para que asista, ya que tendremos excelentes invitados y profundizaremos en aspectos que resultarán muy interesantes para el médico general, pediatra, internista o ginecólogo.
Por Óscar Ferrari Gutiérrez
