Dr. Ramón Corbalán Herreros
“El sistema cardiovascular es fascinante”
Sin duda la pasión por el quehacer clínico, la docencia y la labor investigativa, es una característica muy marcada del doctor Ramón Corbalán, jefe del Departamento de Enfermedades Cardiovasculares de la Universidad Católica, entidad que acaba de inaugurar un centro de estudios clínicos en el área.
El interés del doctor Corbalán por la cardiología comenzó a gestarse cuando aún estaba en el colegio y a su padre le diagnosticaron una angina de pecho. Eso lo impactó profundamente, casi tanto como más tarde lo impresionó la forma de actuar que tenían los cardiólogos con los que tomó contacto en sus años de estudiante de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. “Me di cuenta de que el sistema cardiovascular es fascinante, porque se puede entender y evaluar clínicamente, a diferencia de otros sistemas del cuerpo humano, donde resulta más complejo entender las enfermedades y cuál es la mejor manera de tratarlas. En cambio el corazón, con oscultar bien, con examinar bien al paciente, con hacer una buena anamnesis, uno llega con alta probabilidad a un diagnóstico exacto”, señala.
Tras recibir su título de médico cirujano en 1966, llegó a trabajar a la Pontificia Universidad Católica de Chile como ayudante de la cátedra de fisiopatología, para apoyar el área de la investigación cardiovascular. “Seguí especializándome en investigación –nuevamente en la Universidad de Chile- estudiando los potenciales de acción miocárdica. Fue un período muy interesante. Con posterioridad volví acá a la Universidad Católica, esta vez al área clínica”, recuerda.
A principios de los ’70 el doctor Corbalán cursó una beca como research fellow en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos. Allí se desempeñó en el laboratorio de investigación de la Escuela de Salud Pública, trabajando en el tema de la arritmias guiado por el doctor Bernanrd Lown, quien se había hecho famoso por echar a andar la primera unidad coronaria en EE.UU. y por ser el primero que propuso una clasificación de las arritmias en el infarto.
“Fue una época muy interesante, donde en este hospital había profesionales destacadísimos trabajando en investigación experimental. También fue motivante trabajar junto al doctor Lown, un hombre asombroso quien algunos años más tarde ganó el premio Nobel de la Paz, porque junto a unos profesionales rusos formó una organización para difundir los peligros de una guerra nuclear. Y trabajaron tan duro que lograron crear una conciencia mundial que facilitó los acuerdos de desarme que se hicieron entre las grandes potencias, en la época de tensión entre EE.UU. y Rusia”, cuenta.
Mirando el camino recorrido en estas tres últimas décadas, el médico dice que esta es un área donde es imposible aburrirse. “Lo interesante es como ha ido avanzando la especialidad de forma asombrosa, día a día. Por ello, para mí éste nunca ha sido un campo basado en la rutina, porque está todo el tiempo cambiando y eso lo encuentro fascinante”, asegura.
¿Cuáles han sido los principales hitos de la especialidad en los últimos 30 años?
- Uy, son muchos, pero entre los principales podría mencionar los inicios del cateterismo y la cirugía cardiaca en la década del ‘60. Después aparecen las unidades coronarias y la posibilidad de salvar a pacientes con infartos al corazón, con lo que empieza a bajar la mortalidad y la morbilidad. Más tarde, es el turno de nuevas drogas como los inhibidores de enzimas de conversión y se reconoce el valor de elementos como los betabloquedores, toda una familia de drogas que cambia el pronóstico de estos pacientes. Junto con ello, aparece la terapia endovascular, los estudios de cateterismo se trasladan a terapia intervencional, comienza la angioplastía, el implante de stends y todas esas actividades que también contribuyen a disminuir la morbilidad y a mejorar la calidad de vida. Ahora, el último gran grupo de drogas que ha sido decisivo son las estatinas, que se usaron primero para bajar el colesterol, y han resultados buenas para los hipertensos, para prevenir en forma primaria y secundaria. Entonces esta serie de avances han sido vitales para que hayamos podido progresar y llegar donde estamos ahora.
Y ¿cuáles cree usted que serán los desarrollos futuros?
- Ahora viene la terapia génica y la terapia molecular orientada a sitios muy específicos, avanzan los diagnósticos de imágenes, en fin, es un campo fabuloso.
Durante toda su carrera usted se ha vinculado profundamente al ámbito de la investigación. ¿Cuál es la importancia de inculcar el interés por la investigación en los médicos jóvenes?
- Esto es fundamental, porque la investigación conlleva el espíritu crítico, especialmente en relación a lo que uno hace, y en medicina es fundamental tener un espíritu crítico. Ser capaz de preguntarse: ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Lo pude haber hecho mejor? ¿Estoy aplicando de buena forma mis conocimientos? ¿Necesito ayuda o apoyo de otros para llegar a tomar una decisión? Este espíritu de cuestionamiento es básico y se adquiere a través de la investigación. La curiosidad es otra de las cosas que debe tener un buen médico, el deseo de renovarse, eso se produce cuando alguien está atento a lo que viene y esto se produce de mejor forma cuando ese profesional se mantiene vinculado al área de la investigación. En este aspecto, aunque algo ya haya sido publicado por otros, es muy importante poder valorar la experiencia propia en los pacientes que uno ve, aunque no sea original, es investigación valiosa. Creo que todos estos puntos son claves en la formación de un buen médico.
Además de su espíritu cuestionador, ¿qué otras características debería tener un profesional para dedicarse a la investigación?
- Ser muy disciplinado y perseverante. Hay quienes creen que para dedicarse a la investigación hay que ser muy talentoso, pero en verdad lo que se requiere es tener la capacidad del trabajo duro. Eso es lo importante en la investigación, trabajar y trabajar mucho. Sólo los disciplinados y perseverantes son los que llevan su investigación a término.
¿Qué áreas de estudio resultan interesantes para ser investigadas en el ámbito de la cardiología en la actualidad?
- Lo primero que cabe destacar es que en este siglo, por el aumento que estamos experimentando en la longevidad, vamos a tener un aumento importante de las patologías crónicas, tales como insuficiencia cardiaca, fibrilación auricular, y todas las consecuencias derivadas de la hipertensión arterial, accidentes vasculares, una enfermedad arterotrombótica más difusa. Esos son los grandes temas de investigación para el siglo XXI, porque mejorando el manejo del infarto, mejorando el manejo de la presión la gente va a vivir más y, con el correr del tiempo va a desarrollar más insuficiencia cardiaca y otros trastornos propios de la vejez, como fibrilación auricular y arritmias graves. Estos son los temas que vienen, junto con la detección precoz de la atereotrombosis.
Estos tópicos están relacionados con los objetivos que persigue el centro de investigación clínica que están inaugurando…
- Exacto. Vamos a intentar abordar todas estas áreas de desarrollo, desde la prevención hasta las enfermedades más crónicas, para entenderlas mejor.
