Dr. Rodrigo Zapata Larraín:
“Soy un convencido de que al compartir experiencias se crece profesionalmente”
El actual presidente de la Sociedad Chilena de Gastroenterología, durante el último encuentro anual de especialistas en Viña del Mar, hizo un balance sobre los primeros meses a cargo de la institución y esbozó cuáles serán los ejes centrales de su administración hasta el año 2014.
La Sociedad Chilena de Gastroenterología (SCHGE) nació en 1938, impulsada por un grupo de médicos que, reunidos en el Hospital San Vicente de Paul, debían nombrar un profesional que los representara en el II Congreso Internacional de la especialidad. Fueron 50 miembros quienes participaron de esa fundación, los que en la actualidad se han convertido en más de 450 que, año tras años, se reúnen en diferentes ciudades de Chile para revisar la productividad científica de los asociados y actualizar nuevos conocimientos, compartiendo con colegas nacionales e invitados extranjeros.
El doctor Rodrigo Zapata Larraín es el actual presidente de la entidad desde julio de 2012, quien es reconocido por el mundo médico como un gastroenterólogo académico, tolerante, respetuoso y muy optimista.
Nació en Salt Lake City. “Mi padre estaba haciendo una beca de medicina en Estados Unidos, por eso me tocó nacer allá. Y por cosas de la vida viví interrumpidamente allá al nacer, a los siete y a los 15 años. Mi papá era neurólogo y se dedicó a la fisiología en la Universidad Católica, por lo que, cada cinco o seis años, viajaba en años sabáticos a Estados Unidos y la familia entera lo acompañaba”, confidenció el profesional.
Estudió medicina en la Pontificia Universidad Católica de Chile. “Realicé ahí toda mi formación. Los siete años de medicina, la beca de medicina interna y, posteriormente, la beca de gastroenterología. Siempre me gustó la medicina interna. Tratar con personas que contaran una historia. Me gusta interactuar con el paciente y creo que la historia clínica y la anamnesis aportan, probablemente, más del 50 por ciento del diagnóstico. Además, durante mi formación hubo profesores muy importantes que dejaron ciertas huellas. De esas personas que en algún minuto de la vida aparecen y uno espera ser como ellos”, relató.
Dentro de ese grupo de personas destaca el doctor Claudio Canals, un gran docente internista que trabajaba en el Hospital Sótero del Río durante su formación, que contagió a muchos de su generación con su espíritu médico. “Es un hombre brillante, muy notable que, a mi parecer, ayudó a cambiar la idea que teníamos todos sobre la medicina interna e hizo que muchos nos inclináramos por ella. Otros de mis grandes maestros posteriores han sido los doctores Vicente Valdivieso y Juan Carlos Glasinovic en la Universidad Católica y el doctor Humberto Reyes en la Universidad de Chile, que siempre me entregaron una visión muy humanista de la medicina. Posteriormente, hubo importantes gastroenterólogos en mi formación en Estados Unidos de los cuales aprendí mucho de la especialidad y humanidad como los doctores Telfer Reynolds, Jacob Korula, Neil Kaplowitz y Bruce Runyon.
Para el doctor Zapata, la gastroenterología es una especialidad particular que requiere de mucha clínica y se complementa con procedimientos relevantes en el diagnóstico. Además, combina muy bien dos cosas que le gustan: las humanidades y la clínica. “Te permite interactuar mucho con el paciente y, al mismo tiempo, examinarlo y estudiarlo en caso necesario con exámenes semi invasivos. Como en pocas especialidades, se complementa muy bien la parte quirúrgica con la medicina interna”.
La influencia de sus maestros hizo que se convirtiera en profesor asociado de la Universidad de Chile en el Hospital Salvador, donde participa en la docencia de pregrado y postgrado, capacitando nuevas generaciones de especialistas que el país necesita. Además, es miembro del staff médico de Clínica Alemana hace ya 15 años y, recientemente, jefe de la Unidad de Gastroenterología.
A todas estas importantes labores, en julio de 2012 se le sumó la presidencia de la Sociedad Chilena de Gastroenterología. Desafío que ha enfrentado con mucha dedicación y que espera seguir desarrollando. “Además de realizar actividades científicas, de difusión y extensión, nos hemos propuesto funcionar como una sociedad científica acorde con los tiempos modernos con la participación activa y democrática del directorio, con deberes y con derechos de todos sus miembros”.
Sobre cuáles serán los ejes del período 2012-2014 el doctor Rodrigo Zapata Larraín conversó con SAVALnet durante el último congreso de la especialidad, celebrado recientemente en Viña del Mar.
- Doctor, primero que todo, me gustaría que nos contara cómo ha asumido el desafío de ser el presidente de la Sociedad Chilena de Gastroenterología desde julio de 2012
- En realidad, dos años antes de asumir la presidencia uno ya es elegido por el directorio de la Sociedad Chilena de Gastroenterología en calidad de Vice-Presidente con lo cual ya va adquiriendo ciertas habilidades y manejo. En años anteriores también participé en Directorios previos. En mi caso, fui invitado por el doctor Javier Brahm en 1998 para participar como Secretario Ejecutivo del Curso de Avances en Gastroenterología. Esa fue mi primera participación societaria e implicó, por lo menos, un año de trabajo cercano a la Sociedad. Después, en 2002, a la vuelta de mi beca en Los Ángeles, Estados Unidos, me invitaron los doctores Juan Carlos Weitz y Juan Carlos Glasinovic a participar como secretario ejecutivo del Congreso Chileno de Gastroenterología que se celebraba ese año junto al Congreso de la Asociación Latinoamericana de Hepatología en Santiago. Eso fue muy interesante y me marcó mucho, porque el Congreso fue de gran envergadura y reunió a más de 1100 personas. Fue un trabajo agotador, pero ahí me di cuenta que me gustaba participar en la organización, conocer gente e interactuar con ella. La labor societaria, de a poco, me empezó a llamar. Entre 2008 y 2010 fui presidente elegido de la Asociación Chilena de Hepatología y, en esa calidad, me tocó trabajar mucho con el directorio. Esa era la tercera vez que estaba trabajando con ellos. Llegó el momento de las elecciones, se propuso mi nombre y salí elegido por el directorio en 2010 para vice-presidente y ahora he asumido en julio 2012 como presidente responsable.
- ¿Cuáles han sido los principales desafíos que ha tenido que enfrentar en estos primeros meses de administración?
- El tema administrativo. Uno no está muy preparado para eso. Como doctores, estamos bastante capacitados para interactuar con los enfermos, para resolver problemas médicos, para estudiarlos y preguntar opiniones a otros colegas, pero uno no sabe mucho de administración, ni menos de finanzas. Yo creo que ese es un desafío para todos los presidentes que entran y que, de un día para otro, se encuentran con un presupuesto, con dineros que entran y que salen, con actividades que necesitan de apoyo para realizarse, con necesidad de interactuar activamente con laboratorios que apoyan nuestras actividades. Entonces esa es una dificultad y gran tarea que nos pone la presidencia y que, de a poco, hemos ido resolviendo.
- Junto a su directiva, ¿cuáles son las metas que desean alcanzar durante este período 2012-2014?
- Hemos asumido esta tarea de manera muy positiva. Queremos hacer cosas nuevas, manteniendo todo lo bueno que se ha hecho durante todos estos años. Yo creo que el primer gran desafío es mantener una Sociedad activa, donde la participación de los miembros sea clave. Cuando en una sociedad las personas no se sienten identificadas con quienes figuran liderando, está condenada al fracaso, porque al no haber representación no hay participación. Por lo mismo, nosotros queremos que nuestros socios se sientan parte de la institución, que sientan que la Sociedad existe para ellos y que el pertenecer a ella les da algún beneficio. Queremos seguir afianzando nuestra relación con el ministerio de Salud, donde la Sociedad ha tomado y liderado, de alguna forma, temas de patologías AUGE/GES. Nuestros miembros están participando y promoviendo de forma activa sobre cómo una patología se puede transformar en una que tenga garantías constitucionales. Hemos apoyado como Sociedad el desarrollo de guías clínicas de al menos tres patologías digestivas involucradas en el GES: Hepatitis B y C y cáncer gástrico. Y, por supuesto, pretendemos seguir contribuyendo a mantener el estándar y nivel de los médicos que pertenecen a ella, cosa que se hace informando; generando actividades de difusión, cursos, congresos de calidad y trayendo especialistas de afuera para intercambiar experiencias; promoviendo el que hayan más becas de la especialidad, sobre todo para profesionales de regiones; y tratando de fortalecer la descentralización, que es un tema gigante en este minuto.
- ¿Qué pasa con eso doctor?
- De todos los gastroenterólogos que se forman en Santiago, la inmensa mayoría se queda en Santiago y especialmente en el área privada. Y en regiones hay falencias muy importantes. El doctor Edmundo Hoffman de Temuco, hace muy poco, escribió un artículo en nuestra revista aduciendo precisamente a ese tema. Hay una falencia grave que, como Sociedad, debemos abordar de alguna manera, potenciando la especialización de profesionales que aseguren su retorno a regiones y ojalá en el área pública, más necesitada de este recurso humano.
- De hecho, el año pasado comentábamos que uno de los grandes temas de la Sociedad era integrar a los profesionales que trabajan en regiones. Ante este escenario, ¿de qué manera se concretará ese importante aspecto?
- En este congreso, junto al doctor Arnoldo Riquelme, secretario ejecutivo, nos preocupamos –con sumo detalle y delicadeza- de que en todas las actividades siempre hubiera colegas de regiones, ya fuera moderando en mesas redondas, en mesas de presentaciones y exponiendo. Queremos que se sientan parte activa de la Sociedad. En el almuerzo que tuvimos con los past president conversamos precisamente sobre esto: de la importancia y necesidad de llegar a todos nuestros socios, desde Arica a Punta Arenas. Hoy internet, gracias a sus plataformas nos permiten poder lograrlo y comunicarnos fácilmente. Las nuevas herramientas tecnológicas pueden ayudar a multiplicar los conocimientos. Hace tres semanas atrás proyectamos una reunión de la Asociación de Hepatología online para todo Chile. En Santiago y ciudades grandes hay muchos más gastroenterólogos e instituciones Universitarias por lo que este tipo de instancias son para los especialistas de regiones más alejadas de mucho beneficio. Yo soy un convencido de que al compartir experiencias se crece como profesional y todos aprendemos.
- En este contexto, de qué manera integrarán, por ejemplo, a los pediatras que están ligados al mundo de la gastroenterología…
- Eso forma parte de un trabajo que nos hemos propuesto. Queremos integrar a nuestra Sociedad a los gastroenterólogos pediatras. Si bien a veces se encuentran al medio de dos especialidades, a nuestro juicio tienen mucha más afinidad con los gastroenterólogos de adultos que con los colegas pediatras en un congreso de pediatría general. En un congreso de Gastroenterología podemos tener la posibilidad de interactuar especialistas de niños y de adultos, con quienes sólo nos separa una brecha de edad del paciente y tenemos temas y patologías compartidas de mutuo interés. Este año, no pudieron participar, porque estaban en el Congreso de Pediatría en Punta Arenas. El próximo año, sí lo haremos. Se ha definido fechas diferentes para poder participar activamente. Tenemos listas las fechas, lugares y Secretarios ejecutivos para los dos próximos años para empezar a trabajar en los respectivos programas. El próximo año el Congreso Chileno de Gastroenterología se realizará en Pucón entre los días 28 y 30 de noviembre, porque es un lugar muy agradable y con una belleza natural muy atractiva para los invitados tanto nacionales como extranjeros, siendo su secretario ejecutivo el doctor Jorge Contreras.
- Es un hecho que a partir de 2015 comenzará en el país el tema de la recertificación de especialistas y subespecialistas. Como Sociedad de Gastroenterología, ¿cómo trabajarán esa materia?
- Bueno ese es un tema que aún no está claro para nadie. No sabemos bien qué va a pasar en noviembre de 2015. Hay entidades que están trabajando activamente, pero la verdad es que la Sociedad, en la primera fase, va a cumplir una labor facilitadora. No pretendemos acreditar, esa no es la misión de una sociedad científica. Lo que nos ocupa es el facilitar la actualización de sus miembros, tratar de que las personas asistan a cursos y congresos, comunicar experiencias clínicas e investigaciones y facilitar que esas personas tengan todo lo requerido para que, al momento de que se le solicite la información, tengan todas las actividades realizadas ordenadas. Casi el 90 por ciento de nuestras horas de educación médica continua están realizados en conjunto con la Sociedad Chilena de Gastroenterología. Nuestras actividades más importantes del año son el Curso de Avances en Gastroenterología y el Congreso Chileno de Gastroenterología. Además, tenemos horas lectivas generadas por las Asociaciones a través de cursos y visitas a regiones, y se da patrocinios a varias actividades durante el año como el Curso de Clínica Alemana, Clínica Las Condes y de la Universidad Católica, que se dan con una pequeña brecha temporal, para que no interfieran entre ellos. Así que damos auspicios con horas lectivas y estamos, de alguna forma, yendo a regiones. También estamos trabajando con los becados activamente. Se están haciendo todos los años junto a las distintas asociaciones cursos de actualización para todos los becados de gastroenterología en Chile, que actualmente son 24 en número, y que, además, fueron invitados a ser “miembros en formación” de nuestra sociedad a un costo muy inferior y beneficios evidentes.
- Pasando al tema del Congreso Chileno de Gastroenterología, ¿cuáles fueron los objetivos que se plantearon a la hora de organizar esta nueva versión?
- No es fácil hacer un lineamiento monotemático. Cuando uno desarrolla sólo un tema, se deja a mucha gente fuera. Este año junto con el doctor Arnoldo Riquelme y colaboradores, nos planteamos incluir a todas las especialidades. Quisimos hacer un congreso inclusivo que integrara a todas las ramas. Uno trata de hacer todos los años eso: cubrir todas las especialidades. El gastroenterólogo está ávido por saber qué es lo que está pasado en la frontera de todos los conocimientos del cáncer gástrico, de la úlcera gástrica, del Helicobacter Pylori. Este año coincidió con una solicitud del grupo internacional de HP que, hace dos años, nos pidió hacer el encuentro en Chile y eso implicó que el fuerte de este congreso haya sido ese. Pero en ningún momento se dejó de lado el resto de los temas que como sociedad nos competen, todo lo contrario, hubo bloques paralelos de hígado, EII, neurograstroenterología y cáncer, donde estuvieron tratados gran parte de los temas más importantes de la gastroenterología. Y ese fue el objetivo: tratar de tener todos los temas representados, pero en la frontera del conocimiento.
- Este año se desarrolló en forma paralela el Simposio Internacional de Helicobacter Pylori. ¿Qué novedades se presentaron en esta materia?
- Primero fue una instancia para conocer la realidad latinoamericana respecto a este tema, porque al final del día las patologías y las formas de tratarlas dependen en parte de la realidad geográfica, socioeconómica, susceptibilidades a antibióticos de cada país, etc. No podemos pretender, por ejemplo, que en Chile todos los pacientes con cirrosis se vayan a trasplantar, porque no existe el número de donantes suficiente. O no podemos erradicar a todos los pacientes con HP, que serían como 14 millones de personas, porque la prevalencia en el país es muy alta, la tasa de reinfección no es menor, quemaríamos antibióticos al usarlos masivamente y tendríamos efectos colaterales asociados, a diferencia de lo que podría pasar en países desarrollados. Las recomendaciones para Estados Unidos son totalmente distintas a la realidad latinoamericana por costos, por efectos colaterales o situaciones ambientales. Hay cosas contra las cuales no podemos luchar. Se habló que en países desarrollados la recurrencia anual de HP es entre uno a dos por ciento y en países subdesarrollados puede llegar a ser mucho más alta. Entonces es luchar contra una situación compleja. A lo mejor, lo que se podría hacer acá es intentar seleccionar a aquellos pacientes que tienen más riesgo de desarrollar una complicación grave determinada en parte por HP (neoplasia), pero no a todos. Las recomendaciones de países desarrollados no pueden ser las mismas que la nuestra. Por lo menos, no por el momento, porque las realidades son muy distintas.
- ¿Y cuál es el consenso para Chile?
- Todavía estamos trabajando en eso. El grupo de expertos nacionales y latinoamericanos está sugiriendo qué hacer en nuestro escenario. Algo parecido pasó cuando trabajamos en el consenso de hipertensión portal y hemorragia variceal. Cuando se estaba escribiendo el trabajo apareció más evidencia y se cambiaron algunas recomendaciones. Yo creo que esto es una cosa muy dinámica. Un consenso actual, en tres año más puede cambiar. Es una guía de recomendaciones, no una ley.
- Por último doctor, si tuviera que resumir o caracterizar este congreso 2012, ¿cómo lo haría?
- Yo lo caracterizaría como un congreso inclusivo e integrador. Yo quedé muy feliz y conforme. Hubo una muy buena participación. Más de 640 personas inscritas, lo que habla bien del interés de la gente. Vi a colegas de todo Chile y de otros países. Tuvimos más de 40 empresas de laboratorios apoyando el congreso. Tuvimos participación además activa de enfermeras y asistentes de endoscopía. Los comentarios fueron muy positivos. Hubo cosas muy buenas y otras por mejorar, pero el balance final es, sin duda, excelente. Tuvimos auditorios llenos de especialistas escuchando, levantando la voz y participando. Para nosotros es muy importante eso, porque permite que uno pueda desarrollar alguna inquietud y crecer profesionalmente. El congreso no fue sólo ciencia, hubo también mucho de camaradería. Tuvimos un grato cóctel y una participativa cena donde compartimos, bailamos y nos reímos mucho. Eso hizo que el congreso tuviese vida.
