Dra. Ana María Peña Guerrero:
“La estimulación temprana optimiza capacidades del niño en todas las áreas”
Uno de los aspectos más significativos en el ámbito de la salud pública durante el siglo XX, fue el avance en la lucha contra la mortalidad infantil, tarea en la que se vieron involucrados amplios sectores sociales, siendo los médicos protagonistas de esa historia.
Hoy, el trabajo –y gran parte de las políticas públicas tendientes a incrementar la sobrevida de los menores- está basado en entregar bienestar a los niños brindando una adecuada estimulación, que no se traduce simplemente en una serie de ejercicios, masajes o caricias sin un propósito claro, sino que va más allá de eso: tiene que ver con cada paso del proceso de formación de la estructura cerebral humana.
La estimulación temprana va dirigida al desarrollo potencial de los niños y niñas en las edades tempranas sin precisar áreas del desarrollo. Si bien, inicialmente se habló de estimulación precoz, cuando se intentó intervenir en las áreas del desarrollo anómalo, es decir, pequeños con necesidades educativas especiales como Síndrome de Down, autismo, con retardo mental, con hiperactividad marcada; hoy la intervención busca mejorar los procesos en desarrollo en cuatro áreas fundamentales: lenguaje, motricidad, actividad cognitiva o intelectual y los procesos emocionales y afectivos del niño.
La doctora Ana María Peña, destacada pediatra de Iquique formada en la Universidad de Chile, es una convencida de la importancia que tiene para los niños el que los papás le brinden la oportunidad de recibir estímulos sanos y adecuados.
Hace un tiempo, la especialista creó un centro de estimulación temprana donde a través de un conjunto de medios, técnicas y actividades con base científica –y aplicada en forma sistémica y secuencial- ayuda a desarrollar al máximo las capacidades cognitivas, físicas y psíquicas y a evitar estados no deseados en el desarrollo de los niños que lo necesitan.
A través de diferentes ejercicios y juegos, las terapeutas que trabajan en el centro proporcionan una serie de estímulos repetitivos, de manera de potenciar aquellas funciones cerebrales que, a la larga, resultan de mayor interés. No sólo se trata de reforzar aspectos intelectuales, como su capacidad para la lectura o el cálculo matemático, sino que la estimulación temprana también contempla los aspectos físicos, sensoriales y sociales del desarrollo.
Para conversar sobre este importante tema, la doctora Ana María Peña conversó con SAVALnet.
- Doctora, desde el punto de vista de su profesión ¿qué se entiende por estimulación temprana?
- La estimulación temprana se define como un grupo de técnicas para el desarrollo de las capacidades de los niños en la primera infancia, es decir, entre el nacimiento y los cuatro años de edad. Estas técnicas ayudan a corregir trastornos reales o potenciales en el desarrollo y a estimular capacidades compensadoras. Tiene por objetivo prevenir, estimular y detectar futuras dificultades en el desarrollo del niño, tanto a nivel psicomotor, lingüístico como psicoafectivo.
- ¿A quienes está destinada?
- Está destinada a todos los bebés, de entre cero y cuatro años, especialmente a los chicos de cero a dos años, para estimular el cerebro en todas sus áreas y así poder generar la mayor cantidad de redes neuronales tempranamente.
- ¿A partir de qué edad es necesario comenzar con este proceso de formación?
- Lo ideal es que se comience a desarrollar desde la etapa intrauterina para estimular los sentidos. Pero de manera científica se debe comenzar a los 45 días, desde que el bebé nace. Eso se debe hacer mediante diversos ejercicios psicomotores y lingüísticos, donde lo más importante es generar el apego entre el recién nacido y su familia, en este caso la mamá y el papá.
- ¿Cuál es la importancia de la estimulación temprana en los niños?
- Es un aspecto muy importante, ya que permite desarrollar y potenciar al máximo todas las áreas de aprendizaje de los niños y niñas. En el caso que se detecte alguna dificultad en el desarrollo del infante, se podrá intervenir con un plan de acción en forma oportuna e integral para que el niño tenga la posibilidad de desarrollarse de la mejor manera posible.
- ¿De qué manera contribuye la pediatría a la estimulación temprana?
- De muchas maneras. Cuando hago evaluaciones pediátricas de rutina y controles de niño sano trato de educar sobre la estimulación temprana desde la neurociencia, explicar esto a los padres con terminología sencilla, para que ellos puedan realizar la estimulación en el hogar, desde el apego del recién nacido a las etapas normales del desarrollo psicomotor del lactante menor y mayor.
- ¿Qué papel desempeña usted como estimuladora temprana?
- Creo que mi papel pasa por entregar orientación, educación e información a través de pautas de hábitos a los papás para que las apliquen con sus hijos desde la etapa de recién nacido. Me gusta explicarles y enseñarles cómo funciona la sinapsis en el cerebro del niño y cómo con nuestra enseñanza repetitiva se logra conectar más redes neuronales.
- ¿Qué áreas se trabajan con la estimulación temprana?
- Se aborda una estimulación de manera integral, involucrando todas las áreas como la psicomotriz, donde se estimula todo aquello que tiene que ver con el movimiento; el lenguaje, que es el proceso tanto de adquisición como del desarrollo del mismo y su comprensión, desde el lenguaje oral como un continuo hacia el lenguaje escrito; cognitivo, donde se involucran todos los procesos de cómo los seres humanos aprendemos; y finalmente afectivo-social, donde se ayuda a formar la personalidad de cada uno de nosotros, aporta a la construcción de la autoestima y nos ayuda a ser autónomos.
- Me gustaría que nos contara sobre los inicios de su consulta pediátrica y de estimulación temprana. ¿Cómo ha sido esa experiencia?
- Desde siempre he incluido en el examen físico de mis pacientes aspectos generales de su desarrollo psicomotor. Así los educo respecto de la crianza de su hijo, algo que reciben de muy buena manera y agradecen. Por otro lado, he tenido la experiencia de la teoría de la neurociencia, la estimulación temprana y sus beneficios ilimitados. Fue así como nació la idea de implementar con un equipo multidisciplinario este centro y llevar esa teoría a la práctica.
- ¿Qué tipo de trastornos deriva usted a estimulación temprana?
- No se pueden derivar trastornos, pero con la estimulación temprana sí se pueden identifican algunos retrasos o dificultades que presentan niños y niñas desde el ámbito psicomotor, del lenguaje o social, de tal manera que si somos capaces de intervenir oportunamente podremos ayudar a que ese niño potencie al máximo sus capacidades.
- Por último doctora, ¿existe el modelo perfecto de atención temprana, en algún país de Europa o en Estados Unidos?
- El modelo perfecto y con el que se está trabajando en la actualidad es el integral y multidisciplinario, que cuenta con diversos especialistas del área de la salud general y mental, del ámbito educativo y social. Esta visión global e integradora nos permite prevenir y detectar todo tipo de trastornos generalizados del desarrollo, dificultades de aprendizaje, complicaciones en el comportamiento o conductas disruptivas en los niños, con el fin de abordarlo de forma integral y mejorar todas las complicaciones de los pacientes.
