Dra. Verónica Mujica Escudero:
“Nuestra meta es formar médicos de calidad técnica y humana”
Cuando tenía tan sólo cuatro años supo que la medicina iba a formar parte importante de su vida. Esta destacada médico internista y diabetóloga, que trabaja en la VII Región, nació en Santiago y estudió en la Facultad de Medicina Norte de la Universidad de Chile.
Cuando tenía tan sólo cuatro años, la doctora Verónica Mujica Escudero supo que la medicina iba a formar parte importante de su vida. Esta destacada médico internista y diabetóloga, que trabaja en la VII Región, nació en Santiago y estudió en la Facultad de Medicina Norte de la Universidad de Chile.
Una vez egresada –y consciente que la conversación con los pacientes era uno de los aspectos fascinantes de la práctica médica- la inclinación hacia la medicina interna llegó sola. Como “no me gustaban mucho los procedimientos quirúrgicos”, como confiesa, se subespecializó en diabetes en el Hospital San Juan de Dios, recinto que le ofreció un cargo cuando finalizó su beca, eso sí debía esperar un tiempo.
Los años de perfeccionamiento fueron bastantes intensos. No sólo se caso, sino que también tuvo una hija, estudió e hizo turnos en la Unidad Coronaria Móvil. Su vida estaba tan agitada que necesitaba un breve receso, así que mientras esperaba su cargo en el Hospital San Juan de Dios se trasladó a Talca a trabajar.
“Cuando me vine lo hice con la con la idea de estar un año, mientras se producía el cargo que estaba ya reservado para mí. Como suele ocurrir, ese proceso se alargó un poco. Pasaron casi dos años hasta que se produjo la vacante y durante ese tiempo yo ya me había empezado a acostumbrar a la región, por eso cuando me llamaron no quise volver”, cuenta.
De la decisión, no se arrepiente. Más ahora que se transformó en la directora de la recién creada Escuela de Medicina de la Universidad de Talca. Al llegar a la región, en 1995, la doctora Mujica se unió a la Facultad de la Salud motivada por su interés en la investigación. Realizó algunas horas docentes y conoció a muchos profesionales que la llamaron a participar en este interesante proyecto.
“Tomé el desafío sin ninguna intención de hacerme cargo de la dirección de la Escuela. Fuimos avanzando en las diferentes instancias hasta que finalmente se concretó. Yo continué a cargo de la puesta en marcha, siempre con la idea de que otra persona se haría cargo, pero a fines del año pasado me la ofrecieron. Para mí fue toda una sorpresa”.
Para contarnos sobre este nuevo programa y los meses de puesta en marcha, la doctora Mujica conversó cordialmente en su oficina con SAVALnet.
- Dra. Mujica, ¿cómo nace la inquietud, en la Universidad de Talca, de implementar la carrera de medicina?
- La idea de implementación de la carrera de medicina estuvo hace mucho años dando vuelta en la Universidad. Cuando empezó a desarrollarse la Facultad de Salud con las carreras de Tecnología Médica, Odontología, Kinesiología, Fonoaudiología se nos preguntaba recurrentemente ¿por qué medicina no?. Las autoridades de la Universidad, años atrás, habían evaluado que las condiciones de la región no eran las apropiadas para levantar una Escuela tan compleja como esta. Sin embargo, esa misma evaluación, dado el crecimiento natural de la región y del sector salud a partir de la implementación del Plan Auge fueron los elementos que gatillaron que esa evaluación cambiara, lo que finalmente se tradujo en la creación de nuestra escuela.
- ¿Qué objetivos se han planteado como Escuela de Medicina para formar a los futuros profesionales de la salud?
Nos hemos planteado, en primer lugar, ser la mejor Escuela de Medicina a nivel regional y estar, de todas maneras, dentro de las mejores a nivel nacional. Es difícil pensar en sobrepasar a las Escuelas de Santiago, que tienen un alto prestigio y años de experiencia en este tema, pero queremos ocupar un buen lugar dentro del ranking nacional. Nos hemos propuesto formar a médicos de calidad no sólo en lo técnico, sino que también en lo humano. Esas son nuestras grandes metas: ser capaces de formar médicos que sean reconocidos por su calidad humana y profesional.
- ¿Cuál es el enfoque que se puede observar en la malla curricular propuesta por la casa de estudios?
- Tenemos una formación basada en competencias que, de alguna manera, metodológicamente nos pone el desafío de instalar contenidos que están muy bien direccionados. Eso significa que han sido diseñados de acuerdo a las necesidades actuales según el tipo de patologías, las características de la población y los requerimientos que hoy los usuarios tienen del sector salud.
- El estudio de la medicina no sólo requiere de alumnos con vocación, sino también de un equipo de docentes comprometidos con entregar sus conocimientos. ¿Qué nos podría comentar sobre los profesores que forman parte de este proyecto educativo?
- Por la etapa de desarrollo de la carrera, todavía somos pocos los profesores. Hasta el momento, y la idea es que así continúe siempre, el perfil de los académicos tiene que ser de personas interesadas en la docencia, es decir, que disfruten con entregar lo que saben. Actualmente, somos todos profesionales vinculados al sector público de salud, que hemos trabajado en el lugar natural en el que esta Universidad va a formar a sus alumnos, puesto que somos una casa de estudios pública y nos interesa tener mucho énfasis en aquellos temas que requiere la población: salud pública, geriatría y nutrición, que ocupan la mayoría de las prestaciones en los recintos asistenciales. Por lo que nuestros docentes tienen que responder a esos perfiles.
- Tengo entendido que la carrera abrió con 70 vacantes. ¿Cómo ha sido el proceso formativo durante estos meses?
- Fueron 70 vacantes las que se abrieron con postulación regular y cinco con proceso especial, de las cuales finalmente ingresaron 73. Todo este grupo se inscribió con niveles de PSU sobre los 700 puntos y con promedio de notas de 65, que es un muy buen indicador. Esto es motivo de orgullo, porque pensamos que efectivamente han ingresado a estudiar con nosotros un privilegiado de la región. El proceso se ha desarrollado con bastante naturalidad. Recientemente, el primer semestre se completó con un nivel muy bajo de repitencia. No hemos tenido deserción, al contrario, hemos recibido una alta cantidad de postulantes que quieren incorporarse a la carrera provenientes de otras universidades, lo cual nos pone muy contentos, pese a que –por ahora- esa posibilidad es muy baja.
- Me imagino que al ser una carrera nueva, con esta primera generación la relación docente-estudiante es más cercana y, por supuesto, personalizada. ¿Cuál es el feedback que recibe de sus alumnos?
- Efectivamente, ese ha sido un aspecto muy enriquecedor e interesante, porque como todavía son pocos estudiantes he tenido la oportunidad de conocer a varios de ellos personalmente. Esta ciudad y la misma región es relativamente pequeña, así que me he encontrado con muchos nietos e hijos de pacientes míos, lo que ha sido un gusto. A muchos de ellos los siento como casi parte de la familia y el feedback ha sido absolutamente positivo. Creo que la gran mayoría de nuestros estudiantes están contentos, se les nota.
- Actualmente, existen 16 Universidades que imparten la carrera de Medicina. Este aumente en la oferta ha revelado la falta de campos clínicos en varias regiones del país. ¿Cómo enfrentan Ustedes este tema?
- Efectivamente, este tema es un problema. Creo, eso sí, que hay varias cosas que debemos tener presentes. Los campos clínicos más escasos son los más complejos. La formación que nosotros entregamos es de un médico general, eso es lo que nosotros estamos comprometiendo y para formar a un médico general –capaz de atender las patologías prevalentes- no necesariamente se necesita un hospital de alta complejidad. Esta región posee 13 hospitales, de los cuales dos tienen mayor complejidad y el resto menos, pero muchos de ellos son excelentes hospitales para aprender, especialmente en los primeros años de carrera. Por eso, en nuestro plan de formación los centros de mayor complejidad se reservarán para los internados que correspondan. Por otro lado, la medicina se está volcando cada vez más hacia lo ambulatorio, por lo tanto la fortaleza –y eso es parte de la modernización de la educación del médico- debe reorientarse hacia lo ambulatorio, de tal modo que la utilización del campo clínico intrahospitalario, si bien es importante y se utilizará en la medida que se necesite, no es la base central de la enseñanza actual
- ¿Cuál es el perfil del médico que egresará de la Escuela de Medicina?
- El perfil de nuestros egresados estará dado por sus competencias. En nuestro caso son 10, cinco de las cuales tienen relación con la disciplina de diagnosticar, tratar, prevenir, promover y rehabilitar. Pero hay otras cinco competencias que están orientadas a fortalecer en ellos una capacidad de gestión de centros de atención de baja complejidad, de realizar investigación clínica, de ser capaces de liderar los equipos de salud, de trabajar con empatía con los usuarios, de tener una formación ética y valórica irreprochable, ese es el perfil que queremos lograr con el conjunto de todas sus capacidades.
- Por último doctora, en lo personal y como académica, ¿cuál es el sello que le gustaría imprimir en sus alumnos?
- Como dije al principio, el sello de la calidad humana ligada a la calidad técnica, una sin la otra no completan este proyecto. Deben ir las dos cosas muy unidas. El accionar médico en los últimos años ha sido criticado y –creo- con algún grado de razón, sobre todo por el alejamiento que se ha dado en la relación personal médico-paciente. Esa relación de médico de familia es muy importante no perder de vista, independiente de la especialidad o subespecialidad que tenga el médico, éste debe siempre tener presente que su paciente no deja de ser una persona, por lo que la manera en que nos acercamos a ella es tremendamente importante. Eso es lo que las nuevas generaciones deben retomar.
