https://www.savalnet.cl/mundo-medico/entrevistas/15778.html
20 Julio 2009

Dr. Álvaro Llancaqueo Valeri:

“Esta pandemia puso a prueba y mostró el buen nivel de la medicina nacional”

Desde el 17 de mayo hasta el 14 de julio se han confirmado por laboratorio 10.491 casos de infección por influenza A (H1N1). 

Al igual que los países del resto del mundo, el ministerio de Salud ha informado los casos confirmados con diagnóstico de laboratorio y no con criterio clínico. En relación a los primeros, el 5,4 por ciento ha requerido hospitalización; se han producido 33 fallecimientos y, en las últimas semanas, se ha observado un aumento en los menores de cinco años, seguido por los niños en edad escolar que concentran el 46 por ciento de casos.

Siguiendo las directrices del máximo organismo internacional y del ministerio de Salud chileno, los protocolos de atención se han implementado de manera exitosa en todo el territorio nacional. El doctor Álvaro Llancaqueo Valeri, penquista por adopción o como el mismo señala “por opción”, ha sido uno de los infectólogos de la VIII Región que ha trabajado fuertemente en el emergencia.

Médico cirujano de la Universidad de Chile; especialista en medicina interna de la Pontificia Universidad Católica de Chile; subespecializado en enfermedades infecciosas y microbiología clínica en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón que está asociado a la Universidad Autónoma de Madrid ha estudiado el tema desde su aparición.

Por ello, ahora que el tiempo se lo permite, el docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción, infectólogo del Hospital Higueras, jefe del programa VIH-Sida del Área Sur y subdirector médico de la Clínica Sanatorio Alemán de Concepción, aprovechó la oportunidad de conversar con SAVALnet sobre los inicios y evolución de este virus que ha “mostrado cómo los médicos internistas, pediatras y sus equipos de trabajo, que fueron quienes recibieron el impacto en los servicios de urgencia, han tenido un desempeño destacable durante todo este proceso, lo que demuestra la calidad de nuestra medicina”.

- Doctor Llancaqueo, lo primero que me gustaría preguntarle es, ¿estábamos preparados, no sólo en Chile sino que en el mundo, para enfrentar una pandemia?

Sí, yo creo que sí. Desde hace muchos años la Organización Mundial de la Salud estaba esperando que hubiera una. Tuvimos dos “ensayos” previos. Uno de ellos fue el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS), un coronavirus que surgió en Asia y motivó un manejo epidemiológico de contención que casi hizo desaparecer este virus. Después, tuvimos la amenaza de la gripe aviar también de preocupación, porque en los países asiáticos estuvo asociado a una alta mortalidad. Además, conociendo el virus de la influenza estacional y sabiendo que el virus periódicamente muta, estábamos esperando una nueva pandemia, pero no con mortalidades tan altas como la de los ejemplos descritos.

- Entonces se contaba con un plan de contingencia…

La OMS había dado instrucciones a los distintos países. Se contaba con una alerta epidemiológica mundial; con una clasificación de fases, que describía desde que se producía la primera mutación –que afectaba a animales- hasta el hecho que declaraba la pandemia; estaba establecido que era el director de la OMS e encargado de hacer el anuncio de cambios de fases, de comunicarse con los ministerios de salud de todo el mundo y de declarar la pandemia. Se había hecho toda una preparación. Antes del inicio de cada temporada de invierno la autoridad sanitaria de cada país envía informes con los requerimientos necesarios para enfrentar la influenza, de Chile posee hace varios años ya el sitio www.pandemia.cl, desde donde actualmente se obtiene toda la información sobre el tema que estamos viviendo, porque este es un cuadro muy dinámico. Sabemos que es una enfermedad claramente estacional, por lo que la situación provocada era esperable y se ha tenido un buen manejo. Otro punto importante, tiene que ver con la preparación técnica. Se describió el primer caso y ya teníamos la capacidad de hacer diagnóstico molecular a través de reacción de polimerasa en cadena lo cual es una cosa que no se puede improvisar, estaban los elementos técnicos en el instituto de salud pública y en algunos centros privados, por lo tanto eso habla de una correcta preparación. Por esa razón se pudieron testar los primeros casos con un diagnóstico exacto.

- Por lo que nos cuenta, sabemos que hubo una gran preparación a nivel médico, pero a nivel poblacional parece que el tema fue diferentes, porque cómo explicamos esta especie de psicosis generada.

Lo que yo puedo hablar es del conocimiento que tuvimos cuando este tema comenzó en México, donde se describieron los primeros casos sin saberse que era influenza. De hecho, la primera impresión que tuvo la autoridad sanitaria del país era que se estaban enfrentando a un nuevo SARS, por eso su definición de caso era tan grave y se pensó en una alta mortalidad. Además, tuvo una alta exposición mediática, cosa que es buena pero siempre con responsabilidad. La población debe estar informada, pero siempre es impredecible cuál va a la reacción. Si bien en todo este proceso hemos cometido errores –de los cuales hemos aprendido- estamos preparados para enfrentar una nueva pandemia. Es importante destacar que los médicos internistas, pediatras y sus equipos de trabajo, que fueron quienes recibieron el impacto en los servicios de urgencia, han tenido un desempeño destacable en cuanto a las exigencias tanto en el sistema público como en el privado.

- Frente a los casos confirmados y las muertes registradas, ¿Cómo se podría definir la situación epidemiológica actual del virus A H1N1 en nuestro país?

El virus está presente. Estamos en la fase plenamente activa de la circulación que se ha unido a la aparición en la población pediátrica del VRS y de otros virus. Si bien esta es una especulación, se espera que dentro de un par de semanas decline este tema. Respecto a la cantidad de pacientes que debieron ser hospitalizados, están dentro de los parámetros normales e incluso menores a los de la influenza estacional. Y en lo que respecta a la mortalidad, todos los años se vacuna a los grupos de riesgo contra la influenza estacional, sin embargo sin vacuna todavía para el AH1N1 hay un grupo importante que se encuentra en riego, por lo que era esperable algún grado de mortalidad. Hay que destacar, que a diferencia de algunos países vecinos, nosotros contamos con información diariamente actualizada y transparente. Por supuesto, que la percepción de las personas es totalmente diferente y genera alarma cuando se habla de potenciales muertes. Por eso es bueno que la población esté informada, porque así se reducen las alarmas y aumentan las confianzas en las autoridades técnicas.

- ¿Cuáles son las características de este virus?

Yo destacaría dos cosas. Primero, tiene una alta contagiosidad que no llega a ser extrema y, afortunadamente, es sensible al oseltamivir, que es el medicamento del cual disponemos y que es fácil de administrar, porque los adamantanos son bastante más tóxicos. Esas son las características que tiene ahora, por supuesto que puede mutar. De hecho, ya se registró un caso de resistencia en Dinamarca.

- De acuerdo a su experiencia, es posible entonces que el virus mute fácilmente.

Es lo que va a ocurrir. Se van a producir lo que nosotros llamamos cambios mayores, cambios menores o reagrupación que es lo que ha pasado a lo largo de la historia con los virus. Así que es esperable que ocurra.

Un artículo publicado el 22 de mayo en la revista Science da cuenta que la principal cepa del virus en cerdos fue descubierta hace más de una década. ¿El virus de la influenza porcina H1N1 es igual a los virus H1N1 de la influenza en seres humanos?

Lo que pasa es que los virus tiene dos enzimas principales: la neuraminidasa (N) y la hemaglutinina (H). Existen nueve tipos de N y 15 de H, de los cuales se supone que la N1, N2, H1, H2 y H3 son las que nos afectan a nosotros. Ahora, si los virus H1N1 en animales y seres humanos son iguales es una respuesta genética, donde se hace una tipificación completa del virus, por lo tanto esa es una respuesta –más bien- molecular que clínica. Lo que a nosotros nos interesa ahora es saber cómo se comporta el virus. Ahora ese H1N1 si es igual o no esa es una respuesta que nos va a dar la ciencia desde el punto de vista genético, porque pequeños cambios en el ADN pueden producir variaciones fenotípicas que hacen que la agresividad, es decir, la capacidad de producir daño varíen. Eso todavía está en un terreno especulativo. Estamos recién conociéndolo y viendo cómo se comporta. Se trasmitió de manera eficiente, ahora en qué momento pasó…es lo que todavía no sabemos.

- En Chile, el grupo de edad más afectado se encuentra está entre los 5 y 19 años. ¿Cuál es la razón?

Hay varias razones que explican este fenómeno. Primero, es un grupo extraordinariamente móvil que se circunscribe, generalmente, a un cierto espacio. Por ejemplo, niños y jóvenes en edad escolar que están bajo un mismo techo muchas horas, por lo tanto es más fácil de diseminar. Hay algunas especulaciones, respecto a que las personas de mayor edad que habrían estado expuestas al virus de la influenza asiática en el año 57’o la de Hong Kong en el 68’ podrían tener algún grado de inmunidad que los haga más resistentes. Eso todavía está en el plano especulativo. Hay que recordar también que las personas mayores están vacunadas, por lo que ellos tienen que tener algún tipo de memoria inmunológica que los ayuda. Además, las nuevas generaciones están menos expuestas.

- Para que el virus sea mortal, ¿qué características debe tener?

Para que el virus se comporte o tenga un grado de mayor agresividad y se desencadene un enlace fatal se requiere que haya un huésped susceptible y que además tenga ciertas condiciones de riesgo que, asociadas a enfermedades crónicas y medioambientales, pueden desencadenar un mal pronóstico. Siempre existe la posibilidad de que una persona sana, a causa de una respuesta inmunológica, inapropiada sufra alguna complicación. También importa mucho el tiempo de respuesta, porque si uno deja que la enfermedad avance y no toma medidas, muchas veces no es la influenza la que mata a las personas, sino que la complicación, por ejemplo, la neumonía bacteriana sobre agregada que suele ser un factor descompensante.

- ¿El brote de la influenza estacionaria complicará el trabajo de detectar y controlar la gripe A H1N1?

Sí, en este momento sabemos que la enfermedad predominante es la A H1N1, pero ya está entrando la influenza estacional y no tenemos la capacidad de hacer un diagnóstico molecular a gran escala, porque tiene un alto costo y es demoroso. De ahí la importancia de contar con los llamados “centros centinela” que están vigilando cuáles son los virus predominantes, su evolución y respuesta al tratamiento.

- Doctor, está controlada la pandemia en nuestro país o podemos llevarnos alguna sorpresa en un par de semanas.

No creo que haya sorpresas. No tengo la capacidad de adivinar el futuro, pero la información que hemos entregado ha sido tan transparente que no debiera haber sorpresas. De hecho la situación dada en la X Región se está investigando concienzudamente para determinar qué pasó allí. En ningún caso vamos a pasar de un par de cientos contagiados a cientos de miles, como en países vecinos. Aquí la clave es la proyección esperable dentro de un brote.

- A usted, como infectólogo, qué lecciones le deja la evolución de la enfermedad.

Bueno, las lecciones son varias. Primero, es bueno estar preparado, porque claramente se puede tener un mejor accionar. Segundo, que las comunicaciones han sido un tema clave para dar a conocer los planes implementados por la autoridad sanitaria. Tercero, contamos con profesionales en los servicios de urgencias de clínicas y hospitales que se han comportado a la altura de las circunstancias, lo que ha impedido que el sistema colapse. Y lo otro, es que en la VIII Región hemos actuado en línea con todos los organismos, cooperando el sistema público con el privado. Lo que es notable. De todas las situaciones se aprende y creo que ésta la hemos sorteado muy bien. Es de esperar que no aumenten las muertes y que las personas que están en estado crítico se recuperen satisfactoriamente.

- Por último doctor, contaremos pronto con una vacuna.

Yo creo que sí y pronto. Probablemente la A H1N1 el próximo año se transforme en la influenza estacional.

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