Dr. Alejandro Cubillos Lobos:
“El desarrollo de terapias más invasivas en dolor neuropático refractario es aún incipiente en Chile”
El dolor neuropático, causado por diversos desórdenes nerviosos centrales o periféricos, es especialmente problemático por su severidad, cronicidad y resistencia a analgésicos simples. Afecta desde un dos a un ocho por ciento de la población, y su tratamiento es muy costoso para los sistemas de salud y devastador para los pacientes.
El doctor Alejandro Cubillos Lobos, neurocirujano de la Universidad de Chile, que se perfeccionó en manejo del dolor en la Universidad de París y en el Servicio de Neurocirugía Henri Mondor de Francia, se ha preocupado de este importante tema.
Para él lo más fascinante de su especialidad es “la combinación del conocimiento y práctica neurológica con la práctica quirúrgica en un terreno muy desafiante, como lo es el sistema nervioso”, razón por la cual se encuentra organizando un curso sobre “Dolor neuropático crónico: desafíos y modalidades actuales de tratamiento” que se realizará en el mes de septiembre próximo
El actual jefe del Centro de Responsabilidad Quirúrgico del Hospital San José y neurocirujano del staff de Clínica Indisa, conversó con SAVALnet para ahondar en algunos aspectos de este tema, que se ha transformado hoy en uno de los campos de acción más difíciles y, a la vez más relevantes de la práctica clínica, debido a las complejidades propias de su fisiopatología, a la creciente prevalencia y variedad de enfermedades neurológicas o condicionantes.
- Doctor Cubillos, ¿qué es el Dolor Neuropático?
- Es el dolor que se origina luego de la lesión o enfermedad de estructuras pertenecientes al sistema nervioso, tanto central como periférico. Es decir es un dolor a menudo con características de “corrientazo”, latigazo, sensaciones de frío o quemazón dolorosa, sensaciones punzantes como “agujas”, cuya área de distribución corporal presenta alteraciones de la sensibilidad y de la motricidad, todo por daño a las estructuras nerviosas, es decir, (nervios, raíces espinales, médula espinal o encéfalo, que inervan o controlan las sensaciones y el movimiento en dicha parte del cuerpo.
- ¿Qué puede causarlo?
- Cualquier lesión o enfermedad que afecte la estructura o integridad del tejido nervioso, o la función de éste, pueden causar este tipo de dolor. Ejemplo de lo anterior, yendo desde las estructuras más periféricas a las más centrales, son la polineuropatía diabética; neuropatías por compresión como el síndrome del túnel carpiano; lumbociática aguda y crónica; neuralgia del trigémino; traumatismos por accidentes o agresiones de los nervios periféricos y plexos nerviosos; traumatismos o tumores de la médula espinal, accidentes cerebrovasculares, entre otros.
- ¿Cuál es la prevalencia de esta patología en nuestro país?
- No conozco datos de prevalencia del dolor neuropático en nuestro país. No obstante esta prevalencia no es menor, toda vez que entre las enfermedades causales se encuentra la diabetes mellitus, la insuficiencia renal crónica, las patologías degenerativas de columna vertebral, el síndrome del túnel carpiano y las neuralgias del trigémino y postherpéticas, las que de por sí son frecuentes.
- ¿Cómo afecta esta enfermedad en la calidad de vida de las personas que la padecen?
- Cuando la causa que la produce es tratada oportunamente –por ejemplo en descompresión quirúrgica del nervio mediano en la muñeca en un síndrome de túnel carpiano, o extirpación de una hernia de núcleo pulposo en la columna que está causando una lumbociática por daño a una raíz nerviosa, o tratamiento farmacológico apropiado de una polineuropatía diabética- lo habitual es que el impacto en la calidad de vida sea escaso. Sin embargo, cuando este tipo de dolor se vuelve “crónico”, es decir, que dura durante muchos meses e incluso años, aún cuando haya desaparecido la enfermedad que lo causó, el impacto en calidad de vida es significativo, perturbando todas las actividades diarias y laborales y repercutiendo en la estabilidad psíquica, social y familiar del afectado.
- ¿Cuáles son las patologías, en orden de importancia, que causan el dolor neuropático?
- A las ya señaladas, hay que agregar el síndrome de dolor regional complejo tipo I y II, que es el dolor neuropático asociado a edema y cambios tróficos de la zona afectada, que se ven luego de lesiones estructurales de nervios periféricos en el caso del tipo II, y de otras situaciones no necesariamente asociadas a lesiones de nervios, como por ejemplo en las fracturas o posterior a cirugías en cualquiera de los miembros.
- En comparación a los antiguos tratamientos, ¿Cómo se ha ido avanzando en este tema y qué nuevos medicamentos se están usando?
- En los últimos años, se han desarrollado y aplicado fundamentalmente nuevos fármacos antidepresivos y anticonvulsivantes, que han permitido agrandar el armamentario farmacológico, al sumarse a los clásicos o tradicionales como la amitriptilina y carbamazepina. Ejemplo de los nuevos fármacos son la gabapentina, pregabalina, lamotrigina, venlafaxina, duloxetina.
- ¿Cuál es el perfil de efectos adversos que pueden experimentar los pacientes al usar estos nuevos medicamentos?
- Hay fundamentalmente de dos tipos: anticolinérgicos, asociados al uso de antidepresivos tricíclicos, como sequedad bucal, visión borrosa, constipación y estreñimiento, dificultad miccional; y centrales tales como vértigo, somnolencia, confusión o ataxia, asociados a los anticonvulsivantes tradicionales.
- ¿Qué acciones se pueden desarrollar para prevenir esta patología?
- La principal acción es el manejo inmediato y agresivo del dolor en su etapa aguda, es decir, en los primeros momentos en que el dolor aparece. Este control del dolor en etapa aguda puede conseguirse con medios farmacológicos o, si es necesario, con medios quirúrgicos. Tiene que ver con el tratar y hacer desaparecer la enfermedad causal del daño al sistema nervioso, así como en evitar que la persistencia de un dolor no tratado, vaya a condicionar lo que llamamos una “sensitización secundaria”, es decir, una descarga eléctrica anormal de ciertas neuronas ubicadas en la sustancia gris de la médula espinal que, a menudo, se prolonga en el tiempo, aún cuando la causa original del dolor haya desaparecido. Esta sensitización de neuronas espinales de la vía del dolor, causa la perpetuación del dolor con impacto en la calidad de vida de la persona. A menudo este tipo de dolor es muy difícil de tratar y, por lo tanto, el manejo adecuado en etapa aguda es el aspecto clave.
- Doctor y ¿cómo se asocia el dolor neuropático con el stress?
- El stress no es causa de dolor neuropático. Sin embargo, el dolor neuropático puede ser un factor que favorezca reacciones de stress. A su vez las reacciones de stress podrían actuar como desencadenantes o agravantes del dolor neuropático ya constituido, haciendo más difícil la respuesta a los tratamientos.
- Por último doctor, ¿por qué decidió dedicarse al tema del dolor?
- Porque como neurocirujano he recibido formación en universidades francesas en el manejo del dolor refractario con técnicas neuroquirúrgicas. Dado que ésta es un área relevante, desde el punto de vista de salud pública, y que el desarrollo y aplicación de las variadas y vigentes técnicas de tratamiento quirúrgico de los cuadros dolorosos crónicos refractarios a terapias menos invasivas son todavía muy incipientes en Chile, he decidido integrarme a algunos equipos de dolor tanto en el sistema público como privado, y contribuir a desarrollar una experiencia en ese sentido, que permita también ir considerando paulatinamente las técnicas neuroquirúrgicas como alternativa útil en los casos más severos y refractarios de dolor crónico, siempre en un contexto multidisciplinario.
