Aumento en la prevalencia del párkinson
Si bien la causa aún se desconoce, sí está claro que existen factores ambientales y genéticos los cuales han ayudado a desarrollar modelos experimentales para estudiar sus causas.
Es la segunda patología que afecta con mayor frecuencia a mayores de 65 años. No obstante el aumento en la esperanza de vida sitúa a Chile como uno de los países más longevos de América Latina, también lo posiciona como la nación que registra mayor prevalencia del párkinson a nivel regional.
El último estudio publicado por “The Lancet Neurology” indica que entre los años 1990 y 2016, las muertes atribuidas a esta enfermedad aumentaron en 16,5% y la prevalencia en 19,9%, situando a Chile como el país latinoamericano que registra mayor aumento en la prevalencia de esta patología. Los países que reportaron menor incremento en la prevalencia fueron Argentina, Cuba y Uruguay. En relación al número de muertes, el país se encuentra en la quinta posición.
Según explica el neurólogo de Nueva Clínica Cordillera, doctor Gonzalo Muñoz, esta patología tiene un curso y presentación muy variable en la población. “En algunas progresa muy lentamente y en otras tiene un comportamiento más agresivo que deja a la persona con importantes dificultades para movilizarse principalmente. Hay factores que hacen que esto empeore como, por ejemplo, el diagnóstico tardío y no realizar actividad física”.
El estudio concluyó que, a nivel global, la presencia de la enfermedad de Parkinson se ha duplicado en los últimos 26 años, pasando de 2,5 millones de personas a 6,1 millones en la actualidad. Y es que lo cierto, es que no es una patología exclusivamente de personas de edad avanzada, 30% de los diagnosticados tienen menos de 65 años.
Para el neurólogo, lo ideal es realizar el diagnóstico clínico de la patología. “Para detectarla a tiempo hay que considerar que es una condición que no solo genera temblor de reposo, rigidez y disminución de los movimientos, sino también otros elementos que pueden aparecer hasta 10 años antes como lo son trastornos de memoria, del ánimo e incluso del sueño. Algo similar ocurre con la pérdida del olfato que también puede ser un síntoma precoz”.
