VII Región
En FITAL 2003, médico recibe premio por su criadero de caballos bretones
Durante los últimos 15 años, el doctor Guillermo Sepúlveda Vásquez se ha dedicado con mucho entusiasmo a la crianza de caballos Bretones. En abril de 2003, a los 46 años, recibió un galardón en homenaje a su reconocida trayectoria en esta actividad paralela a la medicina, que tanto lo apasiona.
El marco de la premiación fue la trigésimo novena Feria Internacional de Talca (FITAL), que se llevó a cabo entre los días 27 de Marzo y 6 de Abril de 2003 en la capital de la VII Región, y que es el evento multisectorial más importante de Chile, pues reúne a destacados exponentes del mundo de la industria, el comercio y la agricultura.
El doctor Sepúlveda se ha concentrado principalmente en la crianza de percherones de fuerza y tiro belgas y bretones. Estos ejemplares de origen galo, son conocidos por su robustez, peso, volumen, preparación, calidad y elegancia de movimientos. De hecho, el diploma que le entregaron los directivos de FITAL 2003, es un premio a la excelencia de raza, dentro de la colección caballar del médico. La distinción se referiere más especificamente a un hermoso caballo bretón francés inpteaux único en Chile, llamado "Botas Negras". El potro fue importado desde Francia hace seis años, pesa 1.200 kilos y tiene la fuerza de cinco caballos comunes juntos, pues podría arrastrar hasta cinco veces su propio peso.

El médico pasó gran parte de su niñez en una zona rural cercana a la ciudad de Linares, y ya en esa época soñaba con tener y criar caballos de esta raza en particular, “pues son animales muy dóciles, de fácil aprendizaje y de buen carácter, pero por sobre todo: prestan servicio y son útiles para el hombre de campo, lo que permite que se genere una amistad con el animal”.
El doctor Guillermo Sepúlveda explica que la medicina le ha permitido, entre muchas otras cosas, hacer realidad este sueño y darse el gusto de mantener su apasionante hobbie. Su criadero se encuentra en las cercanías de la hermosa ciudad de Linares, camino a Panimávida. El Haras lleva el nombre de “María Luisa”, en memoria de su querida madre.
