Médicos participan en curso de cueca en Temuco
“Que suenen las vigüelas, afinen las guitarras, entonemos cuecas y tonadas, levantemos los pañuelos porque hay que celebrar la bienvenida del 18 como Dios manda”. Siguiendo esta premisa, el equipo del Centro SAVAL de Cooperación Científica de Temuco organizó un interesante curso de cueca que se desarrolló en seis módulos prácticos que se iniciaron el 24 de agosto recién pasado y el cual estuvo destinado a los médicos de la región.
La actividad contó con el patrocinio del Colegio Médico de Chile Regional Temuco, entidad que confió en esta idea y facilitó su auditórium para realizar las clases, las cuales fueron dirigidas por dos monitores profesionales: la señora Cristina Miranda, Asistente de Servicios de Centro SAVAL Temuco y por el señor Jorge Manríquez.
En un comienzo, a algunos médicos les costó más que a otros ir desarrollando los pasos principales, como son el deslizamiento y cepillado para llegar finalmente al zapateo. Pero lo que más se destacó fue la energía, dedicación y cariño que pusieron todos los participantes por ir adquiriendo la destreza, captar el ritmo de la música y agregarle la cuota de coquetería que debe llevar este baile. Fue así que con el correr de las jornadas surgió un profundo sentimiento de aprecio por nuestro baile nacional.
Esto quedó demostrado el día 12 de septiembre, fecha en que se efectuó el acto de clausura, ya que la mayoría de los alumnos llegaron luciendo orgullosos sus atuendos de huaso, huasa o china. El evento contó además con la destacada participación de un grupo folklórico de niños pertenecientes a la Escuela Llaima, quienes dieron gala de sus habilidades ofreciendo una muestra con tres tipos de cueca, para después continuar tocando largamente. Así, todos los invitados tuvieron la oportunidad de bailar al son de un verdadero esquinazo.
Posteriormente, se hizo entrega de certificados a los participantes y también de algunos obsequios. Para las damas, un pañuelo para bailar cueca y para los varones, un vino tinto para celebrar. Todo culminó con un cóctel de camaradería, que por supuesto incluyó empanadas, chicha y dulces chilenos.
La actividad fue considerada un éxito tanto por los organizadores como por los médicos, ya que la asistencia y entusiasmo desplegados fueron dignos de la celebración del mes de la Patria.
