Iniciativa exitosa
Biblioteca del Hospital Regional de Talca cumple seis años
Por más de cuatro décadas los médicos del Hospital Regional de Talca anhelaron contar con su propia biblioteca, aspiración que no pudo concretarse por diversas razones.
Ya en 1956 se recibían aportes de revistas y libros, pero no se disponía ni de planta física estable, ni de personal con dedicación completa y cono- cimientos técnicos adecuados.
Pese a ello, los distintos servicios se organizaron para adquirir algunas publicaciones, pero seguían sin tener un lugar donde ponerlas.
Con el objeto de dar respuesta a la creciente necesidad de información, en 1995 el doctor Raúl Silva, entonces director del hospital, y del doctor Gastón Christen, sub director médico de la época, junto con representantes del Colegio Médico y de la Sociedad Médica del Centro, crearon el Comité de Restauración de la Biblioteca, comisión que se preocuparía de todo lo requerido para el nuevo recinto: planta física, mobiliario, adquisición de textos y recolección del material bibliográfico existente.
La dirección del hospital asignó a una funcionaria con dedicación exclusiva y gestionó los fondos para cubrir gastos básicos. Paulatinamente fueron recibiendo aportes, como el primer computador, donado por la dirección del Servicio de Salud del Maule, y una fotocopiadora y un proyector, regalo de la Sociedad Médica del Centro.

Cuenta el doctor Hernán Villalobos, socio fundador de la biblioteca y primer director de la corporación, que el asesor jurídico del hospital les propuso la idea de crear una Corporación de Ayuda al Hospital Regional de Talca, institución que sería responsable del funcionamiento de la biblioteca: “el 14 marzo de 1997 se redactó el texto definitivo del estatuto que nos otorgó la personalidad jurídica y desde entonces contamos con un carácter independiente, lo que faculta a la biblioteca para fijar cuotas a los socios, arrendar, adquirir bienes muebles e inmuebles, celebrar contratos, recibir donaciones, entre otras posibilidades”.
Desde los inicios de la biblioteca, el número de médicos socios y otros profesionales de la salud, se ha incrementado progresivamente, llegando en la actualidad a 156 personas que con su aporte mensual permiten el financiamiento de la corporación.
Además de los servicios bibliográficos, los socios pueden utilizar equipos computacionales, grabador de discos compactos, scanner, impresora, fotocopiadora, fax, cámara fotográfica digital y proyector.

Los encargados de la biblioteca señalan que los médicos usan cada vez más estos elementos técnicos: “desde luego continúan haciendo uso de revistas y textos, pero aprovechan los computadores para crear el diseño de sus presentaciones y se conectan a Internet para bajar información. Afortunadamente, hemos establecido un estrecho vínculo con Centro SAVAL de Talca. Siempre colaboran con nosotros en las búsquedas bibliográficas y nos ayudan en presentaciones clínicas, conferencias y diseño del material gráfico”, explica el doctor Villalobos.
Transcurridos seis años, la biblioteca del hospital tiene convenio con la Universidad de Talca y la Universidad San Sebastián, lo que permite a los alumnos usar algunos de los servicios ofrecidos. Dichos beneficios se hacen extensivos también a internos, becados y médicos que realizan estadías de perfeccionamiento en el recinto hospitalario.
“En estos 6 años de trabajo, hemos tenido un gran crecimiento. Disponemos de suscripciones a 47 importantes revistas médicas, entre las cuales podemos destacar New England Journal of Medidine, The Lancet, Surgery, Obstetrics & Gynecology, Pediatrics y Revista Médica de Chile. Además contamos con más de 300 textos, como por ejemplo Harrison´s, Schwartz, Nelson, Pérez Sánchez, que vamos renovando con cada nueva edición”, señala el doctor Villalobos.
Sin duda esta iniciativa ha permitido el acceso a información reciente y actualizada a numerosos médicos, becados y alumnos, y su modelo organizacional perfectamente podría ser replicado en otras regiones del país.
