En la IV Región:
Hospitales se capacitan para enfrentar desastres naturales
Chile, por su situación geográfica y características geológicas, presenta la periódica manifestación de fenómenos climáticos y está expuesto a sufrir catástrofes naturales de variada índole, por ello es esencial que los organismos encargados de la salud de las personas estén preparados ante este tipo de emergencias.
Con el objetivo de que todos los hospitales cuenten con un plan de acción frente a emergencias y lo lleven a la práctica mediante capacitación y simulacros, los días 26, 27 y 28 de octubre se desarrolló en auditorio del Servicio de Salud Coquimbo el Seminario Regional de Desastres, dirigido a todos los establecimientos de la red asistencial de salud, organismos que adquieren gran importancia ante estas situaciones, ya que forman parte del Sistema Nacional de Protección Civil.
El encuentro contó, entre otros, con la participación del doctor Alberto Maturana, director de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) y el señor Luis Busco, jefe de la Oficina de Emergencias del Ministerio de Salud. Entre los expositores, también estuvo presente el doctor Javier Aguirre, jefe regional del Sistema de Atención Médica de Urgencias (Samu), quien destacó la importancia que tiene el realizar este tipo de actualizaciones ya que dentro durante los desastres “es necesario ver cómo interactúa el hospital con la comunidad y ésta con la red pre hospitalaria y la red municipal”. Asimismo, señaló que es indispensable “definir planes de acción frente a emergencias, a través de los comités que existen en cada hospital encargados de ello”.
La idea de este tipo de actualizaciones es que, mediante un programa de acciones preventivas, se identifiquen y corrijan situaciones potenciales de riesgo; asegurar la debida protección de la vida y la salud de todas las personas, que son atendidas o trabajan en los establecimientos de salud; preparar al personal y a la población para enfrentar en forma rápida, ordenada, segura y eficaz una situación de emergencia; estar en condiciones de aumentar rápida y efectivamente la capacidad de atención de salud cuando las circunstancias así lo requieran y asegurar el reestablecimiento precoz de las funciones normales del servicio, cuando éstas hayan sido alteradas por situaciones de fuerza mayor.
En los últimos 25 años, los desastres naturales en el mundo han producido la muerte de más de 3,5 millones de personas; afectado de forma directa o indirecta a 800 millones y producido pérdidas económicas del orden de los 50 billones de dólares, por lo que es importante que los establecimientos de salud estén preparados para enfrentar estas emergencias.
