Especialistas analizaron impacto de Salas de Atención Integral del Parto
Profesionales del Departamento de Ginecología y Obstetricia de Clínica Alemana dieron a conocer el estudio “Impacto de las Salas de Atención Integral del Parto (SAIP) en la tasa de cesáreas”. El análisis consideró los 2.866 nacimientos ocurridos en el centro de salud durante 2004, entregando una positiva evaluación de estas unidades en la preferencia de las madres por un alumbramiento vaginal, sistema busca favorecer el apego entre la madre, el padre y el hijo.
Los expertos analizaron el porcentaje de madres que dio a luz naturalmente o por cesárea, tanto con el sistema tradicional como en las cuatro salas SAIP con que cuenta la institución desde octubre de 2003, las cuales están acondicionadas con el confort de una habitación normal, pero con el equipamiento de un pabellón quirúrgico.
El estudio estuvo a cargo de un equipo integrado por el doctor Rodrigo Riveros, jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia del centro de salud, el ginecólogo Max Polanco y las matronas Alejandra Gallegos y Eliana Barra.
En sus conclusiones los profesionales exponen que si bien la tasa de madres que optan por partos vaginales se explica por múltiples factores, el uso de salas SAIP podría proyectar una disminución paulatina en la tasa general de cesáreas, la cual podría contribuir a revertir la masificación de esta vía del parto en Chile, que de un 12 por ciento durante la década de los ‘70, creció a un 40 por ciento a fines de los ’90, porcentaje que se eleva por sobre el 50 por ciento en el caso de las pacientes del sistema privado.
Excluyendo las cesáreas electivas y embarazadas con patologías, al analizar con cálculos comparativos cómo terminaban los partos en las salas de preparto tradicionales y en las SAIP, los profesionales observaron que “cuando el médico y la paciente eligen estas instalaciones, existe un compromiso con la vía vaginal”, explica el doctor Riveros.
De acuerdo al estudio, el 97.5 por ciento de las usuarias de salas SAIP tuvo un parto vaginal y un 2.5 por ciento se realizó una cesárea. En tanto, en las que no utilizaron este sistema hubo un 83.7 por ciento de partos vaginales y un 16.3 por ciento de cesáreas.
En el caso de las pacientes primigestas, grupo sobre el que habría que intervenir para lograr una disminución definitiva de cesáreas, hubo un 95.9 por ciento de partos vía vaginal y un 4.1 por ciento de cesáreas en las salas SAIP, mientras que en los prepartos tradicionales se presentaron 85.2 por ciento de partos vaginales y 14.7 por ciento de cesáreas.
Según los especialistas a cargo del estudio, las salas SAIP se aconsejas preferentemente para pacientes sin antecedentes de cesáreas previas o de patologías en el embarazo y que no enfrenten un embarazo múltiple.
Considerando que existen diversas variables obstétricas que pueden sesgar estos resultados, el equipo del doctor Riveros está planificando un estudio prospectivo para evaluar el real impacto de las salas SAIP.
