Salud prenatal
Estrés materno puede afectar ritmo cardiaco fetal durante el embarazo
Según detalla una publicación de febrero de 2003 aparecida en la revista Developmental and Behavioral Pediatrics, el estrés y los cambios que puede sufrir una mujer embarazada en su ritmo cardíaco y presión sanguínea, afectan también el ritmo cardíaco del feto.
Si bien la investigación no acreditó que el estrés de la madre tuviera consecuencias negativas sobre la salud del feto, sí confirmó que sus cambios en la actividad cardiovascular relacionados con las emociones, tenían efectos directos e inmediatos sobre el bebé.
Los científicos determinaron que durante las pruebas de estrés, los incrementos en el ritmo cardíaco fetal estaban relacionados con el nivel general de ansiedad de la madre, pero no con los aumentos de ritmo cardíaco y presión sanguínea de la mujer. Sin embargo, la actividad cardiovascular de la madre y su nivel general de ansiedad aparecieron altamente vinculados con los cambios en el ritmo cardíaco fetal durante el período de recuperación luego de concluidas las pruebas.
Estudios anteriores ya habían mostrado que el estrés sufrido por la madre durante el embarazo, puede aumentar el riesgo de nacimientos prematuros y de bebés con bajo peso. Esta investigación refuerza la idea de que esta situación podría "reprogramar" el medio ambiente fetal, afectando su conducta y el funcionamiento fases posteriores de su vida.
Los especialistas realizaron un seguimiento del ritmo cardíaco, presión sanguínea y ritmo de respiración en 32 mujeres sanas, en el tercer mes de embarazo, antes, durante y después de un breve examen psicológico diseñado para producir una respuesta de estrés. A medida que las voluntarias que tenían más ansiedad se recuperaban, también sus bebés mostraban mayores disminuciones en su ritmo cardíaco.
Los científicos aún no logran establecer por qué los cambios en el ritmo cardíaco fetal están asociados con el ritmo cardíaco y la presión sanguínea de la madre durante el período de recuperación y no durante la prueba de estrés, pero sugieren que podría deberse a que se requeriría un tiempo mayor para que los efectos fisiológicos del estrés alcancen al feto. En cambio, la relación entre el ritmo cardíaco fetal y los niveles cotidianos de ansiedad de la mujer pueden sugerir pautas de ritmo cardíaco fetal que ya han sido moldeadas por el estado de ánimo de la mujer durante los meses previos de embarazo.
El equipo de investigación, liderado por la doctora Catherine Monk de la Universidad de Columbia, Nueva York, pretende continuar con los estudios referentes a este tema, y si los cambios sobre el ritmo cardíaco del feto podrían tener implicaciones para la salud fetal y su desarrollo a largo plazo.
