Con la presencia de destacados médicos y directivos del Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de su Servicio de Cirugía Cardiovascular, el viernes 17 de diciembre de 2004 se llevó a cabo una ceremonia en la que la unidad asistencial recibió un nuevo equipo láser para el tratamiento de enfermos coronarios que persisten con angina y que no pueden someterse a procedimientos tradicionales para aumentar la irrigación cardiaca.

El sistema de revascularización transmiocárdica con láser de CO2, fue donado por el empresario Anacleto Angelini y ejecutivos de la Fundación Copec-UC, organismo que en la ocasión fue representado por su presidente, el señor Felipe Lamarca.

El doctor Ricardo Zalaquett, jefe del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Clínico UC, explicó que el procedimiento podrá ser empleado en pacientes con enfermedad coronaria extensa y difusa, que siguen sufriendo de angina, que ya están en tratamiento médico máximo y en quienes ya no es posible realizar más intervenciones de revascularización, ya sea bypass o angioplstías. “Estos pacientes deberían ir creciendo en número, sobre todo en la medida en que la población envejece y tiene más procedimientos a su haber para su patología coronaria”, dijo.

Desde que comenzó a utilizarse en los años ’90, ha existido controversia en relación a los beneficios de la revascularización transmiocárdica, sin embargo, el doctor Zalaquett explica que la evidencia demuestra su efectividad.

En 1999 la revista The New England Journal of Medicine publicó una investigación que demostraba que en comparación con un tratamiento médico no quirúrgico, la angina refractaria mejora tras revascularización transmiocárdica, técnica que implica una creación de canales en el miocardio a través del láser, cuya investigación se remonta a la década de 1950. “El sistema permite hacer incisiones de alta precisión, que no se cierran inmediatamente, que no provocan arritmias y que no implican mayor sangrado, lo que no es posible por otros medios. Desde que surgió, ha sido un procedimiento discutido porque lo que más se cuestiona es si estos canales se mantienen abiertos o no, pero las evidencias muestran que al menos en el 30 por ciento de los pacientes sí permanecen abiertos, estableciéndose comunicaciones con los vasos propios del corazón del paciente”, señala el doctor Zalaquett.

El médico agrega que es muy probable incluso que el láser promueva el desarrollo de angiogénesis, “es decir, la creación de nuevos vasos sanguíneos coronarios en el corazón. Lo importante es que estos graves pacientes mejoran su angina, desapareciendo totalmente en muchos de ellos. Por lo tanto, es un procedimiento efectivo, aprobado, además, por la Food and Drug Administration (FDA), de Estados Unidos”.

En la actualidad, según explica el especialista, el láser se usa como procedimiento exclusivo a través de una pequeña incisión o combinando con bypass coronario o angioplastía. Asimismo, se está investigando el uso del láser asociado a terapia con células madre para reemplazar el tejido miocárdico ya infartado.

Con la adquisición de esta máquina de láser de CO 2, el Hospital Clínico UC dispone de todas las alternativas de tratamiento actualmente disponibles en el mundo para los pacientes con enfermedad coronaria.