Postoperatorio abdominal
El poder del chicle
Después de una intervención abdominal, muchas personas padecen temporalmente de problemas intestinales, epigastralgia leve, náuseas y vómitos o íleo paralítico. Masticar chicle podría ayudarles a superar estas molestias y recuperar más rápidamente la función intestinal, de acuerdo a un estudio publicado en julio de 2002 por la revista Journal of American College of Surgeons.
En el ensayo clínico, realizado en Japón en la Universidad de Medicina de Maebashi, se comprobó que masticar chicle “engaña al tubo digestivo”, estimulando más tempranamente la actividad intestinal.
Los investigadores estudiaron un grupo de 19 pacientes con cáncer colorrectal, a quienes se les acababa de realizar una cirugía laparoscópica electiva. Los pacientes fueron randomizados de la siguiente forma: diez de ellos, de entre 50 y 71 años, masticaron chicle tres veces al día desde la primera mañana tras la operación y hasta que fueron capaces de alimentarse por vía oral. El resto, 9 pacientes entre 45 y 80 años, conformaban el grupo control.
Los resultados demostraron que aquellos que masticaban chicle recuperaban más rápidamente la motilidad intestinal, con expulsión de gases 48 horas después de la cirugía, en comparación con el resto de los pacientes que tardó 72 horas en iniciar la expulsión de gases. Además, los pacientes del primer grupo experimentaron movimientos intestinales y defecación por primera vez 2,7 días antes que el grupo control.
Los autores estiman que los efectos observados pueden deberse a que el uso de goma de mascar estimularía algunos reflejos relacionados con la digestión. Asimismo, provocaría una mayor secreción de saliva y otros jugos digestivos. Ellos creen que el chicle debería incluirse como medida complementaria en el postoperatorio de estos pacientes, ya que favorece la temprana recuperación de íleo paralítico, al mismo tiempo que constituye una forma económica y fisiológica de estimular la motilidad intestinal y reducir el tiempo de hospitalización.
