Dr. Luis Gabriel Cuervo Amore
Editor clínico del British Medical Journal dicta charla en Instituto de Salud Pública
La importancia de la evidencia clínica y la información en salud al momento de establecer la efectividad, beneficios y daños asociados a diversos tratamientos, fue el tema abordado por el doctor Luis Gabriel Cuervo en la charla que dictó el miércoles 4 de agosto de 2004 en el salón de conferencias del Instituto de Salud Pública (ISP), actividad que contó con la presencia de profesionales del organismo gubernamental y ejecutivos de diversas compañías farmacéuticas.
El doctor Rodrigo Salinas, director del ISP, agradeció especialmente la visita del experto, quien es Magíster en Epidemiología Clínica y Editor Clínico del British Medical Journal (BMJ), una de las publicaciones científicas más prestigiadas del mundo.
En su exposición, el doctor Cuervo enfatizó la necesidad de evaluar las diversas líneas terapéuticas que existen para una misma patología, de modo que los profesionales puedan recomendar las terapias que cuentan con mayor efectividad demostrada, menor toxicidad y menores efectos adversos. “Es importante tener evidencia antes de avalar tratamientos, porque nuestra obligación es no dañar a las personas”, dijo el especialista.
En este sentido, expresó que la industria farmacéutica ha producido gran parte de los mejores estudios científicos que hay en la actualidad, entregando evidencia de primer nivel.
Al ser consultado sobre los cambios que ha producido la irrupción de Internet y otras tecnologías de la información en el escenario sanitario actual, el doctor Cuervo se refirió a que esta realidad posibilita la realización de estudios de mayor envergadura, que involucran a poblaciones internacionales.
“Otro aspecto importante, es que la computación e Internet han permitido un mayor intercambio al interior de la comunidad científica. Asimismo, se han desarrollado muchas pruebas estadísticas y análisis, que no se podían hacer antes”, señala el experto.
El doctor Cuervo destaca que el escenario actual también ha significado una mayor presión entre pares, que obliga a los especialistas a mantenerse permanentemente informados. “Si un médico hoy empieza a prescribir medicamentos basado sólo en su intuición o en una experiencia individual no sitemáticamente recolectada, va a chocar con la evidencia científica sólida de las publicaciones”.
Respondiendo al interés de algunos asistentes, sobre las características que debería tener un estudio chileno para ser publicado en el BMJ, el profesional dijo que son las mismas condiciones que se exigen en todas las revistas científicas del mundo: “… que sea un estudio bien hecho; que sea válido; que lo que diga sea cierto y, también, que aborde un problema de interés global, porque el BMJ es una publicación internacional, que tiende a incorporar más artículos de este tipo”.
El experto recomienda a los autores corregir sus envíos en compañía de una persona que posea inglés nativo. “Así se podrá mejorar la forma en que los científicos trasmiten sus ideas. En todo caso, el hecho de que hayan errores formales pequeños, no quiere decir que el artículo no será publicado, pues muchas veces esos detalles los corrigen los editores en Inglaterra”.
Según el doctor Cuervo, si en apariencia existe una discriminación contra los trabajos provenientes de países en vías de desarrollo, esto se debe a que “la tasa de rechazos es alta para artículos de cualquier parte del mundo y si hay más artículos publicados que pertenecen a zonas industrializadas, es porque se recibe un volumen mucho más grande de estudios provenientes de estos países, lo que se ve reflejado en la cantidad de publicaciones”.
