La formula para las caries
Descubren poderoso compuesto anticaries
Una sustancia pegajosa que producen abejas del sur de Brasil, para construir,reparar y proteger sus colmenas, sería un eficaz agente anticaries. El compuesto fue identificado por dentistas de la Universidad de Rochester, Nueva York, en conjunto con científicos de la Universidad de Campinas, en Brasil.
El propóleo es obtenido a partir de la resina de algunos árboles y plantas, que las abejas de la especie Apis mellifera extraen, llevan a sus colmenas y mezclan con la cera que ellas mismas producen. En el panal lo utilizan para sellar aberturas y protegerse del frío y otros insectos. Además, les sirve para mantener la limpieza, pues impide la acción de hongos y bacterias.
Para realizar la investigación, los científicos estudiaron 500 muestras de propóleo provenientes de diversas regiones de Brasil, las que clasificaron en 12 grupos.
Al analizar la actividad antimicrobiana de cada conjunto, encontraron que en los panales de abejas del sur del país era donde el propóleo tenía una mayor presencia de apeginina, una sustancia fenólica que actúa contra el Streptococcus mutans, bacteria que se encuentra en la saliva humana y que es responsable de la formación de la placa bacteriana y, por lo tanto, de las caries.
En pruebas con ratas de laboratorio, la versión más potente del compuesto apícola disminuyó la incidencia de caries en un 60 por ciento y prácticamente eliminó la actividad de la glucosyltransferasa, enzima clave en la formación de la placa bacteriana.
Debido a que las ratas desarrollan caries de forma muy similar a los humanos, los investigadores están optimistas por el potencial evidenciado por el compuesto, el cual sólo falta probar en voluntarios humanos, en quienes se espera que produzca una reducción de la placa bacteriana cercana al 40 por ciento.
El zumbido de la ciencia
El bioquímico brasileño Michel Hyun Koo, uno de los autores del estudio, fue el primero en investigar la relación entre los materiales con que las abejas construyen sus colmenas y la salud dental. Su interés por el tema lo llevó a recorrer prácticamente todo Brasil recogiendo propóleo de los panales, lo que le significó sufrir peligrosos ataques de abejas.
Sin embargo, las picadas no aminoraron su voluntad de investigar la potencialidad anticaries de la sustancia. Tras obtener su título en ciencias de la nutrición y su doctorado en biología oral en Brasil, Koo se trasladó al Centro de Biología Oral de la Universidad de Rochester, para perfeccionar sus investigaciones acerca del propóleo. Según el científico, “el potencial de este producto es enorme, pues aún no se ha encontrado ningún otro agente tan eficaz como este en la prevención de caries”.

El compuesto ha sido usado por el hombre desde hace miles de años. De hecho, ya se empleaba en el proceso de momificación en Egipto y en la actualidad es utilizado para fabricar cosméticos y lociones. Se le atribuyen propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes. En todo caso, no todos los propóleos son iguales, pues su efectividad depende del tipo de plantas y árboles presentes en la zona donde habitan las abejas.
Koo analizó más de 2.500 muestras sólo en Brasil, para ver cuáles de los componentes del propóleo tenían propiedades anticaries, ya que su composición es altamente compleja y varía según el tipo de abeja e, incluso, de colmena en colmena.
Una de las sustancias que identificó junto con sus colegas fue la apeginina, el inhibidor más eficiente que se ha encontrado para las enzimas glucosyltransferasas, que favorecen la formación de una bio-película que va cubriendo la dentadura y que es capaz de albergar distintos tipos de bacterias. “Una vez que este compuesto de azúcares y bacterias se ha formado, facilita la incorporación de otros tipos de bacterias y la placa se transforma en una verdadera fábrica de ácidos que queda pegada a la superficie de los dientes”, explica el doctor William Bowen, coautor del estudio.
Luego de un buen cepillado de dientes, o incluso de una limpieza hecha por un profesional, las enzimas glucosyltransferasas comienzan nuevamente a preparar el terreno para la formación de placa bacteriana. Ni siquiera el litro de saliva que el organismo genera cada día es suficiente para neutralizar la placa. El propóleo, en cambio, logró bloquear hasta en un 95 por ciento la acción de estas enzimas en pruebas realizadas en tubos de ensayo, y entre un 60 y un 70 por ciento en el análisis con ratas de laboratorio.
Actualmente los investigadores están realizando nuevos estudios para recabar evidencia que respalde la introducción de apeginina en el mercado, incluida en dentífricos o soluciones bucales.
