Viña del Mar
Hospital Fricke recibe acreditación para realizar amplia gama de transplantes
Gracias a un acuerdo entre el Ministerio de Salud (MINSAL) y el Fondo Nacional de Salud (FONASA), organismo que financiará íntegramente las intervenciones, en abril de 2004 la secretaría de Estado entregó al Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar la certificación para realizar trasplantes cardíacos, pulmonares, renales y óseos.
El hecho resulta particularmente significativo para el establecimiento, ya que ha desarrollado una destacada labor en este campo, realizando a la fecha 12 trasplantes cardíacos y tres pulmonares, lo que lo convierte en un referente a nivel regional, pues no sólo recibe pacientes de la zona, sino también a personas derivadas desde otras partes de Chile.
La mayoría de estas intervenciones han estado a cargo del Servicio de Cirugía Cardiovascular, área que es dirigida por el doctor Ernesto Aránguiz, cuyo equipo está formado por los cirujanos Eduardo Becerra, Andrés Vera, Julio Ibarra y Manuel Novajas y los anestesistas Oneglio Pedemonte, Fernando Aranda y Lorenzo Merello. Asimismo, el profesional cuenta con el apoyo de enfermeras y auxiliares, cuya labor es muy importante en el pabellón.
Para realizar los transplantes, el Hospital Gustavo Fricke posee un protocolo que permite a otros centros asistenciales conocer los procedimientos necesarios para derivar a un paciente a sus dependencias. Una vez que la persona llega al lugar, un comité analiza su historia clínica apoyándose en nuevos exámenes, para determinar si la intervención es realmente necesaria o el problema puede ser solucionado de otra forma.
Además de ampliar el campo de los transplantes que se venían realizando, los más beneficiados con la certificación del establecimiento son los pacientes, ya que el costo de la intervención, que en el sistema público bordea los 14 millones de pesos, será íntegramente cubierto por FONASA.
Dadas las nuevas condiciones, los directivos del hospital consideran que el establecimiento está en condiciones de realizar un transplante cardíaco al mes, lo que no es poco, considerando que la procura de órganos en Chile es aún baja si se la compara con los índices de países desarrollados.
Por Carolina Faraldo
