Coaniquem cumple 25 años
Con una emotiva ceremonia realizada el 21 de abril de 2004 la Corporación de Ayuda al Niño Quemado, Coaniquem, celebró su 25° aniversario. Al concurrido evento, asistieron el subsecretario de Salud, doctor Antonio Infante, el Nuncio Apostólico, Monseñor Aldo Cavalli, el presidente del organismo, doctor Jorge Rojas, junto a representantes del mundo empresarial, el equipo de trabajo de la institución, así como pacientes y sus familiares.
En sus 25 años de existencia, la corporación ha atendido en forma integral y gratuita a más de 70.000 niños de todo el país y a cerca de 150 menores del extranjero, labor que resulta muy valiosa si se considera que anualmente en Chile más de 100.000 menores sufren quemaduras de diversa índole, de los cuales 10.000 requieren tratamientos especializados por la gravedad de sus lesiones.
Coaniquem invierte más de 1.200 millones de pesos cada año sólo en tratamientos y atención de niños que han sufrido accidentes de quemaduras, cuyos procesos de rehabilitación pueden costar entre 100 mil y 4 millones de pesos anuales, dependiendo de la gravedad de las secuelas. Estos complejos programas involucran cirugías ambulatorias (injertos y cicatrices), curaciones, sesiones de kinesioterapia, terapia ocupacional y terapia psicológica. Para todo ello, la corporación cuenta con el apoyo de médicos fisiatras, anestesiólogos, cirujanos plásticos, dermatólogos y pediatras, así como de un equipo de enfermería, nutrición, servicio social y un laboratorio clínico.

La investigación acerca de los accidentes de quemaduras que ha realizado Coaniquem durante su trayectoria, ha permitido crear sistemas de prevención para combatirlos en forma eficiente. Prueba de ello es la reducción de un 84 por ciento de los casos de menores afectados por quemaduras de fuegos artificiales, a partir de la vigencia de la ley 19.680 que regula el uso de estos elementos. Del mismo modo, la corporación lleva más de 22 años capacitando monitores de prevención de quemaduras infantiles, entrenando en este período a más de 18.000 personas en todo Chile y, desde hace cuatro años, esta experiencia ha trascendido a ocho países de América con otros 700 monitores.
Asimismo, la entidad ha desarrollado un intenso y exitoso programa de capacitación del personal de salud que se ve enfrentado a la problemática del niño quemado, iniciativa que ha permitido entregar conocimientos sobre el modelo de atención ambulatoria y tratamiento integral de estos pacientes a 2.700 profesionales y técnicos.
Historia
Motivados por el desamparo en que quedaban los niños una vez superada la fase aguda del accidente de quemaduras, un grupo de jóvenes médicos y profesionales de la salud del Hospital Roberto del Río, decidió fundar la Corporación de Ayuda al Niño Quemado, entidad que nació formalmente el 19 de abril de 1979.
Desde entonces, esta institución privada sin fines de lucro se planteó el desarrollo de tres objetivos básicos: la rehabilitación integral del niño quemado y su familia; la prevención de este tipo de accidentes, y la capacitación profesional del equipo médico enfrentado a este tipo de cuadros clínicos. Todo ello en forma gratuita.
En 1982 se inició la construcción del primer Centro de Rehabilitación del Niño Quemado, establecimiento que se situó en la comuna de Pudahuel, puesto que estimaciones iniciales del organismo determinaron que era el sector de la Región Metropolitana donde se quemaba la mayor cantidad de niños. A comienzos de los ’90, el organismo ya atendía a menores de todo Chile a través de una amplia red de oficinas regionales desde Iquique a Punta Arenas, gracias a la labor desarrollada por la Fundación Coaniquem, entidad dedicada a generar los recursos necesarios para el funcionamiento de la corporación.
Posteriormente, el equipo del organismo creó “Casabierta”, un espacio que coge a los menores de lugares apartados, junto a uno de sus padres, permitiéndoles acceder a los tratamientos sin perder la escolaridad. En 1998 la corporación realizó el primer programa de ayuda internacional, conocido como “RotaryQuem Sudamérica”, ofreciendo rehabilitación, prevención y capacitación a siete países del Cono Sur, iniciativa que se desarrolla gracias al trabajo conjunto de Rotary International, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile y Coaniquem.
Nuevos esfuerzos

En la actualidad Coaniquem atiende a 8.500 menores cada año, de los cuales cerca de 4.500 inician un complejo programa de tratamientos. Por este motivo la corporación está permanentemente buscando fondos que le permitan tanto la construcción de nuevas sedes, como la adquisición de los recursos necesarios para implementar sus instalaciones.
En este sentido, durante la celebración del aniversario se estableció un compromiso con el Ministerio de Salud, cartera que aumentará en 280 millones anuales el aporte destinado a la labor asistencial del organismo. El compromiso quedó establecido en un acta firmada por el subsecretario de Salud, doctor Antonio Infante, el director subrogante del Fondo Nacional de Salud (Fonasa), doctor Patricio Lagos, y el presidente de Coaniquem, doctor Jorge Rojas.
En su discurso, junto con agradecer a las autoridades, a las empresas privadas y a todas aquellas personas que han permitido que Coaniquem continúe creciendo, el doctor Rojas instó a la comunidad a reunir el dinero que falta para la construcción de los nuevos pabellones de cirugía del Centro de Rehabilitación de Santiago, dependencias que además requieren un mayor espacio y salas de hospitalización, según explicó.
Para concretar esta iniciativa que busca aumentar la cantidad y la complejidad de las cirugías, la corporación necesita recaudar un millón de dólares, monto al que contribuirá el dinero percibido con la campaña “Ayúdanos a Ayudar” que por cuarto año consecutivo realiza Esso Chile y que se está desarrollando durante los meses de abril y mayo.
El médico recordó además que en septiembre de 2003, con el apoyo de empresas privadas, el Ministerio de Bienes Nacionales, el Gobierno Regional y la Fundación Rotaria Internacional, Coaniquem inauguró el Centro Internacional de Rehabilitación del Niño Quemado en Antofagasta.
Actualmente todos los esfuerzos de la corporación están centrados en las instalaciones de Pudahuel. “La implementación y construcción de un nuevo pabellón con tecnología de punta es una meta difícil, pero alcanzable. Si la conseguimos podremos descongestionar el actual servicio de cirugía y asegurar un mejor tratamiento a aquellos niños con secuelas complejas, que hoy no podemos atender tal como quisiéramos y como ellos lo requieren. Si hace 25 años no hubiéramos creído que podíamos responder a las esperanzas de tantos niños quemados, no estaríamos ahora intentando mejorar esas esperanzas”, concluyó el doctor Rojas.
