Gastroenterología
Crohn: la enfermedad que vino del frío
Desde que fue descrita en 1913, la enfermedad de Crohn mantiene vivas numerosas interrogantes a la hora de establecer sus causas. Es reconocido que el proceso inflamatorio del tracto digestivo es producto de una conjunción de factores que interactúan, tanto de origen ambiental como genético. Y aunque algunos factores genéticos son conocidos, persiste la incertidumbre sobre los factores ambientales involucrados, con excepción del tabaquismo.
La enfermedad de Crohn es el resultado de una respuesta inmune anormal de la mucosa intestinal gatillada por uno o más factores de riesgo ambientales en personas con variaciones genéticas predisponentes, incluyendo mutaciones en el gen CARD15. Datos epidemiológicos han permitido identificar factores de riesgo relacionados al estilo de vida occidental, la dieta, ciertas bacterias, y la higiene doméstica.
Sin embargo, últimamente los hallazgos científicos apuntan a la refrigeración como un potencial factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Crohn, considerando además que el desarrollo de la cadena de frío ha coincidido con una mayor incidencia de la patología en el siglo 20.
La hipótesis de la cadena de frío sugiere que ciertas bacterias, tales como la Yersinia spp y la Listeria spp, contribuyen a la enfermedad entre otros motivos porque han sido identificadas en lesiones provocadas por el mal de Crohn.
Tales bacterias pueden existir y desarrollarse a temperaturas entre –1°C y 10°C, por lo que sería muy probable que el quiebre en la tendencia del mal de Crohn en el siglo XX estuviese relacionado con el advenimiento de la refrigeración doméstica.
Los autores plantean la hipótesis incluso desde una perspectiva molecular, puesto que postulan la patogenia como resultado de un defecto en el excesivo reconocimiento por parte del huésped de ciertos componentes de la bacteria que normalmente escapan a la respuesta inmune (p.e. las moléculas Yop), lo que se traduciría en una excesiva respuesta del huésped a dichas bacterias. Desde luego serán necesarios más estudios para evaluar en profundidad la hipótesis de una enfermedad que seguirá planteando interrogantes por mucho tiempo.
