Método único en Sudamérica:
CLC implementa nueva terapia para tratamiento de la hipertensión severa
La hipertensión refractaria o resistente al tratamiento es aquella que presenta niveles de presión arterial iguales o superiores a 140/90 mmHg, a pesar de cumplir el tratamiento con un régimen apropiado de tres fármacos antihipertensivos incluyendo un diurético. En otras palabras, se da en pacientes que han tomado fármacos fielmente durante un período prolongado y no han obtenido una disminución del 10% de la presión arterial sistólica o diastólica. Este tipo de patología se da en más del 10% de los pacientes hipertensos, y cobra mayor importancia si consideramos que la prevalencia de hipertensión arterial en Chile es de 26%, según reveló la Encuesta Nacional de Salud 2010-2011.
Hasta ahora, la hipertensión refractaria no respondía a ningún tratamiento de manera eficiente en nuestro país, pero con el novedoso tratamiento que se implementará en Clínica Las Condes esto podría cambiar. Se trata de una nueva técnica de colocación de catéter renal que permite controlar la hipertensión resistente. La acción de esta técnica sobre los nervios renales, se asocia directamente a una disminución de los niveles de presión arterial en el paciente. Con esto, se podría prevenir gran parte de las complicaciones asociadas a la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, infartos, insuficiencia cardiaca, accidentes vasculares encefálicos, problemas renales y problemas a la vista, entre otros.
Específicamente, consiste en un dispositivo que bloquea la acción de los nervios del sistema simpático autónomo de las arterias renales (el cual participa patogénicamente en la mantención de los niveles elevados de la presión arterial), logrando reducir de forma considerable las fluctuaciones de presión en este tipo de pacientes, que no responden a la terapia habitual. “Es una nueva y revolucionaria manera de tratar la hipertensión, a través de una intervención mínimamente invasiva que logra una reducción de la presión arterial significativa y constante en el tiempo”, afirma el doctor David Dorón, jefe del Laboratorio Cardiovascular Invasivo CLC.
Según explica el especialista, “se introduce un catéter que porta un dispositivo de radiofrecuencia a través de la arteria femoral, hasta alcanzar las arterias renales. Una vez allí, el dispositivo libera una energía de radiofrecuencia de baja intensidad, que destruye las fibras nerviosas que rodean la arteria del riñón”, cuenta el cardiólogo intervencionista a través de la página web de la clínica.
Es necesario mencionar que este procedimiento ha sido avalado mundialmente por el estudio internacional “Symplicity HTN-2”, publicado en el 2010 en la prestigiosa revista The Lancet.
