Ecotoys
Médico crea juguetes didácticos con desechos
Con el objetivo de inculcar en las nuevas generaciones la conciencia del reciclaje, el doctor Francisco Pérez ha desarrollado la línea de juguetes ecológicos Ecotoys, los que fabrica con bastante ingenio utilizando desechos plásticos y herramientas caseras.
Esta iniciativa pretende mostrar que es posible trabajar con elementos de desecho creativamente en familia, en grupos comunitarios y en colegios, de manera tal de disminuir la basura y desarrollar la capacidad de imaginación de los niños y adultos, al mismo tiempo que se fortalece el cuidado del medio ambiente.

En la actualidad el médico tiene más de 55 modelos distintos. Al consultarle en qué circunstancias fabricó el primer Ecotoy, el médico explica que fue durante un fin de semana en el balneario de Algarrobo, en el año 2000. “A uno de mis hijos le habían mandado la tarea de hacer una nave espacial con palitos de helado. Tenía que llevarla el lunes al colegio y ya era domingo. Como no teníamos palos de helado, se me ocurrió unir varias piezas plásticas de desechos que habían en la casa y de ello resultó una hermosa y firme nave espacial. Fue el primer juguete y a los que siguieron después les pusimos más cosas, como tornillos y remaches plásticos. Así comenzamos a construir robots, naves y animales”.

El ingenio del profesional y sus cuatro hijos –Francisco (11 años), Daniel (13), Ignacio (9) y Magdalena (7)- les ha permitido crear a partir de cosas muy cotidianas. Por ejemplo, uno de los modelos es un animal que tiene unas grandes fauces, lo que fue logrado utilizando una pieza que rompe el sello plástico aluminado de los envases de tetrapack. “Saco estas partes y las utilizo con distintos fines. El otro día las use como hombreras de un guardia del Palacio de Buckingham y quedó muy bien”.
Los envases de crema para el cuerpo se convierten en Patos Donald, asimismo variados usos da a los inhaladores y a las tapas de productos cosméticos. “Cuándo voy al supermercado más que fijarme en los envases de nuevos productos, lamento cuando cambian los diseños que llevan un buen tiempo en el mercado, porque significa perder una pieza. Pero a la vez, eso me estimula a crear nuevas cosas”.
Explica que se pueden hacer combinaciones infinitas en las que mezcla frascos de desodorantes o bicarbonato, el sifón de un jabón líquido, cepillos de diente, botellas de bebida, cajas de seda dental y rollos de fax, implementos que con tornillos y golillas, más la ayuda de un desatornillador, van dando forma a nuevos personajes.

La iniciativa del doctor Pérez se ha convertido en una verdadera empresa familiar, mientras sus hijos le dan ideas y ayudan a fabricar los juguetes, Alba, su mujer, se encarga de dar vida a los personajes, pintándoles rasgos faciales y otras señas que permitan completar la caracterización. “Si hay algo distintivo de esto, es que se trata de una actividad familiar y no de un simple hobby. El tiempo que pasamos fabricando juguetes los fines de semana, es un momento muy rico de convivencia, aportando cada uno en forma original según sus intereses”, señala.
Con el afán de difundir su quehacer y promover el reciclaje, el profesional ha enseñado los secretos de sus creaciones a través de talleres dictados en varios colegios de las regiones V y Metropolitana, donde sus ideas son recibidas con gran entusiasmo por profesores y alumnos. Asimismo, el doctor Pérez ha cruzado fronteras con su sitio web www.toynet.cl, donde de una forma muy didáctica muestra su trabajo y explica como fabricar algunos de los juguetes. “Me he comunicado con gente de otras partes del mundo. Por ejemplo, me han escrito algunos españoles que se dedican al reciclaje, que quedaron impresionados con nuestro concepto. También he recibido mails de Asia, África y Europa, en los que nos felicitan por la iniciativa”.

En el sitio web además es posible encontrar algunos cuentos del propio especialista, donde enseña el “entretenido mundo del reciclaje”. “Ya que entre nosotros no hay mucha conciencia al respecto, la idea es que en las próximas generaciones exista un real compromiso con el medio ambiente. Incluso en Estados Unidos, donde hay fuertes campañas de reciclaje, a nadie se le ha ocurrido utilizar los deshechos de forma educativa, lo que sí se hace en Alemania. El problema es que en nuestros países se gastan muchos recursos en vertederos y no en promover una cultura de reciclaje”.
El profesional explica que esta iniciativa apela a un impulso natural de las personas, “porque uno puede botar una tapa de pasta dental o cuatro maquinas de afeitar, pero no botaría con tanta soltura un juguete”. Señala además que el fin de esto “ha sido más idealista que comercial. Hay que crear un cambio en la mentalidad de las personas. Yo sería muy feliz si se dictara una ley sobre el tema”.
Para ser actores y protagonistas del cuidado medioambiental y aportar a un mejor manejo de los residuos domiciliarios, el médico explica que es fundamental aplicar las 5 R: “Reciclar papel y cartón, vidrio, latas de bebidas (aluminio) y envases tetrapack (Tectan); Reducir, disminuir el volumen de los desechos, por ejemplo, comprimiéndolos; Rechazar, no aceptar bolsas plásticas en exceso o productos con envoltorios exagerados o innecesarios; Reparar, en definitiva todo es desechable y nada es eterno, pero es posible alargar la vida útil de muchos productos mediante un buen mantenimiento y adecuada reparación, y Reutilizar todo lo que se pueda y en este caso materiales de desecho plástico domiciliario”.
Actualmente el doctor Pérez está trabajando en algunas novedades inspirado en la navidad. El médico y su familia se encuentran preparando una colección de juguetes relacionada con los Reyes Magos y tarjetas de saludo, que incorporarán algún detalle reciclado.
