Las caries dentales resultan de un crecimiento excesivo de microorganismos específicos que son una parte normal de la flora humana. La flora dental es específica y por lo general en un niño la colonización no se produce sino hasta la erupción de la dentición primaria, es decir, aproximadamente entre los 6 y 30 meses de edad.

Según los especialistas, la fuente más común de inoculación de la flora dental en un lactante es la propia madre, u otra persona que participa activamente en el cuidado íntimo del niño. Las especies bacterianas Streptococcus mutans y Lactobacillus, productoras de ácidos, suelen ser las principales causantes de caries infantiles, y se describe para ellas una suerte de relación vertical, usualmente de generación en generación; de hecho, el genotipo de los Streptococcus mutans es prácticamente idéntico entre madres e hijos.

La caries dental en la niñez es posible de observar en todo grupo racial y socioeconómico. Sin embargo, tiende a ser mucho más frecuente en niños de bajos ingresos, en quienes muchas veces la patología ocurre de manera epidémica.

De acuerdo a cifras publicadas por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), las caries dentales son cinco veces más comunes que el asma y siete veces más que la presencia de fiebre en este grupo etareo. Señalan además que el 40% de estos niños presentan pérdida de piezas dentales durante la edad preescolar.

Los niños de hasta tres años, relacionados con madres de bajo estatus socioeconómico y educacional, y que además consumen frecuentemente alimentos con exceso de azúcar, suelen presentar cerca de 32 veces más caries que aquellos que no se asocian con estos factores de riesgo.

La Academia Americana de Pediatría (AAP), acaba de definir, recomendar y normar sobre los principios básicos del cuidado bucal en el sistema de salud infantil, según lo publica la revista Pediatrics en su edición del 5 de mayo de 2003.

La AAP agrupa de este modo un conjunto de estrategias preventivas básicas bajo el alero del concepto “hogar dental”.

El término “hogar dental” deriva de la adaptación del concepto “hogar médico”, desarrollado por la misma Academia Americana de Pediatría. La institución norteamericana de pediatría define dicho concepto como “asistencia médica de lactantes, niños y adolescentes que idealmente debería ser asequible, continua, comprensiva, familiar, coordinada, compasiva y culturalmente eficaz, dirigida o entregada por profesionales bien capacitados que proporcionen protección primaria y ayuden a manejar y facilitar esencialmente todos los aspectos del cuidado del niño".

Dadas las características de alta prevalencia y el impacto sobre la salud pública pediátrica que tienen las caries dentales, para los integrantes de la sección de pediatría y odontología de la AAP es fundamental disminuir el nivel de microorganismos generadores de caries en la flora oral materna durante el tiempo de la primera repoblación dental, ya que si esto no ocurre, la presencia de bacterias podría impactar importantemente en la predisposición del niño a la caries propiciando el fenómeno de colonización vertical.

También apuntan a una serie de recomendaciones tales como, la prevención de esta enfermedad infecciosa en los niños, identificando los individuos de elevado riesgo en un momento temprano y adecuado (por ejemplo, con madres de alto riesgo durante el cuidado prenatal), la adopción de estrategias agresivas incluyendo la implementación de guías de acción preventiva, modificaciones del comportamiento (prácticas de higiene oral y de alimentación), y el establecimiento de una cultura dental primaria en el hogar durante el primer año de edad para aquellos niños catalogados como de riesgo.