Especialista en desempeño ocupacional del neonato imparte curso de actualización
La sobrevida de los prematuros ha aumentado considerablemente en las últimas décadas, tanto que niños cuyo peso bordea los 500 gramos y que tienen una edad gestacional de 23 ó 24 semanas, son capaces de salir adelante en las Unidades de Cuidados Especiales de Neonatología. Sin embargo, estos pequeños requieren de atenciones especiales para evitar que sufran secuelas y complicaciones severas.
La doctora Elsie Vergara, catedrática de la Universidad de Boston, enseñó a los equipos de salud chilenos cómo apoyar el desarrollo cerebral de las guaguas que nacen antes de llegar a término en un curso de actualización organizado por la Escuela de Terapia Ocupacional de la Universidad de Chile.
En la oportunidad, la profesional señaló que en los países desarrollados se está promoviendo el Modelo de Cuidado Individualizado de Apoyo al Desarrollo del Recién Nacido, que tiene como objetivo atender al prematuro evitando que sea expuesto a estímulos ambientales que pueden resultarle negativos y estresantes.
“Es muy importante que los profesionales que cuidan a estos bebés entiendan las señales que ellos les transmiten para manifestar sus conductas, es decir, cómo están siendo afectados por los estímulos ambientales, sobre todo porque al ser tan pequeños a veces ni siquiera pueden llorar o resulta casi imposible escuchar su llanto”, destacó.
Además, explica que los niños pre término manifiestan ciertas conductas para ejemplificar su intolerancia a estímulos demasiado prolongados o intensos. Si bien hay ciertos procedimientos que no se pueden evitar en los prematuros, es posible cambiar la estrategia de cuidado para que el niño no se estrese más de lo necesario mientras recibe la atención.
Por lo que para ayudarlo a autorregularse es importante contenerlo. “Un bebé normal que llega a las 40 semanas de gestación está bien flexionado y su cerebro tiene las conexiones necesarias para que pueda autorregularse pero, si nace antes de tiempo, no tendrá desarrollados los patrones de conducta necesarios para calmarse y consolarse”, comentó.
Por eso es tan importante que sea asistido disminuyendo los estímulos del ambiente y dándole la contención necesaria, de tal manera que al salir de la UCI su cerebro presente una evolución similar a la que habría tenido en el útero de su madre.
La actividad, a la que asistieron distintos profesionales chilenos y sudamericanos que conforman el equipo de salud, tuvo como objetivo capacitar, entre otros, a enfermeras, matronas, terapeutas ocupacionales y médicos, en un área cuyo desarrollo aún es incipiente en Chile.
