Temuco
Homenaje al doctor Juan Salman Abara
Con una animada cena de camaradería que se llevó a cabo el 16 de mayo de 2003, la Sociedad Médica de Cautín rindió un merecido reconocimiento a la trayectoria profesional del doctor Juan Salman Abara, quien fue impulsor y parte del equipo pionero que comenzó a practicar la cirugía cardiaca extracorpórea en la IX Región.
En la oportunidad, la doctora Karin Bauer, presidenta de la Sociedad Médica de Cautín, comenzó el homenaje con algunas líneas del dramaturgo alemán Bertol Brecht, tras lo cual dio paso al discurso del doctor Gustavo Meriño, miembro del grupo dirigido por el doctor Salman. El médico expuso de forma cronológica una serie de acontecimientos que mostraron la vocación profesional del homenajeado y su importante labor en el campo de la cirugía cardiaca. Asimismo, el doctor Meriño destacó la perseverancia y afecto con que el doctor Salman realizó las gestiones para lograr el objetivo de practicar este tipo de intervenciones quirúrgicas en la región.

Un momento de gran intensidad se vivió durante la intervención de la doctora Lidia Benítez, quién relató cuando hace varios años su marido, el doctor Enrique Rey, debió someterse a una operación que le salvaría la vida. Siendo ésta imposible en Temuco, tras una milagrosa estabilización fue llevado a Estados Unidos. “Juan (Salman) lloraba junto al lecho de su amigo por sentirse atado de manos para intervenir en su ayuda. Se ofreció para cuidarlo durante el viaje, entró con él al pabellón y al cabo de algunas horas, salió para comunicarme que todo había salido muy bien. Él estaba tan feliz que incluso salió a un parque que había frente al hospital a gritar y dar vueltas de carnero de alegría”.
El doctor Salman agradeció el homenaje y las muestras de cariño de sus amigos y colegas. “La ceremonia fue muy emotiva para mí. Nunca imaginé que se podía hacer una distinción de este tipo hacia mi persona, porque generalmente los homenajes de esta categoría se realizan casi póstumos (ríe), no como en mi caso pues siento que aún tengo mucho que entregar. En la vida el camino siempre esta lleno de baches, obstáculos, pero el que desea algo siempre lo consigue y yo deseaba fervientemente hacer cirugía cardiaca en esta zona”, cuenta el médico.

Según el profesional, esta vocación fue una consecuencia lógica de la cirugía vascular, “que era lo que yo estaba haciendo, cuando sentí el deseo de subirme al corazón y lo hice. En el camino logré entusiasmar a algunas personas que se subieron a este carro y me brindaron una invaluable ayuda. No puedo dejar de mencionar el apoyo de de la dirección del hospital, del jefe de servicio y de otros centros como la Universidad de Concepción y la Universidad Católica de Chile”.
Sólo gracias a quienes apoyaron el proyecto impulsado por el doctor Salman, éste pudo materializarse. “Logramos sortear los obstáculos, salimos adelante y pudimos formar un centro aquí en Temuco, zona que actualmente está absolutamente consolidada en lo que se refiere a la cirugía cardiovascular, pues contamos con el reconocimiento del Ministerio de Salud y estamos adscritos a FONASA, lo que permite a sus beneficiarios operarse gratuitamente dentro del hospital. Pienso que vamos a seguir adelante en esto, continuaremos creciendo como grupo quirúrgico y aumentando el número de intervenciones. Quedan todavía muchas cosas por hacer y estos reconocimientos le dan a uno más ánimo para seguir adelante”.
“Quiero aprovechar la oportunidad que me brinda Laboratorios Saval, a través de su periódico SAVALnet, para agradecer a todos quienes me han acompañado en este camino de tantos años. A quienes me han dado el apoyo, la fuerza y la motivación necesaria para solucionar los innumerables escollos que nos han salido al paso. A todos y a cada uno de los miembros de este gran equipo, a mi familia y, por sobre todo, a mis colegas y miembros de la Sociedad Médica de Cautín, por el reconocimiento que han materializado en mí, pero que lo siento como un apoyo a una gestión de equipo. Muchas gracias a todos”, expresó.
Mientras transcurría la velada, los asistentes comentaban lo merecido de este homenaje, pues más allá de sus notorias capacidades técnicas, habilidad para conformar equipos y su labor en el campo de la cirugía cardiaca, reconocen en el quehacer del doctor Salman un genuino afán de ayudar y servir a sus pacientes. “Yo he tenido la valiosa oportunidad de aliviar el sufrimiento de algunas personas y sus familias, de la comunidad toda, porque para eso se es médico. Si no, mejor que uno se vaya para la casa”, señala el homenajeado en su particular estilo.
