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Los enfoques dirigidos al factor de crecimiento endotelial vascular (anti-VEGF) han revolucionado el manejo de varias enfermedades del segmento posterior caracterizadas por la neovascularización. Estos agentes tienen un perfil de seguridad favorable y han proporcionado un beneficio significativo a los pacientes con enfermedades como el edema macular diabético, degeneración macular neovascular asociada a la edad, neovascularización coroidal miope y otras patologías que se distinguen por la neovascularización retiniana o coroidal. Sin embargo, su relación con la elevación de la presión intraocular (PIO) y el glaucoma resultante sigue siendo una interrogante clínica relevante.

En este estudio se evaluó el efecto de las inyecciones intravítreas de agentes anti-VEGF sobre la elevación de la PIO inmediata y a largo plazo, y el glaucoma. Para ello, se llevaron a cabo búsquedas bibliográficas en las bases de datos PubMed y Cochrane, realizadas por última vez en abril de 2018. Se obtuvieron 253 citas únicas, de las cuales 41 cumplieron con los criterios de inclusión y se calificaron de acuerdo con la solidez de las pruebas. Dos artículos se clasificaron en el nivel de evidencia I, 17 en el nivel II y 15 en el nivel III. Otros siete se excluyeron debido a un diseño deficiente del estudio y a la falta de pertinencia con respecto al tema evaluado.

Los estudios que informaron sobre la elevación de la PIO a corto plazo (es decir, entre 0 y 60 minutos) mostraron un aumento inmediato en todos los pacientes en medidas realizadas entre 0 y 30 minutos tras la inyección intravítrea y que la PIO disminuye con el tiempo. Los datos a largo plazo fueron mixtos: siete estudios informaron que entre el 4% y el 15% de los pacientes desarrollaron una elevación sostenida de 9 a 24 meses después de la intervención, mientras que seis estudios no encontraron cambios a largo plazo entre 1 a 36 meses después de la administración. El tratamiento previo con medicamentos para el glaucoma, punción en la cámara anterior, reflujo vítreo, intervalos más largos entre aplicaciones y longitudes axiales más largas se asociaron con menores elevaciones de la PIO. Los datos fueron mixtos en cuanto a la relación entre el aumento de la PIO y el tipo de inyección intravítrea, el número de aplicaciones, el glaucoma preexistente y la descompresión del globo ocular antes de la administración. Finalmente, no se encontraron datos sobre aparición o progresión del glaucoma en los estudios revisados.

En resumen, la inyección intravítrea de agentes contra el factor de crecimiento endotelial vascular resulta en un aumento inmediato y transitorio de la presión intraocular. También se observa un incremento a largo plazo, pero se necesitan más estudios para determinar las poblaciones de riesgo. Pese a que existen sugerencias en la literatura, actualmente no hay datos suficientes para determinar la repercusión de la terapia anti-VEGF sobre la progresión del glaucoma. Aunque el tratamiento previo con medicamentos para esta patología, la realización de paracentesis de la cámara anterior o el aumento del intervalo entre inyecciones pueden reducir el impacto de la elevación transitoria de la PIO, se desconoce la importancia clínica y los riesgos asociados de estas intervenciones.