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Las personas con una personalidad narcisista ven el mundo como una extensión de sí mismas y, por ello, consideran que las necesidades de los demás son menos importantes. Se ha observado que tienden a ser obstinados y envidiosos y se comportan de un modo que sugiere que se sienten con derecho a todo lo que desean. Los psicólogos también han descubierto que estos rasgos pueden hacer que resulte incómodo estar cerca de una persona y que los demás tiendan a responder negativamente a este tipo de comportamiento.

Un equipo de psicólogos de la Universidad de Helsinki (Finlandia), en colaboración con un colega del Millsaps College, ha descubierto, mediante experimentación, una forma de detectar el narcisismo en una persona. En su estudio, el grupo midió las respuestas físicas a determinados estímulos en personas con personalidad narcisista.

También señalan que los rasgos narcisistas pueden ser problemáticos para las relaciones y, por ese motivo, han sugerido que los no narcisistas aprendan a identificar a las personas con ese tipo de personalidad antes de involucrarse mucho con ellas. Por supuesto, no siempre es fácil identificarlos, especialmente al conocerles por primera vez. 

Reclutaron a 57 personas previamente identificadas como poseedoras de una personalidad narcisista. Se les pidió que realizaran una serie de tareas cognitivas complejas. A continuación, les colocaron sensores en partes del rostro de los sujetos y se pidió a los voluntarios que escucharan una crítica de su actuación. Algunos recibieron grandes elogios, otros escucharon un informe neutro y un tercer grupo recibió comentarios negativos. Se les preguntó cómo se sentían con respecto a las tareas que habían realizado y los comentarios que habían recibido.

Así descubrieron que quienes habían recibido una mala crítica mostraban inconscientemente reacciones musculares faciales encubiertas: pequeños movimientos en la frente y en los músculos que se utilizan para sonreír. Pero splo duraban una fracción de segundo. En el póquer, esa reacción se conocería como "tell". Para las personas que se plantean forjar una relación con alguien, podría considerarse una señal de advertencia. En cualquier caso, el observador debe fijarse bien o no lo verá.

De acuerdo con la hipótesis, la retroalimentación negativa, en comparación con la neutra, condujo a mayores valoraciones subjetivas de afecto negativo (marcadas por valoraciones de valencia más negativas) y provocó una mayor actividad muscular facial consistente con el afecto negativo en los músculos corrugator supercilii (CS) y orbicularis oculi (OO). Además, se asoció con una menor sensación de dominio. Sin embargo, no se observó un efecto significativo de la retroalimentación negativa en la excitación autodeclarada ni en la actividad del músculo cigomático (MZ).

Además, la frecuencia cardiaca (FC) de los encuestados disminuyó en lugar de aumentar en respuesta a la retroalimentación negativa. En general, los resultados indican una clara discrepancia entre las reacciones afectivas autoinformadas y fisiológicas en el narcisismo grandioso que puede ser indicativa de una respuesta defensiva encubierta. En otras palabras, aunque los encuestados con alto y bajo narcisismo grandioso reportaron niveles similares de afecto negativo los con altos niveles de narcisismo grandioso exhibieron reacciones musculares faciales más fuertes asociadas con la ira y la frustración al recibir retroalimentación auto-amenazante.