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Desde pequeño, al doctor Marcelo Leiva siempre le llamó la atención la biología y el funcionamiento de los diferentes órganos del cuerpo humano, en particular del cerebro. Por lo mismo, la idea de especializarse en esta área nunca abandonó su mente hasta vincularse con la neuroanatomía.

“El cerebro es un órgano tan intricado, cómo funciona en su interior, cómo trabaja una neurona, cómo es capaz un conjunto de neuronas de crear emociones, pensamientos y recuerdos. Ser capaces de hablar, de comunicarnos, de entendernos me parece simplemente fascinante. También es un órgano tremendamente desconocido, misterioso. Hay un montón de cosas que no se saben”, comenta con entusiasmo el facultativo nacido en Puerto Montt y formado en la Universidad Austral de Chile, en Valdivia, ciudad donde recientemente se desarrollaron las XI Jornadas de Neurología.

De las once versiones del encuentro científico, el neurólogo especializado en el Hospital del Salvador, campo clínico de la Universidad de Chile, ha sido su director en diez oportunidades. “Me gusta esta tarea, es cansador y conlleva una gran responsabilidad académica y social, pero también me llena de orgullo porque este espacio es muy valorado por especialistas y distintos profesionales del sector salud. Es un evento que nos ayuda a conocernos y reconocernos”, asegura el profesional, quien actualmente se desempeña como docente en la UACh y Universidad San Sebastián, además de integrar el Servicio de Neurología del Hospital Base de Valdivia.

Ya lleva más de una década radicado en la capital de la Región de Los Ríos, sin embargo no olvida su etapa de destinación y formación, realizada en Corral, comuna ubicada a 15 kilómetros de Valdivia. “Fue una experiencia maravillosa, tengo muy gratos recuerdos, por eso siempre motivo a mis alumnos para que hagan el general de zona, porque rara vez uno se arrepiente. Uno trabaja en comunidad y comprende el rol social que tiene el médico. Este paso intermedio es muy enriquecedor”.

- ¿Cómo ha resultado hasta el momento su experiencia de ser neurólogo en el sur de Chile?

Es diferente ser neurólogo en una ciudad de provincia a ser neurólogo en Santiago. En la capital tienes servicios de neurología con 20 especialistas y en regiones más alejadas de la zona central encuentras que en estos servicios no hay más de cuatro neurólogos. En Santiago existe la alternativa de optar por ciertas áreas de la neurología, subespecializarte, trabajar en ello y enseñar sobre ello. En provincia es distinto, uno revisa la neurología general, fundamentalmente por razones prácticas. En este escenario, mi orientación ha sido hacia el Alzheimer y Parkinson. Yo hago clases no sólo a estudiantes de medicina, sino que también a futuros terapeutas ocupacionales, kinesiólogos, enfermeras, fonoaudiólogos, vale decir, a una amplia gama de especialidades.

- Eso explica en parte la mirada transversal de las XI Jornadas de Neurología...

Exactamente, me gusta mucho que la convocatoria, en particular este 2015, haya sido tan variada. A los profesionales o estudiantes de las áreas que ya te mencioné, hay que sumar neurólogos, químicos farmacéuticos, fisiatras y otorrinolaringólogos, entre otros. Esta capacidad de convocatoria que hemos logrado en esta actividad científica me tiene muy satisfecho.

- ¿De qué manera ha evolucionado la especialidad en la región?

Desde el punto de vista de la docencia ha sido muy buena.  Cuando yo llegué, habían pasado 30 años sin que llegara un neurólogo a la zona. A partir de ahí hasta ahora fueron llegando 4 ó 5 colegas más. Eso permitió que la neurología fuera enseñada y practicada por neurólogos. Hace una década la neurología era transmitida sólo por dos neurólogos y principalmente por neurocirujanos. Eso era un tanto complejo para el desarrollo de la especialidad, porque los neurocirujanos, quienes se merecen el mayor de mis respetos, tienen una mirada diferente de las patologías propias de la especialidad. Ahora las cosas son distintas, tenemos un equipo integrado por profesionales especializados en centros de referencia, lo que permite además que tengamos diálogos cercanos y reuniones clínicas muy positivas para ir aprendiendo cada día más. En lo académico comencé haciendo clases en la Universidad Austral y ahora también estoy formando alumnos de la Universidad San Sebastián, siempre con un enfoque multidisciplinario. A veces me dicen que soy muy exigente, pero estoy seguro que la metodología es la adecuada para formar profesionales de excelencia.

- ¿Y desde la perspectiva clínica?

Yo creo que se puede mejorar. En el Hospital de Valdivia, las cosas han ido avanzando, pero con lentitud. Hay que optimizar y redireccionar algunos recursos. Nosotros mostramos en las Jornadas de Neurología cómo otros centros han ido creando cosas y haciendo cosas, organizándose de forma distinta. Las ganas están, pero hay que buscar la forma y la estrategia para distribuir mejor los dineros. Queremos que en un mediano plazo podamos revertir este escenario y poder ofrecer una calidad clínica óptima. Nosotros hacemos trombolisis, lo que es un gran avance para este recinto asistencial. Un colega está subespecializado en patología neurovascular en la Clínica Alemana de Santiago. Otros están llegando, uno subespecializado en electroencefalografía y otro en electromiografía, que es un examen para evaluar los músculos y las vías nerviosas de las extremidades. Esto pronto ayudará a entregar una mejor atención a nuestros pacientes.

- ¿Qué destacaría de las Jornadas de Neurología?

Fundamentalmente la importancia que tiene para los profesionales del sur de Chile. Como todo evento de estas características partió de forma sencilla, pero ahora yo diría que está plenamente consolidado en la agenda científica. El año pasado, por dar un ejemplo, no pudimos hacerlas y varios colegas me preguntaron qué había pasado, lo que demuestra que se ha creado una necesidad. Yo diría que está dentro del inconsciente colectivo de los neurólogos que trabajan desde Los Ángeles hasta Coyhaique. Fuera de Santiago se hacen dos actividades neurológicas importantes, en Concepción y Valdivia, y este año Concepción no hizo. Aparte del Congreso Mundial de Neurología que se llevará a cabo en Santiago durante octubre, nuestras jornadas son, humildemente, la única reunión de neurólogos contemplada para 2015.

- ¿Cuáles fueron los principales temas abordados?

Nosotros habitualmente profundizamos en la demencia, porque es un tema que siempre está de moda y siempre va a estar más de moda en Chile. En la medida que somos más viejos, más dementes vamos a tener en el país, por lo tanto invitamos en todas las versiones a expertos que son referentes y líderes de opinión en la comunidad neurológica para analizar esta materia.

También quisimos conocer los avances en centros asistenciales fuera de Santiago, en relación al desarrollo de unidades de tratamiento de pacientes con infarto cerebral. Saber cómo se concretó el paso de tener muy poco a convertirse en unidades especializadas en el manejo del accidente vascular fue algo muy valioso para toda la asistencia.

Finalmente, la neurorradiología fue otro aspecto importante dentro de los contenidos profundizados, porque se trata de algo vital en el diagnóstico y en el trabajo de los neurólogos. El progreso de la neurorradiología en Chile, principalmente en Santiago, ha sido notable, al nivel de cualquier país desarrollado. En resumen, fue muy positivo conocer cómo está avanzando la neurología en distintas zonas del sur de Chile y definir los desafíos que tenemos por delante. Ese siempre ha sido el espíritu que nos ha movido.