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C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl

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Neumol Pediatr 2016; 11 (1): 44 - 48

Fibrosis quística atípica y enfermedad del CFTR:

a propósito de un caso de traqueobroncopatía osteocondroplástica

33 mutaciones resultó ser heterocigoto para F508del, no siendo

posible descartar FQ con un estudio genético extendido o con

potenciales nasales para obtener una evaluación funcional de

la proteína CFTR. Se trató de acuerdo a protocolo de FQ con

antibióticos endovenoso, alfa dornasa, tobramicina inhalada y

azitromicina. La

Pseudomona aeruginosa

desapareció de los

cultivos traqueales, mejoró la condición clínica, la tolerancia al

ejercicio, su nutrición, la función pulmonar (Figura3), curva flujo

volumen y el aspecto morfológico en la fibrobroncoscopía.

TRAQUEOBRONCOPATÍA OSTEOCONDROPLÁSTICA

Es una enfermedad rara, benigna, de evolución

lenta y de diagnóstico generalmente entre la cuarta y sexta

década de la vida. Se caracteriza por el hallazgo de nódulos

osteocartilaginosos característicos de 1 a 6 mm que se observan

en la submucosa traqueo bronquial, con aspecto de jardín

de rocas o empedrado, que respetan la pared membranosa

posterior de la tráquea y grandes bronquios y no guardan

relación con los cartílagos traqueales normales, por esta razón

no es requisito realizar biopsia para su diagnóstico (9-11). Existe

además una atrofia de las glándulas submucosas y en ocasiones

metaplasia escamosa e interposición de tejido de médula ósea

(10). Algunos autores, basados en estudios de series de casos

describen 3 fases: leucoplásica, cartilaginosa y ósea (9-13).

Podría confundirse desde el punto de vista endoscópico con

amiloidosis, sarcoidosis endobronquial, lesiones tuberculosas,

papilomatosis y tumores. En general este proceso suele

descubrirse en forma accidental en la edad adulta, ya sea como

hallazgo endoscópico, durante procedimientos anestésicos o en

una necropsia, porque puede ser asintomático (10). En ocasiones

suele presentarse con tos seca persistente, disnea, odinofagia,

disfonía, expectoración hemática o infecciones respiratorias a

repetición (12). La evaluación funcional respiratoria puede ser

orientadora como lo fue en este paciente y dependerá del grado

de compromiso y localización de las lesiones; puede observarse

OVAC intra y/o extratorácica (11-13). En nuestro caso la

alteración funcional respiratoria observada coincidió con el

examen clínico -sibilancias inspiratorias y espiratorias- con una

curva flujo volumen que orientadora. No se conoce claramente

la etiopatogenia de la traqueobroncopatía, aunque se ha descrito

asociación a infección crónica por gram negativos, sinusitis y/o

bronquitis crónica en situaciones de alteración del aclaramiento

mucociliar, exposición a irritantes, alteraciones metabólicas

o genéticas (10). En este paciente en que presenta solo

compromiso del sistema respiratorio , se planteó el diagnóstico

de una FQ atípica o de una

enfermedad relacionada al CFTR

ya que solamente se pesquizó una mutación conocida para FQ

(F508del ) y además el tratamiento acorde al protocolo nacional

de FQ mostró una respuesta favorable (14).

FIBROSIS QUÍSTICA ATÍPICA

Desde 1985 se conoce que el gen de la FQ está

localizado en el brazo largo del cromosoma 7. En 1998 un panel de

expertos estableció criterios diagnósticos basados en el fenotipo,

en las mutaciones asociadas a FQ y los rangos en exámenes

diagnósticos tales como electrolitos en sudor y diferencia de

potencial nasal (DPN) (1). La contribución del análisis molecular

del gen que codifica para la proteína de CFTR ha permitido

establecer correlación entre genotipo y fenotipo, habiéndose

descrito hasta el momento cerca de 1.900 mutaciones (2). La

frecuencia y los tipos de mutaciones varían en función de las

razas y etnias. Los criterios genotípicos están primariamente

basados en la identificación de 2 alteraciones en el gen de la

CFTR y en general producen la pérdida completa de la función

del canal, categorizadas en 6 distintas clases, siendo la que

afecta la biosíntesis de la proteína las de clase I, su maduración

las de clase II y su función las de clase III; estas se asocian

a fenotipos severos. En las mutaciones de clase IV y V existe

producción de la proteína que mantiene cierta actividad residual

y están asociadas a suficiencia pancreática y enfermedad más

leve (1,2,4,7,8). La contribución de estas diferentes variantes

alélicas del gen CFTR han sido evaluadas mediante estudios

de correlación genotipo-fenotipo, con respecto a la variabilidad

clínica o al grado de compromiso funcional (15,16). La mutación

clase IV resulta en una normal cantidad de CFTR, con menor

función de ella en la membrana apical, disminuyendo así la

conductancia del cloro. La mutación clase V está asociada con

una disminución en la síntesis de CFTR activa resultando en una

expresión disminuida en la membrana apical. La presencia de

alelos poli T 5T y 7T sumado a una mutación de CFTR podrían

influir en la expresión del CFTR, resultando en un fenotipo leve o

no clásico (2,16,17).

El TS mediante iontoforesis con pilocarpina es

considerado el estándar de oro para confirmar el diagnóstico de

FQ. Valores sobre 60 mEq/l son consistentes con el diagnóstico

de FQ, bajo 30 mEq/l en lactantes menores de 6 meses o

bajo 40 mEq/l en niños mayores se considera negativo (1,5).

Mediciones entre 40 y 60 mEq/l se han asociado a FQ atípica,

lo que requiere de mayor evaluación ya sea con la diferencia

de potencial nasal –que ha demostrado ser muy útil en estos

casos- el estudio genético y la correlación con el cuadro clínico

(2,5,21). Hoy se sabe que un TS normal no excluye en forma

definitiva la enfermedad; un ejemplo de ello podría ser el caso

descrito. La mayoría de los pacientes en Europa y Estados Unidos

han sido evaluados genéticamente; por ejemplo en Inglaterra y

Francia cerca de un 95% de ellos han sido genotipificados (2,3).

Con el advenimiento de las terapias personalizadas que tratan

el defecto del CFTR se hace necesario su evaluación integral. El

estudio genético es aún muy laborioso y de alto costo, motivo

por el cual se utiliza en general en pacientes con alta sospecha

clínica de FQ, en los cuales el TS es normal y el análisis de

mutaciones frecuentes no puede confirmar la enfermedad.

Esto en ocasiones identifica alteraciones cuyas consecuencias

patológicas no son tan claras, ya sea polimorfismos, mutaciones

leves que causan enfermedad relacionada al CFTR o mutaciones

causantes de FQ propiamente tal (21)

DIFERENCIA DE POTENCIAL NASAL (DPN)

Dado que en estos casos no siempre se dispone

del estudio genético ampliado para las casi 2000 mutaciones