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Neumol Pediatr 2017; 12 (3): 103 - 113

C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl

110

Cuidados respiratorios para pacientes con enfermedades neuromusculares

que la saturación de oxigeno se mantenga igual o mayor 95%.

Para la extubación de los pacientes primero se retira la sonda de

alimentación nasogástrica y se coloca una interface no invasiva

(nasal, oronasal o pieza bucal) inmediatamente después de la

extubación. Se utiliza un ventilador portátil de volumen u otro

ventilador en un modo no invasivo programando una frecuencia

respiratoria de 10 a 12 RPM, presión de soporte de 18-20 cm

H

2

0 en volumen asistido/controlado de 700-1500 ml.

Los cuidadores y la familia del paciente deben usar

la tos asistida mecánica cada veinte minutos o cuando la

saturación desciende por debajo de 95%. De esta manera la

combinación de soporte completo con ventilación no invasiva

y las ayudas mecánicas para la tos nos permiten extubar a los

pacientes inextubables.

Los pacientes con ENM no requieren traqueostomía,

excepto aquellos que tienen ELA con afectación bulbar avanzada

y desarrollan espasticidad de la vía aérea superior que impide

que la exhalación-insuflación mecánica limpie adecuadamente

las secreciones de la vía aérea (50). En pacientes con AME tipo

2, daño medular alto y otras ENM, si la vía aérea se mantenía

permeable y no presentaban estridor, aún cuando tengan

trastorno severo de la deglución, no requieren traqueostomía.

La imposibilidad de tener cierre glótico y por lo tanto de tener

un nivel mínimo de PCF no asistido, puede ser superado con

la generación eficiente de flujos > a 300 LPM lograda con el

dispositivo de tos asistida mecánica (51).

DISCUSIÓN

La necesidad de demostrar resultados realizando

estudios controlados, ciegos y aleatorizados en tratamientos

de soporte vital en pacientes con ENM referidos a la AVNI y

protocolos de tos asistida manual o mecánica, parece éticamente

reprochable (34,52).

Estas dos estrategias de cuidados respiratorios

resultan complementarias y junto a la técnicas de reclutamiento

de volúmenes pulmonares destinadas a mantener la capacidad

máxima de insuflación pulmonar, han permitido que pacientes

con DMD, desplacen en 5 años la declinación máxima de la CV

comparado con reportes previos sin usar air stacking, una vez

hayan llegado a su meseta de CV (53).

Para entender la factibilidad de la AVNI en etapas

avanzadas de estas enfermedades es importante diferenciar,

el deterioro muscular bulbar derivado de las ENM, de aquel

asociado a espasticidad y distonía de los músculos faríngeos,

presente en enfermedades del sistema nervioso central y en

algunas variantes de ELA, con compromiso de las motoneuronas

superiores que condicionan colapso y obstrucción de la vía

aérea superior (1,18). Cuando los requerimientos de soporte

ventilatorio progresan y los pacientes con ENM requieren

ventilación continua durante las 24 horas del día, no solo es

posible evitar la traqueostomia, sino incluso retirarla con los

protocolos ya analizados (54-57).

En el año 2010, 22 centros en dieciocho países

reportaron 760 usuarios de soporte ventilatorio no invasivo en

forma continua, utilizando estos criterios restrictivos para la

traqueostomia (1).

Es por lo tanto prioritario que las ventajas y resultados

de los cuidados respiratorios no invasivos en el manejo de

pacientes con ENM progresivas y potencialmente letales deban

ser fuertemente considerados al momento de decidir en conjunto

con los pacientes y su familia que alternativa elegir. Y así se

evita que la traqueostomía sea la única alternativa planteada por

desconocimiento de los profesionales de la salud de las ventajas

comparativas de la AVNI o por su mala o insuficiente indicación

(58).

Respetando el principio de justicia es importante

que los sistemas sanitarios entiendan la importancia de

abordar los reembolsos necesarios para prestaciones de

cuidados domiciliarios que incluyan coberturas costo-efectiva

y costo-eficiente. El escenario natural de estos pacientes debe

ser su hogar con la red de apoyo de su familia, generando

estrategias de transferencia precoz al domicilio que eviten

las hospitalizaciones prolongadas. Sin embargo, los pacientes

y sus familias deben ser responsables en hacerse cargo, con

el apropiado empoderamiento, educación y capacitación para

consolidar este desenlace de manera segura. Este proceso debe

considerar la dinámica, ritmo y funcionalidad de cada familia en

especial.

La AVNI es la mejor estrategia para entregar ventilación

mecánica prolongada en aquellos pacientes que requieren

soporte ventilatorio total (CNVS), es así como ha permitido la

sobrevida, con buena CVRS, en pacientes con DMD por más de

30 años (2) y pacientes con AME Tipo 1 por más de 20 años

evitando la necesidad de traqueostomizar (1,13,18,59).

Los costos de ventilación prolongada en instituciones

y en domicilio a través de traqueostomia son estrategias que en

la gran mayoría de las familias constituyen cargas financieras

y en la CVRS criticables desde una dimensión técnica y ética.

Por el contrario los cuidados que incluyen AVNI, se traducen

en un mejor empoderamiento y deliberación de las familias a

través de las responsabilidades individuales, donde los cuidados

son fundamentalmente entregados por las familias, con

financiamientos gubernamentales limitados a lo que es posible

pagar desde una perspectiva socialmente aceptable, equilibrando

los principios de beneficencia y justicia. Es asi como muchos

de los pacientes se han vuelto dependientes de la ventilación

mecánica no invasiva sin ser hospitalizados y son manejados con

un costo del equipamiento médico menor a 10.000 dólares por

año. Los pacientes traqueostomizados que son cuidados por una

enfermera cuestan entre 300.000 a 400.000 dólares al año en

Estados Unidos (60).

CONCLUSIONES

Aún cuando existen nuevos tratamientos orientados a

la cura de las ENM de base genética, las terapias de cuidados

respiratorios ya consolidadas no deben ser postergadas. Los

cambios paradigmáticos que han permitido sustentar el soporte

de la bomba respiratoria de forma no invasiva, complementados

y favorecidos por protocolos de tos asistida manual y mecánica

deben ser considerados como opción preferente frente a

establecer ventilación mecánica prolongada a través de

traqueostomia.