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Neumol Pediatr 2018; 13 (1): 24 - 28

C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl

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Estridor persistente

típico sibilante polifónico espiratorio del asma (9,10).

La estenosis subglótica se clasifica en congénita y

adquirida. La primera se debe a una canalización incompleta

de la zona subglótica y anillo cricoides durante los primeros

meses de gestación. La estenosis adquirida se debe a necrosis

de la mucosa cricoidea y/o pericondritis de la región subglótica,

causadas por intubación endotraqueal prolongada, reiterada o

traumática. El estridor bifásico es lo característico.

Los quistes laríngeos son una rara malformación

laríngea, puede presentarse con obstrucciones graves siendo

una emergencia quirúrgica. El diagnóstico se basa en el

examen clínico, pero la endoscopia juega un papel diagnóstico

y terapéutico. Se clasifican como glóticos, supraglóticos y

subglóticos. Zalagh et al los clasificaron según su ubicación:

en cuerdas vocales (58,2%), pliegues ventriculares (18,3%),

vallécula (10,5%), epiglotis (10,1%) y pliegue aritenoepiglótico

(2,2%). Se postulan dos mecanismos etiopatológicos. Los quistes

saculares más grandes son congénitos y se deben a la atresia

sacular, mientras que los quistes ductales o quistes de retención,

más frecuentes, son adquiridos y resultan de la obstrucción

de las glándulas mucosas, que ocurre especialmente durante

episodios de infecciones o trauma laríngeo. Se han descrito

casos de quistes laríngeos en prematuros que se sometieron a

intubación en las primeras horas de vida. Se manifiestan como

estridor, disfagia y dificultad respiratoria debido al estrecho

conducto laríngeo en los niños (11).

Los hemangiomas subglóticos, son una causa rara de

estrechamiento subglótico, experimentan un rápido crecimiento

hasta los 12 a 18 meses de edad y luego lentamente involucionan.

A los 5 años de edad, el 50% tienen resolución completa.

Las hendiduras laríngeas ocurren en 1 /10.000

nacidos vivos y pueden condicionar disfagia y aspiración. Los

niños presentan incremento de secreciones, dificultad para la

alimentación, aspiración, retraso de crecimiento y síntomas

respiratorios crónicos e infecciones. El diagnóstico definitivo

requiere la visualización del área con laringoscopia rígida. (4)

La atresia de coanas involucra la apertura nasal

posterior, donde hay obstrucción membranosa (10%) u

ósea (90%). Es la anomalía nasal congénita más común (1:

6.000-8.000 nacidos vivos). Los recién nacidos con atresia

coanal posterior bilateral tendrán dificultad significativa en la

respiración y la alimentación, estridor, cianosis y aspiración.

(3) La incapacidad de pasar una sonda a ambos lados de la

nariz es característica. La atresia o estenosis unilateral puede

pasar desapercibida durante años. La endoscopia flexible y la

tomografía computada o resonancia magnética confirman el

diagnóstico. El tratamiento definitivo es quirúrgico.

Otras causas menos comunes de obstrucción de vía

aérea superior y por tanto estridor son micrognatia, Pierre Robin,

macroglosia, anomalías craneofaciales. La micrognatia es una

mandíbula inferior pequeña que ocasiona el desplazamiento

posterior de la lengua que lleva a la obstrucción faríngea. Se

observa predominantemente en la posición de decúbito supino.

La secuencia de Pierre Robin se caracteriza por micrognatia,

macroglosia, dificultad respiratoria y paladar hendido. Los

problemas clínicos dominantes son obstrucción grave de vías

aéreas superiores, apnea obstructiva del sueño, y el retraso de

crecimiento.

La macroglosia, puede causar obstrucción faríngea.

Puede verse en pacientes con síndrome de Beckwith-

Wiedemann, síndrome de Down, enfermedades del depósito e

hipotiroidismo congénito. Los niños con síndrome de Down tienen

características fenotípicas que predisponen a obstrucción de la

vía aérea superior incluyendo un puente nasal aplanado, boca

pequeña e hipofaringe pequeña que junto con la disminución

del tono muscular (incluyendo los músculos faríngeos) aumenta

la obstrucción proximal de las vías respiratorias. Además,

tienen una alta incidencia de laringomalacia, traqueomalacia y

estenosis subglótica.

El tiroides lingual es el resultado del fracaso en el

descenso de la glándula tiroides desde la base de la lengua a

través del conducto tirogloso. El quiste del conducto tirogloso

se origina en el remanente del conducto tirogloso. Un quiste

se puede llenar con líquido o moco. Si está situado en la base

de la lengua y si es lo suficientemente grande, pueden causar

obstrucción de las vías respiratorias.

En niños mayores, otras causas raras de estridor

pueden incluir anafilaxia, deficiencia de C1 esterasa, hipocalcemia

puede producir aducción espasmódica de las cuerdas vocales

resultando en la obstrucción de la vía aérea superior y estridor.

La hipocalcemia como causa de estridor es rara, y en la edad

pediátrica, es más frecuente en los grupos neonatales cuando

es generalmente secundario a un hipoparatiroidismo parcial

transitorio (12).

Reflujo gastroesofágico

El ascenso de contenido gástrico a la hipofaringe y

laringe puede producir inflamación y edema que compromete

aún más la permeabilidad de las vías respiratorias. Existiría

asociación entre reflujo gastroesofágico y laringomalacia. El

mecanismo es poco claro, sin embargo, el aumento en la presión

intratorácica asociada con la laringomalacia puede promover el

reflujo del contenido gástrico en el esófago y laringe.

Por otro lado, el reflujo puede promover edema

laringofaringea que podría resultar en una disminución de la

sensibilidad de los receptores de la mucosa y promover colapso

y la disfunción de la deglución y la microaspiración en niños.

Parece intuitivo comenzar tratamiento antirreflujo (cambiando la

técnica de alimentación, medicación o cirugía) en lactantes y

niños con estridor causado por laringomalacia. Sin embargo, no

hay prueba de que los síntomas de la laringomalacia mejoran

con la terapia antirreflujo (2,5).

CONCLUSIONES

En niños con estridor, una historia clínica detallada

y un examen físico exhaustivo son obligatorios para los pasos

diagnósticos adicionales y las intervenciones terapéuticas

subsecuentes. Así, se puede realizar un diagnóstico diferencial

de las causas más probables de estridor.

La endoscopia de vía aérea establece el diagnóstico

en la mayoría de los casos. El paciente debe ser referido a

un otorrinolaringologo o neumólogo pediatra para endoscopia

flexible de vía aérea superior.

La laringomalacia es la causa más común de estridor

congénito y tiene una resolución espontánea sin necesidad de

intervención en la mayoría de los pacientes.