Previous Page  33 / 46 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 33 / 46 Next Page
Page Background

Neumol Pediatr 2017; 12 (1): 28 - 33

C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl

31

Weaning

de ventilación mecánica. Del arte a la ciencia

de 83.3% en predecir estridor post extubación en niños > 7 años,

no así en los menores. Souminen (43) demostró un aumento

de 3 veces la incidencia de efectos adversos en pacientes con

anestesia general a quienes se les retiraba el TET sin detectar

filtración con presiones de 25 cm H

2

0. En una encuesta a

directores de postgrado de cuidados intensivos pediátricos en

EEUU, el 76% respondió que realizaba el test y recomendaba

posponer la extubación e iniciar corticoides si no había filtración

bajo los 30 cmH

2

O (38). Los corticoesteroides son un factor

confundente ya que aparecen como terapia para reducir el

estridor, pero su real contribución en la falla de extubación es

controversial (44, 45). Es más, la revisión Cochrane del uso de

corticoesteroides para la prevención del estridor post extubación

en neonatos, niños y adultos no demostró efectividad, pero si una

consistente tendencia al beneficio, por lo que se sugiere mayor

estudio (46). Por otra parte, pareciera que la medición seriada

de la filtración en el momento de la intubación y extubación es

un buen predictor de éxito de extubación más que de fracaso,

como lo reporto Wratney en su trabajo prospectivo ciego de 50

pacientes (47). Basado en todos estos datos, pareciera ser que

el test de filtración del TET con presiones <25 cmH

2

O, es un

elemento más a considerar.

Presión Inspiratoria máxima (Evaluación musculatura inspiratoria)

Otro elemento es la presión inspiratoria máxima, que equivale a

la medición gruesa pero objetiva del estado de la musculatura

respiratoria. También permite diferenciar las alteraciones

neuromusculares globales de la debilidad exclusiva de la

musculatura respiratoria. En adultos ha demostrado ser un

indicador de extubación exitosa cuando se logra valores de al

menos -30 cmH

2

O (48,49). En pediatría, algunos trabajos lo

muestran como valor útil como parte del índice CROP (6,13),

aunque otros como el trabajo de Khan y Venkataraman (34)

no han demostrado su utilidad tanto como test único como

asociado al índice CROP. Lo anterior puede estar relacionado

a la variabilidad de la técnica usada. Pese a lo anterior, no hay

suficiente evidencia para validar su uso rutinario en pediatría.

Falla de extubación

Los rangos de falla de extubación descrita en la

literatura son bastante amplios, de 4.1% a 19% (7,50-52).

Son múltiples los factores descritos como causales, entre los

que destacan la edad (menor edad más riesgo), duración de la

VM, y el uso prolongado de sedantes y analgésicos con efecto

sedante (52). En estudios pediátricos, destaca el trabajo de

Kurachek (3) quien el 2003 realiza un estudio multicéntrico

prospectivo en 16 UCI pediátricas americanas. Describe falla de

extubación (considerado a las 24 hrs) de 6.2% (1.5-8.8%) en

1459 pacientes. Fueron considerados factores de riesgo la edad

(< 24 meses), presencia de alteraciones genéticas, enfermedad

respiratoria crónica, alteraciones neurológicas crónicas, y la

necesidad de reemplazo TET al ingreso. Se presentó fallas por

OVA en 37 %, y no se encontró relación entre la duración de la

VM y la falla de extubación. Por su parte, Edmunds (51) describe

falla de extubación en 7.9 % de los 280 pacientes enrolados

en su estudio, demostrando además la asociación “a mayor

tiempo de VM, mayor tasa de falla”. En su trabajo, 25% de las

fallas fueron por OVA. Fontela (58) estudió 124 pacientes con

falla de extubación a las 48 hrs, excluidos aquellos con falla

por OVA. Encontró como factores de riesgo la menor edad, el

Índice de Oxigenación (IOx) > 5, la duración de la VM > 15 días,

la sedación > 10 días y el uso de inótropos. Semejante a lo

anterior, el estudio de Baisch (50), describe falla de extubación

(48 hrs) en 4.5% de 3193 pacientes, destacando dentro de las

causas la edad (mediana 6.3 meses) y la duración prolongada de

la intubación.

Con respecto a la sobrecarga de volumen acumulado,

el estudio multicéntrico randomizado PALISI no demostró que

tenga influencia en el

weaning

o sea predictivo de falla de

extubación (53). Sin embargo, actualmente hay una serie de

trabajos en curso re-analizando este tema. Si bien son varios

los elementos a considerar previo a la extubación, los Índices

Predictivos de falla aún están en desarrollo.

CONCLUSIÓN

El

weaning

es un proceso que se inicia cuando hay

mejoría de la causa que originó la intubación. Implica criterios

definidos de oxigenación, hemodinamia, estado de alerta y

ausencia de complicaciones. Los índices predictivos de

weaning

estudiados como IRS e índice CROP no han demostrado mayor

utilidad en pediatría. De las técnicas de

weaning

, las múltiples

estudiadas no difieren en utilidad, sin que existan protocolos

con efectividad probada en pediatría. La falla de

weaning

es

multifactorial y debiera analizarse en forma fisiopatológica.

Con respecto a las pruebas de extubación, la más estudiada y

exitosa es la PVE, con alta sensibilidad y valor predictivo, siendo

recomendable su uso rutinario. Se adjunta algoritmo sugerido

(Figura 1). El resto de los test predictores de extubación no han

presentado aporte. Las pruebas previas a extubación (TFA y

presión inspiratoria máxima) aún están en proceso de validación

Figura 1.

Algoritmo sugerido para weaning y extubación.

Considerar Test de fuga aérea en pacientes de riesgo.

Pafi > 180-200

Ventilación adecuada CO

2

< 45

Volumen corriente > 5 ml/kg