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Contenido disponible en

www.neumologia-pediatrica.cl

el ámbito psicológico y social, muchas veces es motivo de

vergüenza, restringe el contacto físico directo y lleva a ais-

lamiento social

(9)

. Todas estas complicaciones llevan por una

parte a incrementar los costos en salud y por otra parte, a

disminuir la calidad de vida del paciente y su familia

(3)

. Como

la sialorrea es un problema multifactorial, requiere idealmente

de la valoración por un equipo multidisciplinario

1

.

La entrevista inicial debería incluir una completa historia

médica, social y emocional del paciente. La evaluación por

fonoaudiólogo es esencial, esta debería incluir una evalua-

ción de los órganos fonoarticulatorios (función y anatomía),

sensibilidad, reflejos, evaluación postural, del mecanismo

de deglución y de la deglución de saliva propiamente tal. El

examen dental también es recomendado en los mayores de

3 años, las caries dentales y la pobre higiene dental puede

contribuir a una excesiva secreción de saliva. El cuantificar

en forma objetiva el flujo de saliva es una tarea difícil, por lo

que se han descrito distintos métodos en los diferentes estu-

dios. Dentro de los más utilizados están las tórulas dentales,

aspiración de saliva y más recientemente las micropipetas

para canulación retrógrada de los conductos de las glándulas

salivales mayores

(1)

.

Existen también escalas para cuantificar en forma subjeti-

va el flujo de saliva, la más usada es la escala de severidad y

frecuencia de la sialorrea (Tabla 2)

(1,5)

.

El impacto de la sialorrea en la calidad de vida es el factor

más importante para determinar la necesidad de terapia en

el caso de sialorrea anterior

(5)

. A este respecto existe una

herramienta que ha sido recientemente validada que evalúa

el impacto de la sialorrea en la calidad de vida del paciente

y sus cuidadores, es la escala de impacto de la sialorrea

(1,4)

.

Ésta consta de 10 preguntas, cada una con rango de puntaje

a otorgar de 1 a 10. Esta evaluación refleja los cambios en la

sialorrea percibidos por la persona que contesta el cuestio-

nario. Las opciones de tratamiento de la sialorrea pueden ser

agrupadas en 4 categorías:

1. Manejo funcional.

2. Medicamentos orales.

3. Infiltración intraglandular de toxina botulínica.

4. Manejo quirúrgico.

El manejo funcional incluye la instrucción repetitiva, el

refuerzo positivo o negativo, la estimulación de la deglución

segura o trabajar sobre sus componentes alterados (sensibili-

dad, control motor oral, etc.) y la autocorrección. Al respec-

to, la evidencia es limitada, pero existe consenso en que es

beneficiosa cuando se usa como terapia complementaria a

alguna de las otras opciones de tratamiento

(12)

.

Dentro de los medicamentos más utilizados están los an-

ticolinérgicos (escopolamina, glicopirrolato), que bloquean la

inervación parasimpática a las glándulas salivales. La evidencia

en cuanto a su efectividad es insuficiente, lo que sí es claro

es que la presencia de efectos secundarios es alto (44-66%).

Dentro de los más frecuentes se encuentran la sedación,

constipación, confusión y retención urinaria

(5,13-14)

.

Las opciones de tratamiento quirúrgico incluyen la esci-

sión glandular, la reubicación del conducto, ligadura del con-

ducto y neurotomías. Estas técnicas, si bien se ha reportado

que serían altamente efectivas, son invasivas e irreversibles,

Tabla 2. Escala de severidad y frecuencia de sialorrea

Sialorrea

Puntos

Severidad

Seco

Leve (moja los labios)

Moderada (moja labios y barbilla)

Severa (moja ropa)

Profusa (moja ropa, manos, objetos)

1

2

3

4

5

Frecuencia

Nunca

Ocasionalmente

Frecuentemente

Constantemente

1

2

3

4

Tabla 3. Sitio de infiltración y dosis

Botox R (U)

Toxina

botulínica A

Dysport R (U)

Toxina

botulínica A

Glándula submandibular

10-50

15-75

Glándula parótida

10-50

15-75

por lo que sólo se deben considerar en sialorreas severas en

las que las otras alternativas de tratamiento no tuvieron los

resultados positivos

(2,5-6)

.

Finalmente, se describe el manejo con toxina botulínica

en glándulas salivales. Esta actúa inhibiendo la liberación de

acetilcolina desde la terminal nerviosa colinérgica, produ-

ciendo de este modo una especie de denervación química,

reduciendo la secreción de saliva y la sialorrea en la mayoría

de los pacientes. Sus beneficios y relativa seguridad han sido

ampliamente documentados en varios estudios

(3,5)

. Varios

autores han demostrado la reducción clínicamente significativa

del flujo de saliva en 33-64% de los pacientes por aproxima-

damente 2 a 6 meses

(6)

.

La mayoría de los estudios son para el serotipo A de toxi-

na botulínica; sin embargo, la eficacia del serotipo B también

ha sido probada con similares resultados en niños con parálisis

cerebral y enfermedades neurodegenerativas en un número

más reducido de estudios

(1)

. La evidencia en general nos dice

que la infiltración con toxina en glándulas salivales es segura

y efectiva en el tratamiento de la sialorrea y es más eficiente

cuando se infiltran ambas glándulas, parótida y submandibu-

lar

(1,10)

. Todavía es necesario definir mejor las dosis a utilizar,

en la literatura se describe un amplio rango de variación en

las dosis (Tabla 3).

En cuanto a los efectos adversos de la infiltración con toxi-

na botulínica, estos se pueden minimizar si el procedimiento

es llevado a cabo con la adecuada sedación del paciente, de

modo que se encuentre quieto durante la infiltración y usan-

do la guía ecográfica.

No se han reportado efectos fatales en la literatura, pero

sí varios potenciales efectos colaterales, que deberían ser

cuidadosamente monitorizados. Estos efectos los podemos

Sialorrea neurogénica infantil y el manejo con la toxina Botulínica - S. Chahuán et al.

Neumol Pediatr 2012; 7 (1): 13-18