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Contenido disponible en

www.neumologia-pediatrica.cl

hemisféricos se presenta en épocas de invierno y a finales

del otoño.

Los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de

adquirir bronquiolitis son la asistencia a guarderías, presen-

cia de hermanos mayores cuando comparten habitación,

la lactancia materna durante menos de 1-2 meses, padres

fumadores, sobre todo exposición a tabaco durante la ges-

tación (OR: 1,6-4,8), bajo peso al nacer (OR: 1,7-2,1), sexo

masculino, estrato socioeconómico bajo, hacinamiento.

Pero los principales factores para enfermedad severa son la

displasia broncopulmonar, la enfermedad pulmonar crónica,

las cardiopatías congénitas, la prematuridad, la edad inferior

a 3-6 meses, inmunodeficiencia, enfermedad neurológica, y

defectos congénitos o anatómica de las vías respiratorias

(8,9)

.

ETIOLOGÍA

El VRS es la causa más común en 50-75%, seguido por

rinovirus, parainfluenza, metapneumovirus humano, virus

de la influenza, adenovirus, coronavirus, y bocavirus huma-

nos

(10,11)

. Con el diagnóstico molecular, se han documentado

co-infecciones aproximadamente en un tercio de los niños

hospitalizados con bronquiolitis

(11,12)

.

El VRS es un virus RNA de cadena sencilla, que pertenece

a la familia Paramixoviridae, se puede dividir en dos principa-

les grupos antigénicos, conocido como A y B

(13)

. Su genoma

codifica 10 proteínas, unas asociadas a membrana como la

proteína G para adhesión del virus a la membrana celular, la

F penetración en la célula (fusión con la membrana celular)

y formación de sincitios

(14)

. Se trasmite por fómites y el virus

vivo pueden sobrevivir en superficies por más de 6 h.

El rinovirus es formado por más de 100 serotipos y son

la causa principal del resfriado común, se asocia con infección

del tracto respiratorio en niños pequeños y en personas con

enfermedad pulmonar crónica

(10)

y se asocia con bronquiolitis

en la primavera y el otoño

(11)

. El metapneumovirus humano

es un paramixovirus reconoció por primera vez en 2001, ha

sido identificado como un agente etiológico en bronquiolitis

que comparte muchas características con el VRS

(10)

.

PATOGENIA

La fisiopatología de la bronquiolitis comienza con una in-

fección aguda de la vía aérea superior por contacto con

secreciones contaminadas de personas infectadas. El período

de incubación es entre 2 y 8 días, con 4-6 días como el

período más observado. Después de la inoculación, el virus

se propaga a las vías respiratorias bajas a través de la mucosa

respiratoria por la fusión de células infectadas con células

no infectadas. Esto se traduce en masas gigantes de células

con varios núcleos, también conocidas como sincitio. En el

interior de la célula el virus se replica causando inflamación

y edema de la mucosa y submucosa, necrosis epitelial y

pérdida de la superficie ciliar, lo que produce disminución en

el transporte de secreciones y detritus celulares desde la luz

bronquiolar hacia la vía aérea superior, causando obstrucción

de los bronquiolos terminales parcial o totalmente y altera-

ción al flujo de aire al pulmón

(15)

.

Posteriormente se produce regeneración epitelial con

células sin cilios. Este epitelio no logra transportar bien las se-

creciones, empeorando la obstrucción de las vías respiratorias

por acumulo de tapones de moco intraluminales que facilitan

el desarrollo de atelectasias. Simultáneamente hay un infiltra-

do de células proinflamatorias, principalmente linfocitos, neu-

trófilos, eosinófilos, células plasmáticas y macrófagos a nivel

peribronquiolar e intraepitelial que empeoran la obstrucción.

A esto se suma el broncoespasmo secundario a la entrada de

calcio intracelular a la fibra muscular que rodea a los bron-

quiolos. Lo anterior lleva a un aumento en la resistencia de

las vías aéreas de pequeño y mediano calibre, produciendo

obstrucción a la salida de aire del pulmón, atrapamiento de

aire y aumento de la capacidad residual funcional

(16)

.

Los cambios anteriores pueden acompañarse de la forma-

ción de atelectasias, acidosis láctica por aumento del trabajo

respiratorio, acidosis respiratoria por retención de CO

2

y

alteración de la relación ventilación-perfusión (V/Q), llevan-

do a hipoxemia y si la obstrucción empeora causando una

insuficiencia respiratoria aguda y potencialmente la muerte.

La historia natural de la enfermedad es hacia la resolución de

los signos y síntomas por la rápida regeneración epitelial que

demora tres a cinco días y la regeneración ciliar que tarda

aproximadamente dos semanas.

CLÍNICA

Puede manifestarse como dificultad respiratoria de grado

variable, desaturación, sibilancias y crépitos en la ausculta-

ción

(7,17)

. En comparación con otros virus que causan la bron-

quiolitis, la fiebre tiende a ser menor con el VRS y más alta

con adenovirus

(18)

. Las apneas puede ocurrir sobre todo en

los prematuros y los menores de dos meses de edad

(5,8,19)

.

Los objetivos de la evaluación de los lactantes con tos

y/o sibilancias incluye la diferenciación de la bronquiolitis de

otros trastornos respiratorios, la estimación de la enfermedad

mediante escalas con puntajes de severidad, permiten realizar

una valoración objetiva y comparar las observaciones subje-

tivas entre diferentes examinadores, lo cual proporciona una

mejor evaluación, ya que los hallazgos pueden variar sustan-

cialmente en el trascurso de minutos a horas

(19-22)

(Tabla 1).

MANIFESTACIONES EXTRAPULMONARES

DE LA BRONQUIOLITIS SEVERA

El 8-15% de las infecciones severas por VRS requieren in-

greso a la unidad de cuidados intensivos siendo el grupo de

edad de mayor riesgo los pacientes entre los 2 y 8 meses de

edad

(23)

. La severidad de la enfermedad va a depender tanto

de factores asociados a la virulencia del agente etiológico

como a factores del huésped

(24,25)

. La enfermedad por VRS

no se limita al compromiso pulmonar, existen múltiples re-

portes que confirman la afección por el VRS de otros órganos

originando manifestaciones cardiovasculares, neurológicas,

hepáticas y endocrinológicas entre otras

(26-28)

, lo cual debe

llamar la atención al personal de salud, para no subestimar el

riesgo potencial de esta entidad.

Neumol Pediatr 2013; 8 (2): 95-101.

Bronquiolitis: artículo de revisión - Parra A. et al