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Neumol Pediatr 2017; 12 (1): 9 - 14

C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl

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Ventilación no invasiva en el paciente con falla respiratoria aguda

En un estudio multicéntrico realizado en 60 unidades

pediátricas de Latinoamérica, España y Portugal en un periodo

de un mes de infecciones respiratorias ingresaron 2156

pacientes, 42% presentaban falla respiratoria aguda, 75% de

las cuales se debieron a patología respiratoria aguda: Neumonia,

bronquiolitis, obstrucción de la via aérea superior, síndrome de

distress respiratorio agudo o aspiración. En 155 pacientes se

utilizó ventilación no invasiva, con un 39% de falla y necesidad

de apoyo invasivo (5). Un estudio observacional prospectivo

reciente, de dos años de duración describe uso de VNI en su

mayoría en pacientes con patología respiratoria aguda, con un

30% de necesidad de intubación (6).

En la literatura se describen diversos factores que es

necesario tener presentes al momento de definir a que pacientes

beneficiaremos y no retardaremos la intubación agregando

morbimortalidad. Entre los factores predictores de falla de VNI

en Pediatría se describen:

- Inadecuada selección de pacientes: la presencia d e

una enfermedad severa, dada por un score de gravedad

mayor, compromiso de mas de dos órganos (7).

- SDRA (8, 9).

- Tiempos de evaluación de respuesta a VNI según

saturación y dificultad respiratoria: relación SpO

2

/

FiO

2

<193 después de 1 hora de VNI (9), FiO

2

> 80%

después de 1 hora en NIV (10), falta de mejoría de la

frecuencia respiratoria después de 2 horas de VNI (8) o

después de 6 horas (9).

- Necesidad de presiones elevadas y de FiO

2

> 60%: un

nivel de presión de soporte alto, P promedio > 12 cm

H

2

O o FiO

2

> 0.6.(11).

DISPOSITIVOS

En la unidad de cuidados intensivos pediátricos se

utilizan ventiladores diseñados para apoyo no invasivo y también

algunos ventiladores invasivos que ofrecen una opción de VNI.

En ambos casos puede haber una limitación para su uso en

lactantes menores de 6 meses o de 10 kg debido a los sistemas

de compensación de fuga insuficientes o de gatillo inapropiado.

Los ventiladores de nueva generación son capaces de superar

estos problemas; mientras que los ventiladores no invasivos

pueden manejar las fugas y permitir un ajuste mas acotado de

la sensibilidad y una mejor sincronía paciente ventilador que los

primeros (12,13).

INTERFASES

Es el dispositivo a través del cual el paciente se conecta

a la tubuladura del ventilador, con la consecuente entrega de

gas presurizado. Se encuentran disponibles de distintas formas,

tamaños y materiales. La tolerancia del paciente y por lo tanto la

efectividad de la VNI, dependerá de que no cause incomodidad,

no genere lesiones dérmicas o escape aéreo significativo. Deben

ser transparentes para permitir la adecuada monitorización del

paciente. No existen estudios pediátricos que definan cual es la

más apropiada en el paciente crítico. La elección se basará en la

experiencia del equipo médico y en la edad y peso del paciente.

En lactantes se usarían más las interfases nasales mientras que

en niños mayores serían mejor toleradas aquellas oronasales.

SINCRONIZACIÓN

La relación entre el apoyo ventilatorio no invasivo y

el esfuerzo respiratorio espontáneo del niño es relevante en el

éxito de la VNI (14). Existen distintos tipos de asincronia que se

pueden clasificar en de gatillo, entrega y tiempo de flujo. La más

frecuente en niños es el autogatillado que es la entrega de una

ventilación no gatillada por el paciente, generalmente debido a

fuga a través de la interfase y que da cuenta de la importancia

de ellas y de la capacidad del ventilador de compensar fugas.

Basados en la literatura actual podemos afirmar que la

VNI es una herramienta útil en el manejo de la falla respiratoria

aguda, en pacientes pediátricos, aplicada bajo protocolos bien

establecidos, por personal calificado y con monitorización

adecuada, ya que es muy importante pesquisar en forma precoz,

antes de 6 - 12 horas a aquellos pacientes que requerirán

conexión a VM (9).

A continuación revisaremos su uso en las patologías

respiratorias agudas más frecuentemente ingresadas a una

unidad de paciente crítico pediátrico.

VENTILACIÓN NO INVASIVA Y BRONQUIOLITIS AGUDA POR

VIRUS RESPIRATORIO SINCICIAL (VRS)

La bronquiolitis por VRS es la causa más frecuente

de dificultad respiratoria en lactantes < 1 año, y representa

el 2 – 6% de los ingresos a unidades pediátricas de paciente

crítico (UPCP). Se caracteriza por un estrechamiento severo de

la vía aérea periférica generando obstrucción severa y aumento

de la resistencia de la vía aérea. En espiración se genera una

disminución desproporcionada del flujo debido al colapso

dinámico de la vía aérea desencadenando hiperinsuflación

dinámica y PEEP intrínseco (PEEPi). Los efectos de esta alteración

serán aumento hasta en 6 veces del trabajo muscular necesario

para iniciar el flujo inspiratorio, ya que se requiere mayor

presión pleural negativa para movilizar el aire hacia un alveolo

con presión positiva, haciendo a los músculos inspiratorios

relativamente menos eficientes. El patrón respiratorio presenta

una frecuencia respiratoria aumentada, disminución del volumen

corriente y la presión inspiratoria, una disminución del tiempo

espiratorio y un aumento en la relación Ti/T respiratorio total,

con la consecuente disminución del tiempo de eliminación del

volumen y mayor atrapamiento aéreo. En niños, la proporción de

fibras tipo 1 del diafragma es reducida, generando una menor

resistencia del músculo respiratorio a la sobrecarga, haciendo

al paciente pediátrico más propenso a la fatiga muscular. Si la

energía necesaria para superar la resistencia de la vía aérea

y la retracción elástica exceden la capacidad de los músculos

respiratorios de asegurar una ventilación adecuada, entonces se

genera hipercapnia y la necesidad de apoyo ventilatorio.

La mantención de una presión continua durante el

ciclo respiratorio completo, con CPAP nasal mejora el trabajo

respiratorio en lactantes de < 3 y 6 meses, al disminuir el

esfuerzo inspiratorio necesario para superar el PEEPi, con una