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Algunos factores de riesgo para presentar asfixia neonatal son:

Preconcepcionales

Edad materna > 35 años, bajo nivel socioeconómico, historia familiar de enfermedad neuro-

lógica o convulsiones, tratamiento de infertilidad, muerte neonatal previa.

Gestacionales

Enfermedad materna protrombótica o estados inflamatorios, enfermedad tiroidea, embarazo

múltiple, alteraciones cromosómicas/genéticas, preclampsia severa, diabetes gestacional, restric-

ción de crecimiento intrauterino (RCIU), trauma, presentación podálica, metrorragia.

Intraparto

Frecuencia cardíaca anormal durante trabajo de parto, corioamnionitis materna, meconio,

parto instrumentalizado, anestesia general, cesárea de urgencia, desprendimiento placentario,

prolapso de cordón, rotura uterina, paro cardiorespiratorio materno.

Posparto

Alteraciones pulmonares, malformaciones de vía aérea, enfermedades neurológicas, cardio-

patías.

Fisiopatología

Cuando el flujo sanguíneo se encuentra comprometido, se genera una respuesta circulatoria,

que redistribuye el flujo hacia los órganos vitales (cerebro, miocardio, glándulas suprarrenales). Sin

embargo, cuando la presión sistémica cae demasiado, se genera una alteración en los mecanismos

de autorregulación, disminuyendo la entrega de oxígeno y nutrientes a los órganos vitales. Una

disminución en la perfusión cerebral desencadena una serie de respuestas que los clínicos han

divididos en distintas fases.

En la fase aguda, se reduce la entrega de oxígeno y nutrientes al cerebro, lo que lleva a un

metabolismo anaeróbico, disminuyendo la producción de ATP y aumentando la producción de

ácido láctico. La disminución en la disponibilidad de ATP (falla energética primaria), reduce el

transporte celular (Na/K ATPasa-Na/Ca) lo que genera una acumulación de sodio, agua y calcio

intracelular. Esta cascada de eventos lleva a la muerte celular vía necrosis y a la activación de las

cascadas apoptóticas.

Dependiendo del tiempo de la injuria y de la intervención médica, se produce una fase de

recuperación parcial o fase latente, que puede durar de 1 a 6 horas.

Luego de la fase latente, se produce una segunda fase de daño celular, entre las 6-15 horas

posinjuria. Se genera una nueva disminución en la disponibilidad de ATP (falla energética secun-

daria) en la que intervienen otros mecanismos citotóxicos como la activación de los canales NMDA

mediada por glutamato y que aumenta el flujo intracelular de Ca.

Se produce, además, una disfunción mitocondrial que aumenta la liberación de radicales libres

y la activación de la vía de las caspasas (proteólisis) que en conjunto con lo ya mencionado, lleva

a una muerte celular programada (apoptosis).

Se ha descrito además, una fase terciaria que ocurriría durante los meses posteriores a la injuria

y que consiste en una muerte celular tardía, remodelación y astrogliosis.

Diagnóstico

En primer lugar, se debe sospechar el diagnóstico en base a los criterios ya mencionados, por

lo que es de suma importancia conocer los antecedentes del embarazo, del parto y del período

neonatal inmediato y sobre todo contar con gases de sangre arterial idealmente de cordón.

Compromiso neurológico

Se establece en base a criterios definidos por Sarnat y Sarnat (1976) y que clasifica la encefa-

lopatía en leve, moderada y severa.