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Anales Oftalmológicos

Tomo VI Vol. II N˚1-2-3 · 2011 · Santiago - Chile

Historia natural de la enfermedad inicialmente

un período de incubación de 3 semanas

aproximadamente.

Seguido de Sífilis primaria, con lesión

cutánea tipo chancro indurado localizado a

nivel genital, acompañado de adenopatías

regionales, que cura sin tratamiento en 3 a

8 semanas.

La Sífilis secundaria ocurre 5 a 10 semanas

después de la sífilis primaria, cursa con la

multiplicación y diseminación hematógena

del Treponema. prácticamente en todos

los tejidos, característicamente como la

“Roseola sifilítica” caracterizada por lesiones

maculopapulares típicas en palmas y plantas

que son contagiosas, que suelen resolverse

en semanas o meses, aunque son posibles las

recidivas durante uno a cuatro años. También

se pueden presentar síntomas constitucionales

generales como fiebre, artralgias, cefalea,

astenia y anorexia. En este estadío también

pueden aparecer las uveítis sifilíticas.

La Sífilis latente (precoz si menor a un año

y tardía mayor a un año que en la mayoría

de los casos dura toda la vida). Un 15-40%

de los casos evoluciona a una sífilis terciaria

como neurosífilis, sífilis cardiovascular y

granulomas nodulares indoloros (gomas).

Existe un último estadío como Sifilis

cuaternaria también llamado Encefalitis

necrotizante fulminante anérgica, que se ve

preferentemente, pero no de forma exclusiva,

en pacientes VIH positivos.

Las formas de compromiso ocular son

variadas desde la cornea hasta la retina y

coroides. Entre las alteraciones producidas

por la lues desde anterior a posterior

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destacan conjuntivitis no específica en sífilis

secundaria, epiescleritis y escleritis nodular

o difusa, uveítis anterior aguda, panuveítis

difusas, vitreitis aisladas, neurorretinitis,

Focos de retinitis necrotizantes periféricas sin

hemorragias, vasculitis, coriorretinitis sifilítica

placoide posterior aguda y manifestaciones

neurooftalmológicas.

La uveítis es la manifestación ocular más

común de la sífilis, tanto en los pacientes

con co-infección por VIH como sin ella. En

pacientes co-infectados con VIH, la sífilis

es la causa más frecuente de infección

bacteriana intraocular. La uveítis anterior

aguda afecta de forma bilateral en el 90%,

con abundante fibrina en cámara anterior

y sinequias con precipitados queráticos,

puede ser o no granulomatosa con nódulos

en el iris (iritis “roseola sifilítica”, papulosa y

nodosa”), pudiendo presentar hipopion y se

asocia de manera casi constante a vitreitis.

La tensión intraocular puede estar elevada

o baja, que es hallazgo transitorio de la

iridociclitis sifilítica.

Como Panuveítis difusa da una gran turbidez

vítrea asociado a uveítis anterior, sin lograr

ver detalles del fondo de ojo. También se

puede presentar como Vitreitis aisladas sin

presencia de retinitis asociada.

La forma de Neurorretinitis puede presentar

infiltrados retinianos peripapilares difusos,

amarillentos, asociados constantemente con

vitreitis, papila de bordes difusos lo que se

denomina papilitis, pudiendo asociarse una

estrella macular y hemorragias retinianas

mínimas.

Si hay focos de retinitis necrotizantes

periféricas son sin hemorragias retinianas y

asociadas a compromiso arterítico. En esta

situación se debe plantear el diagnóstico

diferencial con la Necrosis retinal aguda, que

se caracteriza por ojo rojo y dolor ocular,

con necrosis de la retina en 360º, arteritis

oclusiva e intensa vitreítis.

La vasculitis por lues pueden ser periféricas

o centrales, arteriales o venosas, con

envainamiento y vitreitis asociados, alrededor

o no de focos de retinitis necrotizantes.